El urbanismo social es una respuesta a la crisis de Latinoamérica en tiempos de pandemia

El urbanismo social es una respuesta a la crisis de Latinoamérica en tiempos de pandemia

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El arquitecto y urbanista Alejandro Echeverri, uno de los impulsores de esta estrategia que propuso la estética como proceso para alcanzar la equidad, presentó la décima versión del curso que tendrá a Monteverde, Governeur y Ojeda entre sus profesores.

El urbanismo social es una respuesta a la crisis de Latinoamérica en tiempos de pandemia
Centro Cultural en el barrio Moravia de Medellín.

El urbanismo social, esa ‘otra’ manera de ver la ciudad, donde el “urbanismo y la arquitectura son un medio muy potente para hacer transformaciones sociales profundas”, más allá de la obra física y que coadyuvó a la evolución de Medellín, iniciar un proceso -inacabado- de cambio y convertirse en propuesta para la equidad en Latinoamérica; está de regreso en la Escuela de Verano en la Universidad Eafit.

Y el curso llega a su décima cohorte inmerso en un contexto de crisis mundial y latinoamericana que ha golpeado en mayor medida a las comunidades vulnerables, a quienes habitan la llamada ciudad informal que, justamente el urbanismo social, pone en el centro de su acción para caminar hacia ciudades más humanas y cerrar unas brechas de inequidad que hoy más que nunca le plantan cara a la región.

Urbanismo Social 2020: ¿cómo construir territorios más justos?, es el título dado este año al curso que será virtual por esta ocasión y sobre el que se dialogó en el conversatorio ‘Urbanismo social en tiempos de crisis’.

Por ello no es casual que urbanistas latinoamericanos de la talla de Roberto Monteverde (Argentina), David Governeur (Venezuela) y Lautaro Ojeda (Chile), además de la ingeniera Pilar Goycoolea directora de la Fundación Urbanismo Social (Chile), quienes han marchado en sus trayectorias conectados e insistentes con el propósito del urbanismo social; sean profesores del curso en sus diez años.

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Fueron Monteverde y Governeur, junto a la exfuncionaria de Medellín, Claudia Restrepo; los invitados para el lanzamiento del curso, espacio virtual que fue moderado por Alejandro Echeverri, uno de los principales teóricos y practicantes del urbanismo social, y que sirvió para reflexionar y leer el concepto en el marco de la actual pandemia y en el que la coyuntura asoma como crisis y oportunidad a la vez.

“El tema que nos convoca hoy tiene que ver con el reto de hacer ciudades más incluyentes, el reto de construir ciudades más humanas, más próximas y de generar estrategias que donde converjan los problemas ambientales, de inclusión, de progreso social, con los temas espaciales de las ciudades”, recordó Echeverri para abrir el conversatorio en el que Monteverde, desde Rosario, insistió en que este es un momento en el que los presupuestos de las ciudades deben estar definidos nítidamente hacia el cierre de brechas.

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“La transformación de los sectores vulnerables para hacer una ciudad más incluyente necesita de inversiones muy fuertes, necesita de buenas prácticas, transparencia en la asignación de fondos, pero también necesita un cambio en hacia dónde van las inversiones y cuál es el monto de las inversiones para poder hacerla. Entonces, si esta es una cuestión solamente de voluntad de trabajar con la misma lógica de antes, me parece que el destino es que sigamos en el mejor de los casos igual o que las ciudades van a quedar más empobrecidas después de la pandemia y si no se hace nada la brecha de desigualdad va a ser mayor que la que teníamos”, indicó Monteverde frente a la cuestión de si la pandemia logrará cambios radicales en las urbes con herramientas como el urbanismo social.

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Por su parte, el urbanista venezolano David Governeur, radicado en Estados Unidos, insistió desde Boston en la necesidad de adelantarse al crecimiento de las ciudades informales para dotarlas de los elementos necesarios para el cierre de brechas.

El urbanismo social es una respuesta a la crisis de Latinoamérica en tiempos de pandemia
El arquitecto y urbanista Alejandro Echeverri, uno de los impulsores de esta estrategia que propuso la estética como proceso para alcanzar la equidad, presentó la décima versión del curso que tendrá a Monteverde, Governeur y Ojeda entre sus profesores.

En este sentido explicó que ya existen claves para superar retos de la aplicación de herramientas como el mejoramiento integral de barrios que requieren de importantes recursos de las ciudades para las obras, para la gestión predial en ciudades de Latinoamérica con territorio limitado. “Uno puede desarrollar con técnicas de buen paisaje, programas agroforestales de vegetación nativa en Medellín y a la vez tener frutales que generen toneladas de un fruto al año.  Con buena arquitectura se puede tener una industria de manufactura de mermeladas que apunten a la economía. No puede ser la protección del ambiente solo por el ambiente, no. El ambiente hay que utilizarlo como centro cívico, como recreación como activación económica y ahí es donde tenemos, como dice Claudia Restrepo, la oportunidad de transformar pedagógicamente a través del diseño, introducir temas ambientales”.

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Por su parte, Claudia Restrepo, quien trabajó en administraciones de Medellín durante procesos de urbanismo social, reflexionó desde un punto de vista filosófico sobre la visión de las ciudades inequitativas, acostumbradas a un confort que ha resultado bastante oneroso en términos de sostenibilidad y de justicia. Recalcó la importancia, el valor y el protagonismo que deben tener la cultura y los procesos culturales en la transformación de las ciudades. “Cuando uno emprende un proyecto urbanista o cuando uno emprende un proyecto de transformación de territorio y de ciudad con lo que trabaja es justamente con esa comunidad que no es un tercero ausente. Insisto mucho cuando acompaño lo social en los trabajos de grado de la maestría con ingenieros, arquitectos y urbanistas, que lo social del proyecto no es que tengamos a un gestor social o un antropólogo, sino que lo social es que cada uno de nosotros como disciplina tenemos que introducir la integralidad en la noción del urbanismo y de lo social en esa misma dinámica”.

El curso de Urbanismo Social de Eafit se inicia el próximo 27 de julio e irá hasta el 6 de agosto, periodo en el que los estudiantes compartirán con los profesores invitados conceptos como los expuestos y que responderá a reflexiones sobre “¿cómo fortalecer los procesos de los territorios y promover alianzas?, ¿cómo fortalecer entornos de solidaridad alrededor de proyectos urbanos integrales?, ¿cómo repensar la calle, el barrio y el hábitat como entornos de proximidad y de inclusión, pero también entornos de distanciamiento? y ¿cómo desde el diseño de planes, programas y proyectos se puede promover la integralidad?”.