La Plaza de Bolsillo de Santa Isabel se ubica en una zona que ha sufrido en los últimos años un fuerte proceso de densificación en altura.
Este jueves, en Santiago de Chile, los ciudadanos podrán ver la luz de un nuevo espacio público. La Plaza de Bolsillo de Santa Isabel, la primera de la segunda etapa de este proyecto, se convierte en la número 11 para que los capitalinos sigan ejerciendo el Derecho a la Ciudad en espacios recuperados, adecuados y legitimados.
El nuevo espacio, tiene su punto de partida hacia el 27 de septiembre del año 2017, cuando el Consejo Regional Metropolitano de Santiago aprobó el proyecto “Adquisición Equipamiento Plaza de Bolsillo Etapa 2, R.M”, por un monto superior a los 400 mil dólares, la cual contempla la ejecución de seis nuevas plazas de bolsillo, que se suma a las seis plazas de bolsillo financiadas por el Gobierno Regional en la primera etapa, y a las cuatro plazas de bolsillo financiada con recursos de privados y de SERCOTEC.
La Plaza de Bolsillo de Santa Isabel tiene una superficie aproximada de 1.200 m2 y se ubica en la calle Santa Isabel entre las calles Lira y Raulí, que corresponde a una zona que ha sufrido en los últimos años un fuerte proceso de densificación en altura, por cuanto presenta un alto requerimiento de espacios públicos.
Además, enfrenta la ciclovía de Santa Isabel que es una de las más transitadas de la comuna de Santiago, razón por la cual esta plaza tiene la características de contar con 26 estacionamientos para bicicletas y una estación de reparaciones básica, por lo que esperan esta Plaza se transforme no solo en un nuevo espacio público para los vecinos, sino también en un punto de descanso para los ciclistas de todas la región que circulan por el sector.
Esta plaza, igualmente, es la segunda que será administrada por la Municipalidad de Santiago, quien contará con el apoyo en la gestión de la empresa Agora 21 que será de la operación diaria. Su labor, contempla limpieza y seguridad, y seis módulos disponibles para servicios, de los cuales tres se encuentran destinados a servicios gastronómicos.
A su vez, el proyecto considera la adquisición de mobiliario urbano destinado a usuarios de diferentes edades por lo que se espera un público diverso, de familias jóvenes, de vecinos y transeúntes.
También, contempla cierre perimetral, dos portones de acceso, letrero, tres árboles crecidos en macetas, 10 árboles gigantes, mesas y sillas de terraza, mesas de picnic, jardineras, quitasoles, basureros, ceniceros, bicicleteros y bancas.