‘Hay una brecha en el conocimiento sobre la realidad de las personas que viven en los asentamientos informales’: Luis Bonilla

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LA Network
11 febrero, 2018 - Inclusión

Así lo afirma Luis Bonilla, representante de la organización internacional TECHO, que participa en el Foro Urbano Mundial en Kuala Lumpur para poner en evidencia el drama social de los asentamientos informales, pero sobre todo para avanzar en las soluciones propuestas en la Nueva Agenda Urbana

Luis Bonilla, representante de la organización internacional TECHO

En 1997 un grupo entusiasta de jóvenes latinoamericanos comenzó a trabajar para solucionar un problema evidente: la situación de pobreza en la que vivían millones de personas y que se expresaba físicamente en las favelas, villas miseria, tugurios, arrabales, champas, ubicadas mayormente en las periferias de las ciudades.

Fue así que se movilizaron primero a construir viviendas de emergencia en conjunto con las familias que vivían en esas condiciones precarias en muchas ciudades de América Latina. Luego de 15 años de trabajo formal, TECHO ya tiene operación en 19 países de Latinoamérica y el Caribe y además cuenta con oficinas en Estados Unidos, así como también en Londres, Inglaterra.

Hoy representantes de TECHO están en el Foro Urbano Mundial de Kuala Lumpur, con el propósito de poner sobre la mesa la realidad de exclusión e injusticia en la que vive un cuarto de la población que reside en ciudades en América Latina y habita los denominados asentamientos informales.

LA Network dialogó con Luis Bonilla, director de relaciones institucionales de TECHO, quien forma parte de la delegación, para conocer sobre los escenarios de diálogo que ha tenido el Foro Urbano alrededor del tema de los asentamientos y cómo se avanza en las soluciones a este problema urbano.

¿Qué tan importante ha sido la discusión del asunto de los asentamientos informales en el Foro Urbano Mundial de Kuala Lumpur?

El énfasis del Foro es la implementación de la Nueva Agenda Urbana. Este es el primer Foro que se realiza después de Hábitat III y su énfasis es cómo podemos avanzar en hacer realidad los compromisos que se plantearon en Quito en 2016. En ese sentido, se ha rescatado el tema de la pobreza urbana en general y de los asentamientos urbanos en particular, como una de las prioridades en las que hay que avanzar. En ese sentido, Techo viene trabajando muy fuertemente en posicionar la importancia de esta problemática, que sea prioritario el desarrollo de programas, políticas y compromisos que vaya alrededor de este asunto, y principalmente bajo dos ejes: uno, que se reconozca la capacidad, el valor, el trabajo y la organización que existe en los asentamientos informales y la capacidad que ellos tienen para salir adelante. Esto nosotros lo hemos visto en nuestra experiencia cotidiana con más de mil comunidades en América Latina y que las soluciones están en la gente, y en valorar y potenciar lo bueno que la gente está produciendo en el territorio. Y, por otro lado, promover que la Nueva Agenda Urbana tiene que estar implementada bajo un concepto de amplia participación ciudadana. Tiene que ser algo que salga más allá de los muros de la discusión de los especialistas, que trascienda las discusiones entre los políticos, y pase a ser un tema que involucre a toda la ciudadanía, en el caso de nosotros los latinoamericanos, pero también en el resto del mundo.

Hoy representantes de TECHO están en el Foro Urbano Mundial de Kuala Lumpur

¿Cómo lograr que después de tres cumbres de Hábitat, justamente la más reciente donde se promulgó la Nueva Agenda Urbana, el tema de los asentamientos urbanos sí sea un tema prioritario y de atención debida?

Creo que en esta Nueva Agenda Urbana hay un reconocimiento de la importancia que tiene atender la problemática de los asentamientos informales, eso está en distintos puntos del Acuerdo de Quito, y eso nosotros lo vemos como algo muy positivo. Y también dentro de la misma declaración de la Nueva Agenda Urbana, está el compromiso de avanzar hacia la solución de estos problemas a través del enfoque del Derecho a la Ciudad, eso para nosotros es un marco que evaluamos también como positivo. Ahora viene la discusión de cómo esto se vuelve realidad y cómo esto se implementa y sirve para transformar la vida de las personas. Y ahí hay un desafío súper claro que hemos identificado, y es que existe una brecha muy grande entre los compromisos establecidos y el conocimiento que hay sobre la realidad de las personas que viven en los asentamientos informales. Hay una falta de conocimiento que es evidente, que está incluso desde las cifras oficiales. Sabemos que las cifras oficiales dicen que aproximadamente el 25 % de la población urbana de América Latina vive en asentamientos informales, pero también nuestros mismos datos nos revelan que hay muchos asentamientos que están invisibilizados y que no forman parte de esa estadística. Y, por otra parte, más allá del número de asentamientos informales, es importante que para poder cumplir con los compromisos se sepan las condiciones en las que viven las personas, qué es lo que quieren, qué es lo que sueñan, cuáles son sus demandas, cuáles son sus capacidades, y entonces ahí nosotros vemos una brecha que es muy importante y  que se tiene que cerrar para poder cumplir con esos compromisos. Eso es clave para la implementación de la Nueva Agenda Urbana.

De este Foro Urbano en Asia ¿qué queda como aprendizaje para ustedes de estas experiencias asiáticas, qué han visto que sea positivo en términos de réplica en América Latina?

Hemos identificado un tema y es la importancia de la conversación entre los países del sur. Hemos recibido con optimismo el tema de la nueva Directora Ejecutiva de ONU Hábitat que es una alcaldesa, es decir, tiene experiencia en gobierno locales; es de Malasia, por lo tanto es una representante del sur global, y también es una mujer, lo que sirve para para reivindicar un montón de luchas que están pendientes en el proceso de construcción de nuestras ciudades. Entonces, vemos que es clave que entre los países del sur en Asia, África, América Latina, podamos tener una conversación que nos permita aprender de las formas en las que nosotros hemos venido resolviendo algunos problemas, obviamente habiendo aún muchos problemas que quedan por resolver. Pero cómo vamos resolviendo una serie de problemas con mecanismos que no son necesariamente adoptar los procesos de urbanización occidental o del norte global, sino que son más propios de la idiosincrasia, de la historia, de las capacidades que están en el sur.

«Hemos identificado un tema y es la importancia de la conversación entre los países del sur»: Luis Bonilla.

¿Cuál es el trabajo que viene en el proceso de implementación de la NAU después de este foro?

En el Foro Urbano Mundial, ONU Hábitat, CEPAL y Minurvi van a lanzar la versión final del Plan de Acción Regional para la Implementación de la Nueva Agenda Urbana en América Latina, un esfuerzo que ha involucrado a muchos especialistas, consultas abiertas, etc. TECHO participó dando la perspectiva del tema de la participación ciudadana y los asentamientos informales, y ahora queda avanzar sobre este plan de implementación. ¿Cómo pensamos nosotros que se puede hacer esto? En primer lugar, tratando de involucrar a la mayor cantidad posible de actores en los programas y en las políticas que salgan de este plan de acción; y, por otro lado,  trabajando para que los gobiernos reconozcan este plan de acción como una guía marco que es útil para plantear políticas urbanas nacionales, programas de mejoramiento de Hábitat, programas para mejorar la gobernanza participativa de las ciudades y programas para los asentamientos informales. Vemos que este plan de acción que se lanza ahora aquí en Kuala Lumpur es una base muy importante desde TECHO y desde otras organizaciones de la sociedad civil y también desde los otros actores de América Latina, para unirnos, articularnos y avanzar hacia esa implementación  que creo que también, me da la impresión a mí viendo acá las discusiones que se dan en el nivel internacional, que también puede servir de guía para otras regiones del mundo que están también tratando de avanzar en tener una perspectiva regional, es decir, un poco más localizada, un poco más asociada con su realidad concreta de cómo se puede hacer realidad la Nueva Agenda Urbana.

¿Suponemos que la intención de ustedes será llevar el plan a las comunidades?

Así es. Este plan de acción contó con la participación de muchos especialistas, se hizo una consulta por Internet abierta a quien quisiera participar, y nosotros desde TECHO hemos asumido el compromiso de llevar este plan de acción para que pueda ser retroalimentado por pobladores de asentamientos informales, voluntarios, jóvenes en general de América Latina. Hemos entendido que esto es un proceso de construcción continua, y nosotros sí vemos que en este plan de acción regional hace falta llevar la participación más allá de la consulta por Internet. Precisamente estamos planeando un encuentro en Buenos Aires en octubre, pero que es un proceso que trasciende al encuentro, que es cómo llevamos este plan de acción a la ciudadanía, no solo para que lo conozcan, sino para que puedan retroalimentarlo desde una perspectiva de participación de la sociedad civil en la implementación de la Nueva Agenda Urbana. Creemos que el nuevo plan de acción regional ya rescata algunas cosas, pero que podemos fortalecerlo mucho más si abrimos esa discusión.