La disminución de la cobertura vegetal y el aumento de la impermeabilización (instalar superficies duras sobre el suelo) incrementan la magnitud y la intensidad de la escorrentía superficial.
Esto conlleva el aumento de volúmenes de aguas lluvias que circulan libremente sobre la superficie de un terreno, lo que puede generar un mayor número de eventos extremos y procesos catastróficos como erosiones o inundaciones.
Es por eso que los procesos de urbanización hacen que las ciudades sean más vulnerables y el cambio climático propicie que las lluvias sean más intensas.
Así lo destacó la profesora Jeannette del Carmen Zambrano Nájera, coordinadora de Posgrados de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Manizales, durante el Congreso Internacional Ambiental de Manizales realizado en el marco del Sesquicentenario de la U.N.
La falta de árboles que retengan volúmenes de agua hace que se presenten estos fenómenos. Así mismo la calidad de las aguas se reduce cada vez más, dijo la investigadora del Instituto de Estudios Ambientales (Idea).
Por ejemplo en Manizales llueven al año alrededor de 2.000 milímetros, una gran cantidad de lluvia en relación con otras ciudades del país. Esto causa que la escorrentía superficial sea más alta que la de capitales como Bogotá, Medellín o Cali.
Conocer el entorno
La investigadora Zambrano Nájera precisó que en el país se debe pensar en sistemas de drenaje urbanos que se acomoden o adapten a las dinámicas hidrológicas de las ciudades. Se trata de las redes que conducen las aguas pluviales (lluvias y las resultantes de fenómenos meteorológicos) y las servidas (aguas residuales).
“No es malo que sigamos creciendo, porque son procesos de urbanización que se deben dar. Tampoco es malo que llueva mucho, porque esta es la hidrología que nos ha permitido crecer como ciudad. Lo que sí tenemos que reconocer es dónde vivimos para establecer sistemas que permitan tener una mejor conducción y tratamiento de las aguas”, manifestó la docente de la U.N.
Calidad del agua
La separación de las aguas por calidades, es decir buscar procesos para que las de nacimiento no se mezclen con las residuales, son los puntos de vista que más han destacado tanto los expertos locales como internacionales en el Congreso Ambiental que se realiza en Manizales.
Para el profesor Manuel Gómez Valentín, de la Universidad Politécnica de Cataluña (Barcelona), Manizales debe evitar al máximo que se sigan mezclando entre sí las aguas residuales y por ende sigan afectando sus quebradas y afluentes.
El experto internacional aplaudió que en la ciudad se estén dando pasos para reducir esta problemática con la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) para esta zona del país.
El Congreso Internacional Ambiental Manizales busca generar un espacio de discusión interinstitucional en el que converjan la academia, las empresas de servicios públicos y las entidades gubernamentales para plantear soluciones integrales en el saneamiento de las aguas residuales de la ciudad de Manizales y Villamaría.
El evento está dirigido a empresarios, entidades gubernamentales, entes de control, investigadores, profesores, estudiantes y sociedad civil interesada en temáticas ambientales.
Por Agencia de Noticias Universidad Nacional.