Chinampas de la CDMX, reconocidas como Sistema de Patrimonio Agrícola por la FAO

Chinampas de la CDMX, reconocidas como Sistema de Patrimonio Agrícola por la FAO

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LA Network Ciudades
20 abril, 2018 - Ecología Urbana

En estos sistemas, todavía se pueden encontrar cuatro de los cinco principales cultivos usados por los aztecas: maíz, frijol, calabaza y amaranto.

Chinampas de la CDMX, reconocidas como Sistema de Patrimonio Agrícola por la FAO
Foto: FAO

Las Chinampas ubicadas en Xochimilco y Tláhuac, y que comprenden más de dos mil hectáreas en las cuales trabajan cerca de 12 mil personas cultivando principalmente hortalizas y flores, fueron reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO como Patrimonio Agrícola Mundial, debido a la gestión de ecosistemas en los que el uso del agua, la salud del suelo y otros factores medioambientales, están vinculados.

De acuerdo con la entidad adscrita a la ONU, las Chinampas, construidas de forma tradicional basadas en sabiduría oral transmitida desde la época de los aztecas, “preservan conocimientos y tecnologías agrícolas ancestrales, pues los agricultores chinamperos conservan técnicas tradicionales de cultivo prehispánicas que se han transmitido de manera oral”.

Este sistema se destaca por albergar el 2% de la biodiversidad mundial y el 11 % de la biodiversidad en todo México con 139 especies de vertebrados, 21 especies de peces, seis anfibios, 10 especies de reptiles, 79 de aves y 23 especies de mamíferos. Además, son una fuente importante de alimentos para una de las megaciudades de Latinoamérica, generando 40 mil toneladas de producción agrícola al año.

Chinampas de la CDMX, reconocidas como Sistema de Patrimonio Agrícola por la FAO
Foto: FAO

Las Chinampas, se trata igualmente de un paisaje agroecológico único con 406 kilómetros de canales que provee múltiples servicios ecosistémicos a la Ciudad de México y que sabe hacer uso de especies como el sauce nativo –ahuejotes- como cercos vivos, barreras contra el viento y hábitat para insectos y aves.

“La evidencia indica por ahora que la designación de estos sitios como patrimonio agrícola mundial puede ayudar a conservar la biodiversidad y salvaguardar variedades de cultivos en peligro, lo que beneficia a la seguridad alimentaria a nivel mundial, y permite revitalizar las culturas locales, crear empleo y promover el turismo”. Destaca la FAO en su el comunicado sobre la designación.

Finalmente, sobre las comunidades encargadas de este ecosistema agrícola, la FAO reconoció su capacidad de resiliencia frente a cambios como la urbanización, convirtiéndose no sólo en zona productiva, sino también de interés turístico y cultural.