35 ciudades del mundo firman pacto por un aire limpio

35 ciudades del mundo firman pacto por un aire limpio

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LA Network
11 octubre, 2019 - Ecología Urbana

Los alcaldes firmaron la Declaración de C40 por un Aire Limpio en las Ciudades, en la que reconocen que respirar aire limpio es un derecho del ser humano.

35 ciudades del mundo firman pacto por un aire limpio
Una investigación de C40 muestra que, si las 94 ciudades integrantes de esta red limpiaran su transporte, sus edificios y su industria, se reducirían las emisiones de GEI en un 87 %.

Este viernes 35 alcaldes de la Red Global de Ciudades C40 -que trabaja por reducir los impactos del cambio climático en el mundo- se comprometieron a garantizar un aire limpio a más de 140 millones de personas que viven en sus ciudades.

Los alcaldes firmaron la Declaración de C40 por un Aire Limpio en las Ciudades, en la que reconocen que respirar aire limpio es un derecho del ser humano y se comprometen a trabajar juntos para formar una coalición mundial sin parangón a favor del aire limpio.

Los alcaldes representan a las ciudades de Amman, Austin, Bangalore, Barcelona, Berlín, Buenos Aires, Copenhague, Delhi, Dubai, Durban, Guadalajara, Heidelberg, Houston, Yakarta, Los Ángeles, Lima, Lisboa, Londres, Madrid, Medellín, Ciudad de México, Milán, Oslo, París, Portland, Ciudad Quezón, Quito, Rotterdam, Seúl, Estocolmo, Sídney, Tel Aviv-Yafo, Tokio, Varsovia y Washington DC.

Los alcaldes, que participaron en una rueda de prensa en Copenhague, dejaron claro un mensaje: «Sabemos que tenemos que hacer frente a dos peligros que van de la mano: la contaminación atmosférica y la emergencia climática. Para eliminar la contaminación que está dañando nuestra salud y calentando nuestro planeta es crucial llevar a cabo acciones inmediatas, colectivas y sin precedentes».

Los firmantes de la declaración se comprometieron a:

  • Establecer objetivos ambiciosos de reducción de la contaminación en un plazo de dos años que alcancen o superen los compromisos del país.
  • Implementar políticas sustantivas de aire limpio para el año 2025 que aborden las causas propias de la contaminación en sus ciudades.
  • Presentar informes públicos sobre los avances en el logro de estos objetivos.

Si los 35 signatarios reducen los niveles promedio anuales de PM2.5 de las pautas de la OMS (10 ug / m3) podrían evitar 40 000 muertes cada año.

Sadiq Khan, alcalde de Londres, afirmó que «la contaminación del aire supone una crisis mundial y, como alcaldes, una de nuestras responsabilidades principales es proteger a nuestros ciudadanos de las peligrosas consecuencias para la salud que provoca respirar aire sucio.

Khan añadió que, en Londres, “hemos inaugurado la zona de emisiones ultra bajas más grande del mundo, hemos establecido una red de calidad del aire sin precedentes y hemos tomado medidas ambiciosas para electrificar y ampliar el transporte público”.

Por su parte, Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno de Buenos Aires dijo que «Para fines de 2019 habremos creado 110 nuevas hectáreas de espacios verdes, a las que en los próximos 4 años vamos a sumar 100 más. Además, vamos a plantar 100.000 nuevos árboles para oxigenar la ciudad, para que todos podamos disfrutar en el exterior y respirando aire limpio».

35 ciudades del mundo firman pacto por un aire limpio
Los alcaldes firmaron la Declaración de C40 por un Aire Limpio en las Ciudades, en la que reconocen que respirar aire limpio es un derecho del ser humano.

Una investigación de C40 muestra que, si las 94 ciudades integrantes de esta red limpiaran su transporte, sus edificios y su industria, se reducirían las emisiones de GEI en un 87 %, las de PM2,5 en casi un 50 % y se evitarían más de 220 000 muertes prematuras al año.

Según la Organización Mundial de la Salud OMS, nueve de cada 10 ciudadanos en todo el mundo respiran aire sucio y 7 millones de personas mueren al año de forma prematura a causa de la contaminación del aire. La contaminación del aire está creando una crisis mundial de salud pública; una crisis que tiene sus raíces en la injusticia social, pues las comunidades más pobres y vulnerables son a menudo las más afectadas por el aire sucio y contaminado.