Por Carlos Moreno
En el momento de la investidura de Donald Trump, la posverdad ha hecho una brutal irrupción en el destino de nuestras vidas con sus múltiples afirmaciones manipuladoras lanzadas en el espacio ubicuitario, y basadas esencialmente en la rumorología. Son propagadas masivamente por las redes sociales, apoyadas por las campañas de “likes” convertidas en autorealizantes y traídas por el efecto amplificador de los “algoritmos” y sus “filtros de burbuja”, gracias a la facilidad binaria del “me gusta”. En el siglo XX, la “propaganda de masas” Edward Bernays industrializó la “manipulación de los espíritus” con un modo operativo reflexivo, dando lugar al “marketing”, dirigiendo y desviando perfectamente las emociones a favor del beneficio de los industriales y los políticos. Frente a la post-verdad, el “fact checking”, como proceso de verificación sistemático de los hechos para contrastar los rumores, pena a imponerse.
En estos tiempos de hiperconectividad, convertir una verdad fáctica y objetiva, en una simple opinión del locutor, dando lugar preponderante al mensaje y a la manipulación de los hechos, es el desafío principal para los promotores de la posverdad. A través de las neo plataformas de generación de rumores y desinformaciones como las Breitbart se erigen en constructores de “valores de creencia” de masas.
Aprovechando el efecto complementario de la viralidad de las plataformas convertidas en omni-medios, como Facebook, Google y otras, la hazaña de estos promotores es dar a cada persona el sentimiento de ser única, de ser original, cuando en realidad, este fenómeno es impulsado por el desarrollo de un comportamiento masivamente homogéneo, detrás y a favor de un jefe autoritario, a quien además poco le importa en realidad la opinión de cada cual pues el actúa a su guisa.
Para poder ser combatida, esta deriva debe ser analizada en la convergencia de 3 nuevos fenómenos principales presentes en este decenio: la hiperfragmentación, la singularidad negativa y la hiperdata.
a) 30 años tras la caída del Muro de Berlín, 20 años tras el nacimiento de Internet, 10 años tras la aparición del Smartphone, y 2 años tras la popularización de internet de las cosas, lo que está dominando contrariamente a las apariencias, no es la hiperconectividad sino la hiperfragmentación. La humanidad nunca ha tenido tanta capacidad para comunicarse, y al mismo tiempo, el individuo nunca ha estado tan aislado. La actitud de “proximidad de lo desconocido” para citar a Levinas, el reconocimiento del Otro y la calidad de la vida social caracterizada por el altruismo y la trascendencia como fuente de inspiración, no se han producido todavía. En su lugar, asistimos a una forma de la desconexión humana, donde cada uno, recogido en sí mismo, se construye su propia verdad, fuente de manipulaciones. Más allá de la posverdad, este sutil sistema de creencias personales se ha venido a sustituir el pensamiento objetivo y al análisis racional de los hechos.
b) En un mundo en crisis que bascula mayoritariamente hacia las ciudades, hay una cultura de vida urbana que tiende a desarrollar la «singularidad negativa», la vida anónima, aislada en un no-lugar, impersonal y con una visión negativa de sí mismo y de los otros, con una baja auto estima, y dándole piso a una gran desconfianza en los otros. Es el fracaso de la capacidad de reconocerse en el Yo y en el Otro, quien es percibido como una amenaza. Luchar contra esta tendencia requiere una vida urbana creadora de vínculos sociales, de hiperproximidad, para que la burbuja de los filtros personales eclosione en beneficio de la mezcla con los Otros, generando la movilización y participación cívica. Necesitamos así un ciudadano integrado en un entorno de recursos inspiradores y creativos.
c) En la hora del Big Data, uno de los efectos constatados en este decenio del siglo XXI es la presencia masiva del hiper data, los datos que escapan a su calidad intrínseca de simple medida bruta, de indicadores a racionalizar, a comprender en el contexto de su producción, volviéndose sin mas, generadores de comportamientos y motor de tendencias. El hiper dato son los datos – rumores de masas transformados en fake news, convertidos en tendencia, (Trend Topic y ultra plebiscitados). Se trata de una fuente que por esencia ahí que verificar, tratar, analizar y comprender, y que sobrepasa todas estas etapas racionales para ser erigida como “verdad innegable”, propagándose por todas partes, y que vivirá su vida como una herramienta, ahora poderosa, de esta nueva guerra de culturas sin compasión en la que estamos, por todo el mundo, confrontados.
Pérdida de confianza, interacción emocional y ausencia de comprensión de los hechos y del contexto se convierten en el motor de las acciones colectivas, dando lugar a situaciones donde los resultados son imprevisibles, como lo vemos en el caso del Brexit, de la elección de Donald Trump, del triunfo del No al Acuerdo de Paz en Colombia.
El combate será largo y arduo. Hay que afrontarlo con lucidez pero con compromiso y sin tardar, pues es indispensable, porque se trata de la calidad de nuestras vidas y sobre todo de la de las generaciones por venir.
“Texto original publicado en francés para el diario La Tribune.
Versión en español para el Portal I-AMBIENTE con traducción de @Guille_Mas.
Cortesía de Carlos Moreno para su publicación en LA Network, en particular para los lectores de América Latina.
Deseándole un feliz año 2017 a LA NETWORK y a todo su público”