El aumento de las temperaturas podría hacer que algunas especies sean estériles y verlas sucumbir a los efectos del cambio climático antes de lo pensado, advierten científicos de la Universidad de Liverpool.
El cambio climático suma otra preocupación para el mundo científico y tiene relación directa con la esterilidad de las especies, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) y su Instituto de Biología Integrativa.
«Existe el riesgo de que estemos subestimando el impacto del cambio climático en la supervivencia de las especies, porque nos hemos centrado en las temperaturas que son letales para los organismos, en lugar de las temperaturas a las que los organismos ya no pueden reproducirse», explica Tom Price, biólogo evolutivo de ese instituto.
Actualmente, los biólogos y conservacionistas tratan de predecir dónde se perderán las especies como consecuencia del cambio climático, para poder construir reservas adecuadas en los lugares a los que eventualmente deberán mudarse. Sin embargo, la mayoría de los datos sobre cuándo la temperatura evitará que las especies sobrevivan en un área se basan en el «Límite Térmico Crítico» o CTL (su sigla en inglés), la temperatura a la que las especies colapsan, dejan de moverse o mueren.
Los investigadores resaltan que los datos extensos de una gran variedad de plantas y animales sugieren que los organismos pierden la fertilidad a temperaturas más bajas que ese “Límite Térmico Crítico.”
Se cree que ciertos grupos son los más vulnerables a la pérdida de fertilidad producida por el clima, incluidos los animales de sangre fría y las especies acuáticas. «Actualmente, la información que tenemos sugiere que esto será un problema grave para muchos organismos”, añade Price
“¿Pero cuáles son los que están en mayor riesgo? ¿Las pérdidas de fertilidad serán suficientes para eliminar a las poblaciones, o unos pocos individuos fértiles pueden mantener a las poblaciones en funcionamiento? En este momento simplemente no lo sabemos. Necesitamos más datos», señala el líder de esta investigación.
Para ayudar a abordar esto, los investigadores proponen otra medida de cómo funcionan los organismos a temperaturas extremas que se centran en la fertilidad, lo que han llamado el “Límite de Fertilidad Térmica” o «TFL» (su sigla en inglés).
«Creemos que, si los biólogos estudian los TFL y los CTL, podremos determinar si las pérdidas de fertilidad causadas por el cambio climático son algo de qué preocuparse, qué organismos son particularmente vulnerables a estas pérdidas de fertilidad térmica y cómo diseñar programas de conservación. Eso permitirá a las especies sobrevivir a nuestro clima cambiante”, en opinión de Price.
«Necesitamos investigadores de todo el mundo que trabajen en sistemas muy diferentes, desde peces, coral, flores, mamíferos y moscas, para encontrar una forma de medir cómo la temperatura afecta la fertilidad en ese organismo y compararla con estimaciones de la temperatura con la que mueren o dejan de funcionar», urge el Doctor Price.
El trabajo se llevó a cabo en colaboración con científicos de la Universidad de Leeds, la Universidad de Melbourne y la Universidad de Estocolmo y fue financiado por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente del Reino Unido (NERC).