Entre polémicas por las decisiones de los mandatarios nacionales y los esfuerzos por establecer capacidad para los días más altos de la curva.
Un mes después de que el primer caso de covid 19 se presentara en Latinoamérica, lo que ocurrió el 26 de febrero en Brasil, el viernes 27 de marzo cerró para la región con un total de 11.366 personas infectadas y un triste número de 225 víctimas, según el reporte (8:27 p.m.) del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE, por sus siglas en inglés) de la Universidad Johns Hopkins.
Un brasilero de 61 años quien había realizado un viaje a la torturada Italia fue reportado en la ciudad de Sao Paulo junto a 200 pasajeros más en su vuelo, fue el primer caso reportado en este lado del mundo, cuyas ciudades y gobiernos nacionales han tratado de contener la expansión del contagio -en medio de sus evidentes falencias estructurales, científicas y económicas-; y de una lucha entre las medidas más estrictas y la necesidad de mantener las economías a flote, lo que no ha evitado que ya el Fondo Monetario Internacional (FMI), haya declarado justo anoche, la entrada del mundo en recesión económica.
La última semana, en la que Latinoamérica pasó de 3.976 contagiados el martes a los más de 11.000 de este viernes, estuvieron marcadas marcadas por intensas polémicas protagonizadas por presidentes como el mexicano Andrés Manuel López Obrador, el brasilero Jair Bolsonaro y en menor medida, el ecuatoriano Lenin Moreno; quienes fueron objetos de fuertes críticas por no tomar medidas más drásticas como la cuarentena total y obligatoria, y por tratar de mantener a sus economías más o menos activas.
En el caso de López Obrador, el desenfado con que ha recibido la pandemia, le valió el reclamo de diversos sectores que lo llamaron “irresponsable” por estimular a los mexicanos a salir y seguir su vida normal. En el caso de México, el cierre del viernes dejó una marca nefasta: por primera vez en la semana, este país tuvo un incremento superior a los cien contagiados -110 para ser exactos-, al pasar de 475 del jueves a 585 en la noche de ayer, un alto incremento para un territorio que había estado en un promedio de casos diarios de 56 enfermos más.
Pese a las críticas, el presidente López Obrador recibió el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS); quienes, a través de su representante en el país, calificaron de correctas y loables, las medidas y el manejo que el gobierno federal le ha dado a la pandemia en su territorio.
Por otra parte, en territorio brasilero, su presidente -que calificó al covid 19 como una “gripita”, también se enfrentó con las decisiones de los mandatarios del nivel regional en relación con las medidas de contención, en especial con el gobernador del estado de Sao Paulo, principal concentración de contagiados en el país de 209 millones de personas.
La semana para los brasileros tuvo su jornada más compleja entre martes y miércoles cuando se registraron un total de 703 infectados en menos de 24 horas. Luego el país se mantuvo en un promedio de 341 personas reportadas como portadoras del coronavirus para cerrar este viernes con un día impactante con 502 contagiados más que el jueves para un total de 3.417 casos confirmados y acercándose al centenar de víctimas, 92 muertes.
Por otra parte, Ecuador ha estado en la mira de la región debido a su alto número de contagiados en relación con su reducida población, fenómeno que se relaciona con el alto número de ecuatorianos que viven en España y que tradicionalmente visitan su país desde el mes de enero; a lo que se agrega la laxitud y el retraso de medidas drásticas -de hecho en las ciudades más afectadas no se ha decretado la cuarentena total sino un toque de queda entre las 2:00 p.m. y las 5:00 a.m. del día siguiente-; para contener la expansión de la pandemia.
Lamentablemente, Ecuador ocupa el segundo lugar en Latinoamérica en número de víctimas detrás de Brasil con 41 muertes reportadas al cierre de este viernes, una alta proporción como se dijo, en relación con el tamaño de su territorio y de su población. Entre martes y viernes, el promedio de contagiados en Ecuador fue de 183 personas por día con una jornada terrible entre martes y miércoles cuando se presentaron 434 casos confirmados en menos de 24 horas.
Este es un panorama de la región, previo al cierre del mes y cuando las autoridades esperan que se inicien las dos semanas más duras en las que el pico epidemiológico se alcanzará y el número de víctimas aumentará considerablemente.
Los científicos explican que las cuarentenas totales no detienen la propagación del virus pero sí hacen más lenta su propagación, por lo que se espera que los gobiernos y autoridades aprovechen el tiempo que este mecanismo otorga, para aumentar en calidad y cantidad el número de pruebas, en la implementación de acciones para aumentar la capacidad de atención hospitalario de los infectados y en tratar de concientizar a los ciudadanos latinoamericanos de aportar con disciplina en el propósito común.