Es un hecho. Año tras año la actividad del hombre está provocando que el clima del planeta aumente y ello hizo de 2016 el año con las temperaturas más altas de la historia reciente.
La Organización Mundial de Meteorología (OMM), entidad adscrita a Naciones Unidas, informó que la temperatura global el año pasado aumentó 1,1 grados centígrados en relación con el registro de la era preindustrial y además fue 0,07 grados más alta que en 2015, que había sido hasta ahora el año más caluroso.
Pero hay otro detalle que hace más complejo aún al año 2016: no fue solamente el más caluroso desde que se mide la temperatura global en 1880, sino que ocho de sus 12 meses, desde enero hasta septiembre -con la excepción de junio- fueron los más calurosos de la historia.
La OMM recogió para su informe los datos de la NASA, la Agencia Nacional de Océanos y Atmosfera (ANOAA) de Estados Unidos, el Centro Europeo Copérnico y el Instituto Meteorológico de Gran Bretaña.
“En general, se registraron temperaturas récord anuales y temperaturas mucho más cálidas que las promedio en partes de cada cuenca oceánica importante. El calor récord del año fue especialmente notable en las aguas del Pacífico norte cerca de Alaska, el Mar de Bering, partes del Pacífico meridional y occidental, partes del Atlántico centro-occidental”, señala el informe de la OMM.
Según el Análisis Regional Global de la Agencia Nacional de Océanos y Atmosfera (ANOAA), también los seis territorios continentales tuvieron por lo menos una temperatura entre cinco primeros anuales, con América del Norte experimentando su temperatura anual más alta desde que los registros continentales comenzaron en 1910.
América del Norte registró un récord cálido para el 2016, superando el récord de temperaturas altas de 1998 de 0,33 ° C (0,59 ° F). Este calor vino a pesar de una ola de frío significativa de enero en el este de los Estados Unidos que trajo copiosas nevadas en varias regiones. La temperatura promedio anual para los Estados Unidos fue la segunda más alta entre los 122 años registrados, sólo detrás de 2012, y fue la vigésima temperatura anual consecutiva más alta que la media. En las latitudes más altas, Alaska tuvo su año más cálido desde que su récord estatal comenzó en 1925, superando el récord anterior establecido en 2015. Muchas regiones en el oeste de Canadá tuvieron su verano más cálido en el registro.
Este resultado de la región norteamericana inquieta ante la llegada este viernes de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, quien niega con varios integrantes de su gabinete que el cambio climático exista y cuyas políticas podrían acelerar el calentamiento no solo del país sino también de todo el planeta.
También leer: La sucesión de Obama, escéptica del cambio climático
La Nasa también llamó la atención en que “la mayor parte del calentamiento ocurrió en los últimos 35 años, donde 16 de los 17 años más calurosos registrados se presentaron desde el año 2001”. Desde que inició el siglo XXI el récord anual de máxima temperatura de la Tierra se ha roto cinco veces: 2005, 2010, 2014, 2015 y 2016.
Otro dato inquietante de este compendio de informes científicos, es que el grosor del hielo en el Ártico y el Antártico ha llegado a su mínimo histórico. Por ejemplo, el hielo ártico se está calentando dos veces más rápido que la media mundial.
Y por último, pero no menos importante, el dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante siglos y en el océano, donde acidifica el agua, durante más tiempo. Ahora está por encima del nivel simbólico y significativo de 400 partes por millón de concentración en la atmósfera.
