Andar en bicicleta es fácil y cuando se aprende a temprana edad es mucho más rápido el aprendizaje, pero lo que ocurre muchas veces es que como pa/madres nos preocupa que nuestros/as hijos/as salgan solos a la calle en bicicleta porque la avasalladora circulación de vehículos motorizados torna riesgosa y dificultosa la hermosa experiencia de pedalear.
En este contexto nos preguntamos entonces si es necesario tener infraestructura ciclista en nuestras ciudades, y la respuesta en mi opinión, es que es tan importante tenerla como también tener espacios de convivencia donde los automóviles sean invitados, pero no con privilegios, sino que los privilegiados sean quienes se ven más vulnerables, como peatones y ciclistas, y de todas las edades.
Hay muchas maneras de construir infraestructura ciclista, no hay una sola forma de ver el ciclismo urbano como movilidad activa, porque andar en bicicleta tiene muchos matices y lo que se busca precisamente es que las personas anden en bicicleta, y aquellos/as inexpertos/as se animen a hacerlo en un espacio apropiado.
Empoderar a la bicicleta no es cuestión de poner en riesgo a quien la usa para demostrar que se puede andar por cualquier lado, sino brindar herramientas para que la gente use más la bicicleta, ya sea por una ciclovía o por calles de convivencia, y ambas opciones son viables y deben ser respetadas y aceptadas si las usamos en el contexto apropiado y en función del flujo vehicular de cada calle.
Mi posición respecto a este tema es muy clara, y con esto no quiero meterme en el debate entre los pro-ciclovía y los que están en contra de ellas, las ciclovías son una excelente herramienta de pacificación del espacio para brindarle a muchas personas una posibilidad de salir a la calle con su bicicleta, pero a la vez creo que es necesario modificar la infraestructura vial de las ciudades para dificultarle el camino a quienes desean usar el auto y que quienes nos sintamos con algo más de experiencia arriba de la bici podamos hacer uso de la calzada libre y empoderar a la bicicleta otorgándole un espacio más de circulación, y ahí estaríamos desplazando al auto en toda su magnitud, permitiendo que haya ciclistas expertos y otros/as que no tengan todavía la experiencia suficiente para mezclarse con los autos, hasta que un dia decidan que es hora de hacerlo.
Las ciudades cambian y debemos ir adaptándonos a esos cambios, hacer y deshacer es parte de la planificación urbana y creo que debemos darnos un lugar para reflexionar sobre lo que queremos. ¿Queremos ver mas bicicletas en la calle o solo queremos empoderar a unos cuantos en desmedro de otros que también quieren pedalear y no se animan a hacerlo?
Una ciudad ciclista es aquella que piensa en todas las alternativas posibles para que mas gente se sume a esto de pedalear, y en las ciudades donde estamos creciendo incipientemente en esto del ciclismo urbano no podemos darnos el lujo de dejar afuera a una porción de la torta que con el paso del tiempo va a sumar más ciclistas en la calle.
Si quienes andamos en bicicleta nos juntáramos para diseñar una ciudad para todos/as, en lugar de debatir sobre quien tiene más poder sobre el otro, el tiempo ira cambiando la realidad de nuestras ciudades y el auto paulatinamente irá perdiendo espacio casi naturalmente, no sin antes haber transitado un proceso de cambio que todos debemos afrontar, y esta en todos/as nosotros/as poder hacerlo en armonía y equilibrio.
No estoy en contra de las ciclovías, estoy a favor de ver más personas andando en bicicleta.
¡Salud y buena vibra a la bici!