Algunos llaman a esta aplicación el “Waze de las bicicletas”. Nació en Chile como una idea propia de dos arquitectos, ha sido desarrollada tecnológicamente en Uruguay y muy pronto será lanzada oficialmente. Su objetivo principal: mejorar la experiencia ciclista y brindar mayor seguridad al conducir en las calles.
Los dos fundadores de la startup chilena Bikelite son arquitectos. Para ellos, la ciudad no es para nada ajena. Y cuando la observaban, se dieron cuenta que no hay, en general, una infraestructura de calidad y si existe, no tiene mucho mantenimiento. Además, hay falta de educación, de convivencia vial y poco respeto de los automovilistas y de los demás vehículos mayores hacia la bicicleta. Y como los problemas son oportunidades, desarrollaron una aplicación digital que muestra rutas específicamente pensadas para los ciclistas, ofreciendo mayor seguridad. Así nació Bikelite, una plataforma que ha sido desarrollada en Uruguay por la compañía Código del Sur.
Bikelite recibió en 2016 un primer estímulo de 20 millones de pesos al ganar el Desafío Metropolitano, un concurso creado por la Intendencia de Santiago de Chile. También ganó en 2017 el concurso regional SAP Innomarathon, que invitó a empresas emergentes y startups de Argentina, Perú, Chile, México, Colombia y Brasil a desarrollar y exponer soluciones urbanas a problemas cotidianos de los ciudadanos.
LA Network dialogó con Paulina Barría, CEO y fundadora de la empresa, para conocer detalles de la gestación de esta idea y cuáles serán los siguientes pasos para su masificación.
¿De dónde surge la idea de esta aplicación?
Generalmente, en las ciudades latinoamericanas la gente se tiene que desplazar grandes distancias para llegar a su lugar de trabajo y esto implica que tiene que tomar transporte público. Entonces las rutas que conoce generalmente son las rutas del transporte público, no sabe que hay toda una red de calles que están desaprovechadas durante la mayor parte del día, que son seguras, donde no pasan buses, donde no hay autos que vayan a gran velocidad y que se pueden integrar a este sistema, generando así una especie de ciclorruta digital para los ciclistas. Lo que estamos haciendo es integrar las rutas que ya tenemos identificadas con nuestro algoritmo y las vamos a potenciar, les vamos a decir a las personas cuándo pueden bajarse del transporte público para tener un medio más rápido, más económico y seguro.
¿Qué cifras y estimaciones avalan la plataforma?
Usted tiene que considerar que en Santiago el promedio de desplazamiento son 7 kilómetros en transporte público y las personas se demoran 84 minutos, esto dicho por otra aplicación que lleva mucho tiempo en el mercado. El viaje en bicicleta lo calculamos nosotros el 2 de abril, a través de una medición llamada MEMT (Medición Eficiencia Modos de Transporte) y que este año se hizo en toda Latinoamérica. En bicicleta esa misma distancia la recorres en 22 minutos y no pagas nada, estás haciéndole un bien a la ciudad, estás haciéndote un bien, pero también hay un tema: hace poco se aprobó en Chile la Ley de Convivencia Vial que disminuyó la velocidad y obligó a los ciclistas a ir por la calle y no por la vereda (o acera), pero tiene que haber las condiciones para que vayan por la calle. Eso es lo que estamos haciendo nosotros a través de esta aplicación y en el futuro a través de unos dispositivos IoT, que en este momento estamos desarrollando. El primero de ellos es un guante que te permite manejar con manos libres porque te va indicando dónde tienes que doblar y te permite también señalizar los virajes a través de un botón.
En el caso de la aplicación lo que hace el algoritmo es identificar las calles seguras.
Mejor, identificar las ciclovías, los parques y las calles de baja velocidad o tranquilas, y evitar las avenidas de alta velocidad o que son muy transitadas, donde corren buses u otros vehículos motorizados.
Recientemente Buenos Aires incorporó Google Maps para mejorar esta experiencia ciclista. ¿Qué diferencia o ventajas tiene su aplicación en relación con esta tecnología?
Mucha. El algoritmo de Google lo que hace es llevarte entre dos puntos en el menor tiempo posible, pero nuestro problema no es el tiempo, nuestro problema es la seguridad y la experiencia del usuario. Nosotros incorporamos ya en esta primera etapa, en este primer piloto que estamos desarrollando en Santiago, cinco tipos distintos de bicicleta: una bicicleta urbana, una bicicleta de montaña, una bicicleta de pista o de ruta, una bicicleta eléctrica y otros medios como scooter, skate, silla de ruedas… la aplicación la tratamos de hacer inclusiva desde un primer momento en el sentido de que más gente la empiece a usar. Por ejemplo, una persona que va en una bicicleta de ruta tal vez va a ir por una calle segura, pero que es de adoquines, eso no va a ser una buena experiencia para esa persona; en cambio, una bicicleta de montaña perfectamente puede pasar por una calle de adoquines. Entonces, hasta eso tú vas a poder escoger ahora a través de la aplicación.
¿Y cómo ha salido el periodo de prueba de la aplicación?
Hemos tenido mucho éxito, hemos tenido ya 5 mil descargas en 10 países que tenemos funcionando, porque tú la puedes descargar y usar en cualquier lugar del mundo.
¿Cómo se ha enterado la gente que la aplicación ya existe?
Bueno, nosotros participamos en el Foro Mundial de la Bicicleta, ahora vamos a hacer una especie de lanzamiento en Google Play; pero, por otro lado, nosotros manejamos cinco mil ciclistas mensuales a través de distintos colectivos que nos apoyan como Arte Bike, los ciclistas de Maipú, de Peñaflor, entonces ahí hemos aprovechado nosotros para informar, pero todavía no hemos hecho un lanzamiento grande porque todavía no hemos lanzado la aplicación en Google Play.
¿Y ya han tenido algunas experiencias positivas compartidas por los usuarios iniciales?
Muchos ciclistas nos dicen que la aplicación les ha cambiado la vida. El otro día fueron de la empresa SAP, porque en 2017 nos ganamos un premio de innovación y fueron a hacernos una entrevista para ver qué había pasado con el premio. Yo tuve que contactar a unos muchachos que descargaron la aplicación y me tocó el caso de Asdrúbal Hinojoza, un venezolano que vive hace un año en Chile, se compró una bicicleta, ahorró todo un mes porque le salía muy caro el transporte público y el sueldo que le daban que no era muy grande, entonces él para ahorrar compró la bicicleta. El primer día que salió en la bici, también sin conocer las calles chilenas, sintió que era tan agresivo el transporte en Chile, que buscó una aplicación que le ayudara a conducir mejor y nos descubrió y le cambió la vida. Te digo, es un tema para nosotros muy enriquecedor y la aplicación viene con muchas más cosas porque queremos involucrar más a la comunidad: vamos a tener tres categorías distintas de ciclistas para mejorar todo el tema que tiene relación con la ciclovía. Vamos a tener unas ciclistas mujeres en Chile que van a ser tu acompañamiento cuando quieres empezar, cuando tú quieres salir del transporte público y no has rodado en bicicleta muchos años, y ellas te van a enseñar dónde no ponerte detrás de un bus, qué es un punto ciego, cuáles son las mejores calles, las mejores rutas y van a ser complementarias a la aplicación.
Similar eso que nos dice al proyecto “Yo te Cuido” en México, donde acompañan a la gente que apenas está aprendiendo a conducir bicicleta…
Ese no lo conocía, pero nosotros nos basamos en los Bici Ángeles, que es una organización brasilera que conocimos en el primer Foro de la Bici y vimos la idea, y dijimos esto es muy bueno y hay que incorporarlo. Además, vamos a tener unos scouts o rastreadores, gente que va a ir continuamente mejorando las rutas, descubriendo nuevas rutas y viendo si efectivamente en este o aquel lugar hay un hoyo, en este otro no… mejorando la ruta. Y vamos a tener también una red de bicimecánicos móviles que ya están probados con éxito en ciudades como Bogotá
¿Cuándo estrenan oficialmente la aplicación?
Si le soy súper franca, esto ha salido con mucha sangre, sudor y lágrimas, porque yo tuve que vender mi casa para hacer esta aplicación, pero tanto creo en esto que aquí estoy…recién ahora nos ganamos un premio y tenemos todavía que pagarles a nuestros desarrolladores para que quede todo, pero ya está listo, pronto lo haremos.
¿Y ya han encontrado ángeles inversionistas?
No, ese es otro problema de Chile: no existe capital y hay poca inversión en I+D, entonces es muy difícil desarrollar tecnología en Chile. Y lo otro, en el tema de seguridad vial, a pesar de que es un tema relevante, es el 2.5 del PIB de Chile. Para la institucionalidad no es un problema.