15 Ideas para crear soluciones inéditas y de mayor proximidad en los sectores de la cultura, las artes y la creatividad, desde la trinchera del emprendimiento de pequeña escala

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VICTORIA CONTRERAS
14 febrero, 2021 - Cultura

«15 Ideas para crear soluciones inéditas y de mayor proximidad en los sectores de la cultura, las artes y la creatividad, desde la trinchera del emprendimiento de pequeña escala»

Por: Victoria Contreras Peña, Directora General de Conecta Cultura S. C.

2020 fue el año de inicio de la pandemia Covid19 y del confinamiento obligatorio en la mayor parte mundo. Hoy a casi un año de adaptación con la pandemia, comparto una lista de 15 ideas para crear soluciones inéditas y de mayor proximidad con los sectores de la cultura, artes y creatividad, y las personas que los conforman.

Tute Humor

Esta lista es una reflexión propia sobre las inquietudes que experimenté como emprendedora cultura mexicana, al frente de Conecta Cultura S. C., y de cómo se transformó mi visión sobre la administración de la cultura y las artes. Antes de compartir la lista, reconozco que  para Conecta Cultura el mayor problema en 2020  fue el 85% de la cancelación de proyectos y contratos con clientes diversos.

Como muchas organizaciones de la sociedad civil, enfrentamos restricciones de movilidad para el trabajo presencial y un casi nulo apoyo por parte del gobierno mexicano. Si bien Conecta Cultura, casi nunca ha dependido de subsidios públicos, en la pandemia hubiera sido deseable contar con esos apoyos, en forma contundente y apropiada. Ante esta situación compleja, creamos un nuevo plan narrativo de comunicación y participación digital con nuestros aliados y audiencias en América Latina, al que llamamos “Diálogos #ReconectaCultura”. También creamos canales de comunicación digital en plataformas como TikTok, Twich, Clubhouse, Twitter, Facebook, IG, YouTube, y Telegram. Incrementamos nuestros cursos de formación en línea con la Universidad Nacional Autónoma de México y el Museo de Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México; participamos de muchas conferencias con países latinoamericanos, y recientemente empezamos a vender suvenires. Publicamos diversos textos para reflexionar sobre políticas y gestión culturales. Invertimos con presupuesto propio en el pago de plataformas online, diseño gráfico y marketing digital. Y redujimos nuestro equipo humano al mínimo. Reconocimos que la pandemia nos colocaba frente a un escenario de extrema incertidumbre, con alta posibilidad de ensayar diversas acciones y co-crear soluciones poco exploradas y de gestar mayor proximidad con poblaciones y territorios diversos.

Ahora comparto 15 ideas para crear soluciones inéditas y de mayor proximidad en los sectores de la cultura, las artes y la creatividad, desde la trinchera del emprendimiento de pequeña escala:

 

  1. Reafirmar y comunicar de manera permanente (en forma análoga y digital) el valor estratégico de la Cultura, como una responsabilidad inherente a los profesionales de la gestión cultural, inclusive brindar ejemplos concretos e inteligibles para diversas audiencias, sobre la dimensión cultural en el desarrollo sostenible y bienestar de las personas;
  2. Concebir a la gestión cultural para incidir en el desarrollo humano, la innovación social, el cumplimiento de los derechos, contribuir a aminorar las desigualdades sociales y facilitar el goce estético. Este tipo de gestión realiza una planificación estratégica en función de las capacidades instaladas de las poblaciones con las que va a colaborar, quienes serán los beneficiarios directos de los proyectos culturales. Se trata de la toma de decisiones enfocada en acciones [políticas] estratégicas, y programas ordenados que buscan la empatía hacia públicos y territorios específicos (infancia, personas jóvenes, mujeres y habitantes de barrios, ciudades, regiones, centros urbanos o periferias), para contribuir al conocimiento, entendimiento, y vinculación humana (redes), sobre un problema específico en sus territorios. Busca generar economías locales o solidarias, así como reivindicación de derechos y cohesión social.
  3. Asimilar que la gestión cultural es una profesión y que sus acciones contemplan una comprensión amplia y detallada de leyes ad hoc, métodos administrativos cuyas herramientas ayudan a maximizar recursos humanos, técnicos, financieros, de infraestructura, comunicaciones, alianzas, así como potenciar principios de bienestar, ética planetaria y solidaria. Que la formulación de estrategias de comunicación híbridas (ON/OFF) permiten la sustentabilidad y regeneración de localidades y poblaciones, y que los beneficios a comunidades específicas y sus territorios, son posibles a partir de condiciones de acceso a derechos, inclusión, reconocimiento de la diversidad y perspectiva de género;
  4. Crear proximidad en gestión cultural es centrar las prioridades en territorios y poblaciones específicas, no sólo a través de un sector propio, sino en la posibilidad de sumar otros sectores que sientan afinidad para hacer inversión social y crear beneficios compartidos. Es indispensable trabajar con ética, crear confianza/cercanía y respeto entre las personas involucradas, y estar más receptivos a sus necesidades y demandas, pero en clave de corresponsabilidad. Conexión y vinculaciones directas, donde la centralidad sine qua non pasa por los procesos propios de las poblaciones beneficiarias. Es importante evidenciar aspectos relevantes que no están en el radar de la opinión pública;
  5. Permitir procesos de mediación cultural para que la mayor parte de las personas con las que se construye un proceso puedan familiarizarse con las artes y la creatividad, para favorecer la circulación de contenidos y atracción de públicos. La mediación implica un conjunto de acciones que permiten cruzar modos de ver y pensar el mundo, y propiciar diálogos, entre sectores y ámbitos que antes se percibían separados o poco involucrados.
  6. Explorar y ejecutar acciones de cooperación cultural directa, ciudadana y descentralizada como vertientes posibles para fortalecer procesos de gestión cultural horizontal, diversificada y conectada en lo glocal (global y local);
  7. Reconocer la naturaleza dinámica de lo cultural, sus límites y contradicciones, es decir, estar conscientes de que metodologías o soluciones ideadas para casos concretos son variables únicas para problemáticas y contextos determinados. Algunas veces podrán ser buenas prácticas locales o escalables a un número mayor de territorios, que no funcionarán igual en cualquier otra parte;
  8. Esforzarse por ofrecer soluciones profesionales inéditas, sustentables, conectadas y regenerativas, más allá de la pandemia;
  9. Trabajar en la centralidad de la cultura y en sus márgenes. Se trata de hacer praxis multinivel para demostrar los resultados de trabajar con diversas agendas, agentes y niveles de influencia;
  10. Interconectar a la cultura con las causas de otros movimientos sociales; hacerse más fuertes junto con otros;
  11. Reflejar e incorporar valores comprometidos con: innovación, inclusión, interconexión, intersección, multidimensional, perspectiva de género etc.;
  12. Privilegiar, la co-creación, colaboración e implementación horizontal de una gestión cultural 4.0 (interconectada y con beneficios compartidos);
  13. Fomentar la gobernanza y políticas públicas relativas a la cultura. Mejorar las capacidades técnicas y diplomáticas de profesionales que hagan lobby nacional e internacional por la cultura y las artes. Ser más explícitos en la contribución de la cultura y las artes en la recuperación de ciudades y poblaciones;
  14. Entender cómo funciona el sector privado y como usan la tecnología y sus redes para potenciar producciones culturales;
  15. Encontrar nuevos aliados que apoyen nuevas causas de la gestión cultural, lo que se logrará comunicando a diversos grupos de interés la aportación diferenciada de la cultura en la solución de problemas sociales glocales (globales y locales).

Comprender el mundo desde la cultura es indispensable en contextos de crisis y emergencias globales. El ecosistema cultural tiene la oportunidad de crear mecanismos de defensa del valor intrínseco de la cultura en el desarrollo humano y sustentable. No hay sociedad que no pueda ser narrada o explicada desde la variable cultural (lengua, artes, tradiciones, elementos distintivos, gastronomía, vestimenta, idiosincrasia, economía e industrias creativas). No habrá una sociedad madura si no se trabaja para fortalecer su democracia cultural, rectificando las desigualdades existentes en el seno de su comunidad. El mundo ha cambiado con la pandemia Covid19 y es urgente que los profesionales de la cultura renovemos la concepción, toma decisiones y ámbitos de actuación de la gestión cultural, que nos asumamos con agencia activa para transformar positivamente la realidad.

Por lo que la profesión de la gestión cultural debe replantearse y renovarse, hacia la co-creación de mejores escenarios de actuación, la articulación de nuevas sociedades colaborativas y de confianza, reconectar de manera novedosa con las audiencias, apelar a la libre participación en la vida cultural, así como ejercitar la crítica constructiva en la teoría y la praxis. No son retos menores, pues se requiere un claro análisis de estructura y de contexto, tanto a nivel local como global, además de la voluntad de co-crear escenarios mejorados para el ecosistema cultural global.