La Casa de la CDMX en Los Ángeles atiende de 80 a 100 personas al mes.
Una visita a Los Ángeles (EEUU) del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, sirvió para que la capital mexicana se sumara oficialmente al frente común que entabló acercamientos con la sociedad civil mexico-americana y con la embajada de México en Los Ángeles, en pro de la defensa de los migrantes presentes en el país del Norte.
En uno de los encuentros principales con la vicepresidenta de Educación Comunitaria de la organización en defensa de los inmigrantes más importante en esa nación, Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF), Gina Montoya, Mancera expuso la importancia de que los connacionales conozcan los programas que existen, que estén informados, que sepan que tiene respaldo y apoyo.
“La gente tiene miedo de ser vista en público, temen llevar a los hijos a la escuela, temen que los agarren en la calle y los deporten. No queremos ni pensar cómo le hará la gente para conseguir dinero para vivir, si no quieren salir a la calle a trabajar por miedo a la deportación”, destacó Gina Montoya.
Además, el Jefe de Gobierno de la capital mexicana invitó a los migrantes que viven en esta ciudad estadounidense, a que visiten la llamada Casa de la Ciudad de México en la cual podrán acceder a servicios gratuitos como actas de nacimiento, de matrimonio, de defunción, de divorcio, asesoría jurídica, línea de migrantes 24 horas y Medicina a Distancia.
Sin embargo, tal vez uno de los puntos principales de la reunión fue la iniciativa con la cual se podría avanzar en las asesorías a los mexicanos en Estados Unidos con estrategias jurídicas y de litigio, que sirvan para sentar un precedente ante las políticas implementadas por el actual Gobierno de Estados Unidos.
Igualmente, Miguel Ángel Mancera se encontró con el Concejal de la Ciudad de Los Ángeles, Gilberth Anthony Cedillo, quien también se sumó de manera enfática a la defensa de los mexicanos. El parlamentario es recordado por lograr que se estableciera una ley que permitió a los inmigrantes manejar con una licencia en California, medida que favoreció a por lo menos dos millones de migrantes.