Entre 17.000 y 27.000 millones de dólares anuales es el impacto del fenómeno en los países latinoamericanos. Las entidades se activan.
La Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo – Alide, renovaron su alianza para gestionar acciones en favor del desarrollo sostenible de Latinoamérica y en un aspecto crítico que en 2050 le podría costar a los países de la región, hasta US$100.000 millones anuales: el cambio climático.
Si bien la AFD y Alide vienen trabajando conjuntamente desde 2017 cuando suscribieron un memorando de entendimiento para adelantar actividades de cooperación con enfoque de promoción del desarrollo verde; ahora ese vínculo y compromiso se renuevan, pero en esta ocasión se han precisado tres líneas de intervención: investigación y el intercambio de conocimientos sobre estudios económicos; la asistencia técnica y el intercambio de experiencias; y la organización de seminarios y actividades de capacitación.
Según el Informe sobre Cambio Climático y Desarrollo Sostenible en Iberoamérica, presentado al final de 2018 por el Observatorio de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de la Rábida; al final del presente siglo, la temperatura en esta región habría aumentado hasta en cuatro grados centígrados lo que generaría un aumento en el nivel del mar, produciendo un impacto dramático en las poblaciones costeras de todo el continente.
De allí que la alianza entre estas dos entidades sea de vital importancia pues según explicaron integrantes de Alide, una de las claves del acuerdo es la potente capacitación de los funcionarios de las distintas bancas de desarrollo en los países para que de esta manera puedan gestionar proyectos de mayor alcance e impacto en sus territorios.
A ello se suma que tras esa capacitación está que los bancos de desarrollo locales alcancen la financiación de sus propuestas y de esta manera, tener una mayor incidencia frente al cambio climático.
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De hecho, hace tan solo dos días, la Agencia Francesa de Desarrollo y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), revelaron su apoyo al Gobierno de La Paz para adelantar la investigación que le permita a esta ciudad capital, determinar sus vulnerabilidades frente al cambio climático y una vez definidas, tener mucho más claro cuáles pueden ser las medidas para evitar los impactos.
Uno de esos riesgos para La Paz es el de la escasez de agua. Tan solo en los últimos meses de 2016, la capital boliviana padeció la crisis más grave en los últimos casi 30 años.
En ese momento cerca de 300 000 personas fueron afectadas con los racionamientos debido a las intensas sequías generadas por los aumentos de temperaturas y las bajas precipitaciones atribuidas al cambio climático.
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En ese momento, tres de las reservas de agua que nutren a la ciudad, redujeron sus capacidades hasta un crítico 4,3 % en promedio: mientras los bolivianos se habían preparado en ese año para afectaciones por las lluvias, el clima les respondió con sequía.
Dentro de la misión de la Agencia Francesa de Desarrollo está el contribuir con el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS con la intervención en más de cuatro mil proyectos en 115 países del mundo. Específicamente en Latinoamérica, durante 2018 tuvo una inversión de 1.500 millones de euros, equivalentes al 13 % de sus operaciones mundiales.
Sobre las actividades a realizarse en el marco del convenio firmado por Edgardo Álvarez, secretario general de Alide; y Jeremy Brault, jefe de la Oficina de Representación de la AFD en Perú, afirmaron “se realizarán con el objetivo común de incrementar el aporte de la red de bancos que integra Alide, al desarrollo sostenible latinoamericano”.
