El Corredor Verde proporcionará beneficios para las más de un millón de personas que pasan por la Avenida 23 de Mayo diariamente.
Con casi seis kilómetros de extensión y diez mil 950 metros cuadrados de jardines verticales, el corredor verde de la Avenida 23 de mayo de São Paulo se convierte es una esperanza para que la ciudad respire y de pasos de amistad con el aire que la gente se encuentra en su entorno.
Durante el recorrido, la Secretaría de Medio Ambiente de la ciudad ubicó 40 especies de plantas y follajes como falsos iris, albahaca, helechos, romero, orégano, salsa y alfombra-inglés, entre otras. Además, fueron utilizados más de 250 mil plantones de plantas para las estructuras de los paneles que se hicieron con 163,7 toneladas de basura reciclada.
João Doria, alcalde de São Paulo, destacó la importancia de esta intervención y detalló que «son paredes verdes implantadas a lo largo de los últimos tres meses y que se mantendrán con sistema de goteo”.
Para irrigar el Corredor Verde serán utilizados cerca de 33 mil litros de agua de reutilización, los cuales circulan constantemente en los jardines. A su vez, el sistema de riego es controlado de forma automatizada por nueve centrales y para la realización de este proyecto hubo la participación de 150 colaboradores, entre arquitectos, ingenieros y obreros, que actuaron durante 135 días concluyendo más de mil horas de trabajo.
El Alcalde, además, remarcó que el trabajo fue totalmente financiado por el sector privado y no fueron invertidos dineros públicos ni en la implantación ni en el mantenimiento.
«La construcción del Corredor Verde del 23 de mayo, el más grande de este tipo en el mundo, pone a São Paulo como un ejemplo de metrópoli capaz de reinventarse con el uso de tecnologías verdes como política pública preocupada por privilegiar más calidad de vida en la ciudad”, estacó Guil Blanche, activistas del Movimiento 90°.
El Corredor Verde proporcionará beneficios para las más de un millón de personas que pasan por la Avenida 23 de Mayo diariamente. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de espacio urbano propicia beneficios físicos, psicológicos, sociales, económicos y ambientales.