La introducción de radares móviles ha servido para incrementar la eficiencia en el control y esperan aumentar las cifras de disminución.
Los controles que la Agencia Metropolitana de Tránsito de Quito (AMT) realiza en el día a día de la capital ecuatoriana, han permitido que la ciudad logre disminuir en un 15,4 % los incidentes de tránsito en relación con las cifras presentadas durante 2017.
Santiago Molina, Coordinador de la AMT, afirmó que este tipo de operativos ha bajado la accidentabilidad en el Distrito Metropolitano, respecto del año pasado, y constató que además de ese porcentaje, disminuyeron los heridos en un 9 % y las muertes en un 19 %, por lo que se intensificarán para el futuro.
Molina recordó que en la ciudad de Quito se deben respetar los límites de velocidad de 50 km/hora, para vehículos livianos, y 40 km/h para pesados. Además, remarcó que desde la AMT se han intensificado los controles del correcto uso de cascos para las motos, alcoholemia y respeto de los pasos peatonales en escuelas.
Igualmente, insistió en los controles de vidrios polarizados, obligando a deshacerse de ellos a quienes contravenían la ley usándolos en sus parabrisas y vidrios. De la misma forma se controlaron el uso de las placas y los documentos como licencia y matrícula en regla.
De otro lado, los operativos y las disminuciones en la accidentalidad están acompañados de multas que han servicio para generar impacto entre los conductores. En caso de contravenciones leves, al vulnerar el límite de velocidad la multa es de 133 dólares y la pérdida de seis puntos en la licencia. Si la contravención es grave, el contraventor va preso, la multa es de un salario mínimo vital y pierde 10 puntos en la licencia.