El ingeniero danés radicado en Barcelona y dedicado de tiempo completo a pensar en el peatón, habló en el marco del Foro Latinoamericano del Peatón sobre las ciudades con movilidad sostenible.
Una de las palabras preferidas del profesor Oleg Thorson, un típico danés de ojos muy claros y cabello muy blanco, es “límite”.
El fundador de la Junta Catalunya Camina y especialista en movilidad, planificación y seguridad vial, la usa para decir que si bien todas las ciudades tienen problemas de movilidad y seguridad vial, ya sea en Europa o en Latinoamérica, hay un límite para verlas con el mismo rasero y no buscar las soluciones bajo el parámetro del denominador común.
Y también la usó para zanjar de tajo el discurso recurrente de muchos expertos, activistas, ciudadanos y hasta políticos que afirman que en las ciudades de la región hace falta espacio público. “No es que falte espacio, sobran carros. Hay que ponerles un límite y no permitir que sea llevado hasta el último rincón al que la persona pretenda llegar”, afirmó con su español de acento ibérico.
Thorson agregó que ese límite debe ser la última milla y así dedicar ese espacio para los peatones. Otro ejemplo de equilibrio, equidad y reivindicación de los derechos de los peatones que expuso el ingeniero civil de la Universidad Politécnica de Copenhague e ingeniero de Caminos de la Universidad Politécnica de Barcelona; es el espacio de dedicado al parqueo de carros en las vías públicas al que denominó un “robo” al peatón.
Pero más allá, el experto que fue invitado al primer Foro Latinoamericano del Peatón organizado por la Red Latinoamericana de Peatones o RLP, no solo abordó la dimensión espacial sino la temporal al indicar que las fases semafóricas están diseñadas para darle tiempo a los vehículos que “deben transitar en una larga fila india y por lo tanto creen que requieren de más tiempo. Sin embargo, los peatones cruzan en grupos y deben hacerlo en un tiempo muy corto, eso tenemos que repensarlo”, expresó.
Ahora, no solo en el tema del discurso de la falta de espacio público en las ciudades latinoamericanas para peatones y en general, no estuvo de acuerdo el profesor Thorson. Tampoco coincide en que sea determinante que en muchas ciudades, países y culturas, el carro sea un símbolo de estatus y por lo tanto sea infructuosa la lucha por recuperar más espacio para los caminantes.
“No estoy de acuerdo. Es idea de algunos pero no es un sentir general. Por lo tanto, nos hemos dejado seducir de ella, de que el carro es estatus. Yo nací en bicicleta en Dinamarca y yo ya resolví esto del estatus con la bicicleta que es la que tiene la prevalencia en mi país. Esa idea hay que cambiarla: se necesita que más técnicos y políticos hagan la cuenta de, ¿qué hay más?, ¿si carros o peatones?, y tomar la decisión de cuál es el grupo más grande y planificar la ciudad para ellos, volver a equilibrar la cosa. Agregó que la clave para ese cambio, al que considera un proceso lento, hay que ayudarle con educación pues “eso hay que explicarlo y si lo explicas, la gente lo asume, es responsabilidad de todos”.
Sobre la importancia del primer Foro Latinoamericano del Peatón que se adelantó en Medellín en el que participó con la ponencia “La imagen del peatón en el diseño urbano” y al que asistieron expertos y experiencias en defensa de los derechos del peatón de varios países; destacó que es necesario este espacio para que quienes trabajan por las ciudades más sostenibles se reúnan y “sientan que no están solos”.
Recordó que hace tan solo unos años cuando habló de la necesidad de repensar las ciudades, su planificación, de hacer más por los peatones, le tildaron de “loco” y por lo tanto el Foro es para decirles a estos defensores del peatón que hay más personas trabajando en ese sentido.
“Ahora vengo de Walk 21 en Calgary (Canadá) y se nota que cada año va avanzando y cada año crece el mensaje. Ya se escucha a alcaldes de ciudades que han entendido el mensaje y están convencidos de que los vehículos diesel que contaminan y matan gente y eso no puede ser y por lo tanto hay que sacarlos: entrar andando o en autobuses con combustible limpio”.
El ingeniero y defensor de los derechos del peatón recalcó que si se quieren ciudades más humanas, más sostenibles, es necesario pensar más en el peatón.
