Las baterías, los autos eléctricos y los sistemas de almacenamiento de energía, han convertido al litio en un elemento crítico y esencial para nuestra vida cotidiana. El litio es uno de los metales más importantes del siglo XXI, uno de los recursos que más interés despierta en el mundo, y que genera grandes expectativas con respecto a su futuro. Argentina, Bolivia y Chile poseen más de la mitad de las reservas mundiales de litio.
De acuerdo con cifras del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), Argentina contribuyó con más del 13 % de la producción mundial de litio en 2017, lo que la ubica en tercera posición en el ranking mundial, después de Australia y Chile. Diversos analistas de mercado esperan que se convierta en el mayor exportador de este metal durante la próxima década.
Las provincias de Catamarca, Jujuy y Salta (ver gráfico), concentran las reservas de litio de Argentina y aspiran a catalizar los efectos virtuosos de la explotación de este elemento, como la atracción de inversiones, incremento de los recursos fiscales, generación de conocimiento y creación de empleo en los distintos procesos productivos alrededor de la cadena de valor, entre otros.
¿Cuáles son los desafíos para la región?
Chile, Bolivia y más recientemente Perú, integran la lista de países de nuestra región que, como Argentina, también cuentan con importantes reservas de este recurso. Estos países enfrentan un enorme desafío para lograr que la extracción y el uso del litio se traduzca en un instrumento efectivo para el desarrollo sostenible, inclusivo y de largo plazo a nivel local y regional.
La escalabilidad de los proyectos de litio, tanto de explotación como de mayores eslabonamientos alrededor de la cadena de valor, plantean importantes desafíos ambientales y sociales. Por ejemplo, urge avanzar en el diseño de una correcta contabilidad e internalización de los retos impuestos por nuevos y grandes proyectos. Todo ello, en un contexto, en el que teléfonos celulares, dispositivos electrónicos, autos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía, avanzan a pasos agigantados e imponen una presión constante por lograr el acceso estratégico a esta importante materia prima.
Lo anterior implica la generación de conocimiento técnico especializado e intercambio de mejores prácticas alrededor de la cadena de valor del litio, tanto de sus procesos de extracción, comercialización y eslabonamientos productivos, así como de los desafíos ambientales y sociales.
En busca de soluciones innovadoras para el desarrollo del sector
Es por ello que, desde el 2017, el BID trabaja de la mano con el gobierno de Argentina para intercambiar ideas y visiones sobre algunos de los principales retos del sector. Recientemente, publicamos el estudio Litio en la Argentina: Oportunidades y desafíos para el desarrollo de la cadena de valor, como un primer esfuerzo que busca apoyar la capacidad regional para identificar soluciones innovadoras que den respuesta a los nuevos -y viejos- desafíos de este sector.
Las condiciones naturales benefician a Argentina con este recurso, y las expectativas generadas con respecto a su futuro inmediato señalan el potencial para convertirse en el principal productor mundial. Sin embargo, existen grandes restricciones por el lado de la oferta a la puesta en marcha de nuevas operaciones, las cuales dificultan el acompañamiento del rápido crecimiento de la demanda.
De acuerdo con el nuevo reporte liderado por el BID, el retraso en la puesta en marcha de nuevas operaciones en los salares del noreste de Argentina está restringido por la dinámica de las actividades de explotación, las pruebas piloto, la construcción de pozas, la instalación de plantas de procesamiento y la calibración de los procesos necesarios para obtener el carbonato de litio, procesos que actualmente podrían demorar hasta diez años. Pero todo desafío trae consigo una nueva oportunidad que permita el desarrollo efectivo de eslabonamientos productivos, incluyendo los de naturaleza científico-tecnológica.
Fortalecimiento de la gestión estratégica
El apoyo del BID en torno al litio no culmina con la presentación de este reporte. Por el contrario, se expande para apoyar a la Argentina y a otros países de la región que cuentan con este recurso, entre ellos, Bolivia, Chile y Perú. Por ejemplo, a través de la iniciativa de Bienes Públicos Regionales, el banco moviliza recursos humanos y financieros para fortalecer la capacidad de gestión estratégica regional para el desarrollo de la industria del litio.
La iniciativa plantea la generación de una plataforma de relacionamiento permanente en igualdad de condiciones, producción de conocimiento técnico especializado e intercambio de experiencias alrededor de la producción y explotación del litio. Se busca, mediante un proceso colaborativo multiactor, la construcción de una agenda común de desarrollo, poniendo especial énfasis en la superación de los desafíos de productividad y sostenibilidad presentes a lo largo de la cadena de valor del litio.
Columna publicada originalmente en Blog del BID