Expertas y activistas, en su gran mayoría, llaman a la acción para evitar los retrocesos en todos los aspectos relativos a la igualdad de género.
La Asamblea de Mujeres del Foro Urbano Mundial 10 (WUF10) en Abu Dhabi, encendió de nuevo la alerta sobre la situación de las mujeres en las ciudades: pobreza, desigualdad, violencia y una especie de retorno a la “invisibilización”, son los elementos de un llamado mundial por la igualdad de género.
Este fue uno de los primeros espacios de deliberación del Foro Urbano de ONU Habitat que, en esta versión, a cumplirse entre el 8 y el 13 de febrero, tiene como lema ‘Ciudades de oportunidades: conectando cultura e innovación’ y contará con la participación de más de 18 000 asistentes y 450 conferencistas para abordar las diversas experiencias que conduzcan a la sostenibilidad de las ciudades del mundo.
Allí, la argentina Ana Falú, Asesora del Grupo Género e Inclusión de ONU Mujeres y ONU Habitat, puso alto el tono en sus reclamos para que no haya un retroceso en el camino de la igualdad.
“Creo que estamos en un momento crítico, también está asamblea ha mostrado que en este momento -y esto es preocupante- estamos empezando hablar de inclusión social y de derechos humanos; pero estamos volviendo a invisibilizar a las mujeres y a incluirlas como una categoría más, como la categoría de mujeres, niños, juventud, discapacitados, como si esas mismas no estuvieran transversalizadas a su vez por las mujeres”.
Falú señaló que en lo que respecta a América Latina se vive una evidente contradicción social y política, ya que mientras los gobiernos “conservadores” retornan a esquemas éticos y morales ya superados -aunque ella enfatiza en el político más que en el religioso-; las mujeres son protagonistas de primer orden en las expresiones sociales más recientes en las que reclaman por sus derechos a la seguridad, en la decisión sobre sus cuerpos, a la sexualidad, a la educación, “a ganar igual por igual en el trabajo. Estamos con las mujeres en las calles siendo nuevos sujetos políticos emergentes en nuestra América Latina”.
En este mismo sentido se pronunció Marta E. Juárez Ruiz, Embajadora Plenipotenciaria del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y ONU Habitat.
La costarricense expresó que hay que insistir en la exposición de las desigualdades y la pobreza a las que están expuestas las mujeres y que no permiten alcanzar ni siquiera la satisfacción de las necesidades básicas.
De hecho, organizaciones internacionales como Oxfam, que trabajan por la equidad de género en el mundo, indican que existen “700 millones menos de mujeres que hombres con trabajos remunerados”.
De allí que Juárez Ruiz haya hecho un llamado a la acción colectiva sobre la desigualdad. “Compartir la problemática, buscar soluciones conjuntas no solo a nivel de gobierno. Trabajar de una forma integrada, con un enfoque integrado ya que todo está interrelacionado. Por eso hablo de la sinergia, es más interesante ver las sinergias”. Para la embajadora, sin embargo, los asuntos críticos actuales de las mujeres no pueden exponerse sin incluir aspectos como el cambio climático, que estaría obligando a las mujeres a una movilización por los recursos, por agua, por alimento, “por mejores condiciones de vida para sus familias”.
En este aspecto puso como ejemplo a su país en el que el 53 % de la cobertura boscosa que tiene el territorio costarricense estimula que las mujeres no se vean obligadas a dejar sus comunidades y desplazarse con unas condiciones de vida precarias.
En ese llamado a la acción, la costarricense y la argentina coincidieron plenamente. Aunque Falú insistió en la obligación de la organización para la construcción incluso de múltiples agendas para responder a lo que llama “la instalación del temor”. Manifiesta que hay una sociedad patriarcal que desea que las mujeres regresen a sus casas donde, explicó, son donde más violencia sufren.
Precisamente sobre el crítico tema de la violencia que sufren las mujeres, la argentina denunció unas nuevas formas en las que se pretende, “un colonialismo” sobre los cuerpos de las mujeres, para, según la experta, “poner límite a esa libertad que las mujeres estamos conquistando en el terreno de lo público”.
Sin embargo, otras voces creen que no es posible darle prevalencia a un tema u otro en relación con la equidad de género en las ciudades latinoamericanas y del mundo, sino que es necesaria una mirada más integral de este reto.
Así lo considera Alex Munive, Responsable Global de Igualdad de Género e Inclusión de la ONG Plan Internacional, que desde hace más de ocho décadas opera en 80 países y que en la actualidad adelanta como uno de sus proyectos más importantes el de ‘Ciudades seguras para niñas’.
“Pensamos que no es posible jerarquizar, sino tomar la niña o mujer como un todo. Entonces todos los aspectos son importantes para las niñas. Uno puede pensar que la seguridad es importante, que su voz en la gobernanza es importante, pero tratamos de tener una respuesta holística donde miramos a las niñas como un todo. Entonces trabajamos su voz en la participación, seguridad en espacios públicos, también seguridad en el transporte público, como algo holístico”, indicó.
Destacó, y en ese concepto coincidió con Falú y Juárez Ruiz, que la Nueva Agenda Urbana, si bien señala un norte claro para resolver los enormes retos de las mujeres (hay un Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS específico, como el número 5); es necesario pasar de los diagnósticos y las metodologías que consideró disponibles en amplitud, a la acción.