Se estima que teclear o atender una conexión al volante amplía en 400 veces la posibilidad de provocar un accidente.
Según datos entregados por el Registro Nacional de Infracciones de Tránsito, solo en los primeros siete meses de este año, el número de multas aplicadas a quienes usan el teléfono móvil mientras conducen en Brasil, ya es un 33 % mayor que en todo el año pasado.
De acuerdo con el organismo de movilidad, de enero a julio ese tipo de infracción resultó en la aplicación de 759.700 multas en todo el país, mientras que, a lo largo de 2017, las multas impuestas por el uso de celular al volante sumaron un total de 571 mil 600.
Al respecto, el gerente técnico del Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV), el abogado Renato Campestrini, resaltó que “no hay nada en el celular que se superponga a la seguridad en el tránsito. Es necesaria mayor concientización. Ninguna conexión o mensaje es más importante que arriesgar tu vida y la de otros en el tránsito”.
Clasificada como “gravísima” por el Código de Tráfico Brasileño (CTB), la infracción por uso de celular al volante pesa además en el bolsillo, ya que la multa llega a los 130,16 reales, es decir, unos 33 dólares. Además, la acumulación negativa de 20 puntos o más, en un período de hasta 12 meses, implica la suspensión de la licencia de conducción. En Brasil, incluso con el vehículo detenido en el semáforo o en un embotellamiento, el manejo de aparatos electrónicos sigue siendo infracción generadora de multa.
De acuerdo con la Asociación Brasileña de Medicina de Tráfico, el uso del celular al volante ya es la tercera mayor causa de fatalidades en el tránsito del país, donde cada año los incidentes en las vías se cobran la vida de más de 37 mil personas. A su vez, los estudios internacionales indican que el manejo del teléfono móvil durante la conducción, es tan peligroso como conducir bajo el efecto de alcohol.