En la capital colombiana el 79 % de material particulado lo aportan los vehículos y el 21 % lo emiten las industrias.
Las medidas preventivas y restrictivas tomadas por la Alcaldía de Bogotá en las últimas tres semanas han permitido que se lograra una disminución del 47 % en promedio en los índices dañinos de calidad del aire.
“Desde el 6 y hasta el pasado 17 de febrero que se mantuvo la alerta amarilla en la ciudad, hubo una mejoría notable en la calidad del aire. El material particulado disminuyó en toda la ciudad un 47 % y en la zona de Carvajal-Sevillana, donde se reportaba la peor calidad del aire, bajó un 28 %”, de acuerdo con los datos entregados por Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente.
La tendencia a la baja del material particulado, en parte según lo revelado por la Alcaldía, se debió a la restricción de vehículos de carga, que generan el 38.5 % de las emisiones de fuentes móviles, en el polígono donde se declaró la alerta amarilla. Además, las condiciones climáticas y la dirección de los vientos han sido favorables ayudando a la reducción de gases atmosféricos.
“La contaminación del aire propicia que cuatro millones de personas mueran en el mundo todos los años y en Bogotá tenemos alrededor de 2 000 muertes anuales. Todos tenemos que poner de nuestra parte para mejorar la calidad del aire en la ciudad”, agregó Urrutia.
Los niveles de concentración de contaminantes en la media móvil en un promedio de las últimas 24 horas pasaron de 25.3 a 13.3 microgramos por metro cúbico. Por su parte, los usuarios de Transmilenio (el sistema BRT de la ciudad) están respirando un mejor aire. El material particulado conocido como PM 2.5 se redujo en cerca de 50 % al interior de los articulados, debido a la renovación de la flota de buses y al uso de mejores combustibles.