Dentro del estudio, la investigadora Acuña analizó 13 casos de rutas que para la fecha ya habían pasado de compartidas a individualizadas.
Un análisis adelantado por Valentina Acuña García, magíster en Ingeniería de Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), encontró que el hecho de que una ruta del Sistema Integrado de Transporte Público de Bogotá – SITP (origen y destino) esté a cargo de dos concesionarios, dificulta la supervisión y el control de esos recorridos.
“Dejar las rutas compartidas a cargo de un solo operador podría mejorar aspectos relacionados con su funcionamiento”, destacó la académica, quien además diagnóstico sobre cómo operan los distintos concesionarios que manejan estos recorridos y cómo funcionan las rutas que ya han sido individualizadas, para proponer un modelo que evalúa la viabilidad de aplicar este último esquema a los actuales servicios compartidos.
Acuña García, agregó que este esquema de operación compartida se da cuando una ruta es servida por los operadores de origen y destino del servicio, distribuyéndose por mitad la cantidad de flota y kilómetros ofertados. Por ejemplo, la ruta Z13, que va de Metrovivienda a San Cristóbal Norte, es operada por Masivo Capital y Consorcio Express, operadores a cargo de la zona de Kennedy y San Cristóbal respectivamente
“Con los resultados del diagnóstico planteé un modelo que cualquier operador o autoridad del SITP pueda aplicar relacionando diferentes variables de los indicadores que se manejan en el sistema”, afirmó. En tal sentido, incluyó factores como el índice de “pasajero por bus” y el de “kilómetros por bus”, entre otros, para hacer una regresión estadística con la que se puede analizar qué rutas individualizar o sobre cuáles de estas se pueden tomar acciones de mejora.
En su análisis, inicialmente se contemplaron tanto las rutas compartidas como las circulares en la operación del SITP, que está dividido en 13 zonas a cargo de siete concesionarios encargados de movilizar a los bogotanos.