Este artículo está escrito por Andrés Alcalá, Ejecutivo Principal de la Dirección de Análisis y Evaluación Técnica de Infraestructura, y Bárbara Zamora, Ejecutiva de la Dirección de Análisis y Evaluación Técnica de Desarrollo Sostenible de CAF
Gran parte de las ciudades latinoamericanas han experimentado un crecimiento territorial acelerado, con importantes consecuencias no solo en el acceso a los servicios que ofrece la ciudad, como agua potable, saneamiento, transporte o espacio público, sino también a todas las oportunidades que hacen a la ciudad atractiva, como educación, empleo, recreación y salud. Esta expansión, que en la mayoría de los casos ha sucedido de manera desordenada y con un mayor crecimiento de la huella urbana, genera ineficiencias e inequidad en el territorio, limitando el acceso de los ciudadanos que se encuentran más alejados al centro de la ciudad.
Al existir expansión en el territorio urbano, lo ideal es poder proyectar la tasa de crecimiento y así pensar en medidas que permitan planificar y ordenar la expansión. La respuesta más habitual en las ciudades latinoamericanas ha sido pensar en formas de conectar el centro de la ciudad con la periferia, lo que ha tenido como contrapartida centros congestionados y un deficiente acceso a oportunidades para los ciudadanos que viven lejos del mismo. No obstante, existen instrumentos urbanos –como la creación de centralidades urbanas- que se pueden utilizar para consolidar, ordenar y fortalecer nuevos centros urbanos en el territorio. Pero ¿qué son las centralidades urbanas? No son más que espacios multifuncionales y autosuficientes que se ubican en distintos puntos de la ciudad y buscan balancear la distribución de equipamientos, empleo, vivienda y reducir los costos de desplazamiento. Para llevar adelante un sistema de centralidades urbanas es necesario trabajar en el fortalecimiento de la planificación urbana y en una estrategia de movilidad. Adicionalmente, en la última década se ha venido desarrollando diversas herramientas de planificación e intervención en movilidad como los Desarrollos Orientados al Transporte Sostenible, el urbanismo táctico, y/o las calles completas, que conjuntamente con la planificación del uso del suelo, pueden fortalecer la decisión de las administraciones de descentralizar las actividades de la ciudad.
Desde CAF, venimos trabajando con el municipio de Jaraguá do Sul (Brasil) a través de inversiones estratégicas que quiere llevar adelante el municipio. Jaraguá do Sul se encuentra en el Estado de Santa Catarina y ocupa un área territorial de 529,5 km², cuenta con una población de 174.158 habitantes (IBGE 2018), con una densidad demográfica relativamente baja de 328,9 hab/km² y una tasa de crecimiento poblacional de 2,8% por año.
La evolución del crecimiento urbano se dio por la formación de núcleos aislados, además de una expansión a lo largo de las orillas de los principales ríos (Jaraguá e Itapocú). La configuración urbana es altamente influenciada por una vía vehicular principal (BR280) y una línea ferroviaria que se extienden a través de la ciudad y parte del centro histórico, cortando el perímetro urbano, y que está asociada a una circulación desconectada entre los barrios y el centro. La malla urbana se propagó y dejó un escenario marcado por una cierta fragmentación espacial. En ese sentido, las barreras geográficas y físicas moldean la configuración de la ciudad y la red vial que la sirve. Es precisamente esta condición que marca las prioridades del municipio en las necesidades de accesibilidad y mejoras en la conectividad de la red. La ciudad no cuenta con un sistema de transporte público o transporte no motorizado eficiente -dada la sobreoferta de rutas, recorridos extensos e irregulares y la falta de conectividad en la red de ciclo vía-, a lo largo de los últimos años esto ha representado un factor de deterioro, en la reducción de la accesibilidad y el aumento de tiempo de los desplazamientos cotidianos a causa de la congestión diaria.
A pesar de haberse llevado a cabo importantes esfuerzos en la consolidación de diversos planes urbanísticos, de movilidad y de saneamiento, cuyos resultados se reflejan claramente en nivel de desarrollo que presenta el municipio, existe todavía una importante necesidad de mejoras en estas áreas, siendo especialmente notable las dificultades presentes en la accesibilidad para aquellas personas que acostumbran desplazarse a pie, en vehículos no motorizados, o en transporte colectivo, por la falta de aceras, ciclovías, o la deficiencia en su señalización, iluminación y en el mobiliario urbano para permitir que estos desplazamientos se produzcan de manera segura.
Por otro lado, debido al gran crecimiento en los bordes de la ciudad, la provisión de infraestructura y servicios públicos como agua, saneamiento, drenaje y deterioro en la infraestructura vial y urbana, ha sido un desafío para la gestión municipal. Del mismo modo, se destaca el deterioro del equipamiento urbano y la escasez de espacio público en la ciudad.
Por lo tanto, para revertir este proceso y mejorar la situación de desbalance territorial que se refleja en el suministro de servicios, empleo, áreas verdes, espacio público, entre otros, la estrategia prevista por el municipio es generar nuevas centralidades urbanas, pensadas en base a las características espaciales, históricas y culturales que ya existen en la ciudad.
Para consolidar y buscar el éxito de estas nuevas centralidades, medido en una mayor actividad económica y de ocio desarrollada de forma descentralizada, es importante garantizar el acceso a las mismas a través de transporte sostenible primordialmente. Desde la óptica de movilidad sostenible los objetivos se centran en la reducción de los tiempos de viaje, así como el menor uso del vehículo privado sustituyéndolo por modos públicos colectivos o no motorizados. En adición a lo anterior y para promover un reparto modal más sostenible, es importante tener en cuenta la motivación de los viajes de la población, entendiendo que son los viajes con motivo trabajo o educación los mayoritarios y los que de alguna forma determinarán la consolidación de una nueva centralidad si se conforma con esta mezcla de usos y actividades.
Para apoyar este proceso de desarrollo urbano, CAF ha aprobado recientemente en el marco de la Iniciativa Ciudades con Futuro un financiamiento de hasta USD 50 millones para el Programa Avanzar – Desarrollo y Recalificación Urbana Sostenible de Jaraguá do Sul – que tiene por objetivo la generación y actualización de planes para crear las nuevas centralidades urbanas a través de la ampliación de cobertura y mejora de la calidad de los servicios públicos, estableciendo objetivos de renovación urbana (expansión y revitalización de parques, zonas de ocio y deportivas), rehabilitación del sistema de conectividad, nodos de transporte y transporte urbano (pavimentación, ampliación de red de ciclovías, entre otros) y expansión del sistema de alcantarillado con una visión de gestión de riesgo de desastres ante inundaciones y/o crecidas de sus ríos.
Ejemplos como el presentado muestran que una ciudad cuenta con distintos instrumentos de planificación a su alcance y si la priorización de infraestructura viene de la mano de un análisis espacial que permita identificar dónde se encuentran las oportunidades y entender cuáles son los obstáculos que impiden esa conexión física es posible aportar a una mejora en los niveles de inclusión y productividad en las ciudades de América Latina.
Artículo publicado originalmente en el blog Visiones de CAF