Mientras se calculan más de 125.000 vehículos en la histórica ciudad, colectivos ciudadanos piden políticas para su control.
La histórica ciudad de Cusco, Patrimonio de la Humanidad, será sede este martes 27 y miércoles 28, del 1er After Foro de la Bicicleta Sostenible y Espacio Social -tras el FMB7 de Lima-, en medio de un clamor por la creación urgente de políticas públicas que empiecen a remediar la grave situación de movilidad que acosa a la histórica ciudad imperial de los incas.
“Cusco se ha convertido en una ciudad que ya no es para los peatones y los ciclistas. Somos una cultura milenaria. Los incas eran una cultura activa y construyeron los caminos y las conexiones incas, la red más extensa en todo el mundo y después han existido políticas que no han seguido el camino del uso de las energías limpias”, lamenta Eduardo Becerra, líder del colectivo de ciclistas urbanos Bici Ñan que desde hace dos años trabaja por la promoción del uso del bicicleta como modo de transporte sostenible.
Y es que su queja está más que justificada. Si bien hay discrepancias en las cifras, los cierto es que se calcula que en Cusco existen entre 125 y 140.000 automotores para una población de superior a los 450.000 habitantes según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INEI) para 2015.
Y es que la situación se torna tan compleja que se ha calculado que entre 2006 y 2016 el parque automotor de la ciudad habría aumentado un 328%, superando la capacidad vial, reduciendo cada vez más los espacios para los peatones e impactando el centro histórico de la capital imperial que ya tiene restringido el acceso de vehículos turísticos de más de 6.5 toneladas.
“La economía empezó a crecer, la gente puede comprarse un auto y ahora tenemos más de 140.000, un problema porque no hay espacio para los ciclistas, para la gente, no es una ciudad más amigable para las personas, está hecha para las máquinas, la contaminación supera los niveles de la Organización Mundial de la Salud, estamos respirando aire contaminado y nadie se queja”, denuncia Becerra.
Toda esta problemática basada en el importante número de turistas nacionales y claro, extranjeros que ingresan a la ciudad. Tan solo en 2016, según PromPerú, ingresaron a la histórica Machu Pichu más de 1’ 340.000 visitantes que tienen como base de sus expediciones, a Cusco.
Allí se presenta, por ejemplo, el fenómeno local denominado de los ‘Ticos’ por la marca de un vehículo pequeño que los habitantes han convertido en una unidad productiva prestando el servicio de taxi para los turistas y generando que las autoridades tengan que realizar operativos para su control debido a su creciente número.
A ello se suma el impacto de la movilidad en el Centro Histórico de la Ciudad, cada vez más acosado por los prestadores de servicios turísticos que quieren brindar a sus usuarios mayor cercanía a los atractivos de este patrimonio histórico. Cálculos entregados a la prensa local por Carlos Moscoso Perea, alcalde de la municipalidad indican que hay 1.000 buses de servicio turístico que obviamente no movilizan a los ciudadanos locales mientras existen otros 1.000 buses movilizan al 42% de los pobladores.
Aquí es donde entraría a jugar un papel muy importante la movilidad motorizada, tanto peatonal como ciclista y de allí el reclamo de colectivos como Bici Ñan y el debate en foros como el After Foro de estas dos jornadas en las que se insistirá en una mayor decisión de las autoridades, aunque ya en documentos como el Pacto por la Ciudad y otros instrumentos de planeación acepta la problemática y empieza formular soluciones como las ciclovías.
“Estamos luchando para que se comience a implementar políticas que incluyan a los peatones a los ciclistas y que se haga infraestructura adecuada para que nos podamos movilizar de manera segura porque tenemos el derecho a usar las calles, es nuestra ciudad hemos crecido aquí y necesitamos este espacio, es lo mínimo que podemos pedir a las autoridades”, insiste Becerra quien argumenta que la situación es compleja y se demuestra en que mientras los organismos mundiales señalan que el ideal de ciudad debe tener 10 m2 de espacio público por habitante, en Cusco solo se cuenta con 1 metro cuadrado.
Y es que la realidad muestra que la lucha por hacer de Cusco una ciudad con movilidad sostenible no será fácil: mientras se esperaba la realización del After Foro, en el centro histórico de la ciudad eran retirados varios puntos de biciparqueaderos (de cuatro plazas cada uno).
“Son discusiones políticas, aunque argumentan que los biciparqueaderos afean elcentro histórico, no es así”, concluyó Becerra.