Las puertas de este espacio gestionado por ciudadanos están abiertas para expresión y el pensamiento no solo local, sino latinoamericano.
Querétaro estrena BEMA, la nueva plataforma cultural, artística y de pensamiento urbano que se ha abierto en esta ciudad mexicana, cuyo centro histórico es Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1996 y también es reconocida como nodo cultural y turístico del país.
Sus espacios, transformados luego de tres años de remodelación, son hoy no solo un atractivo arquitectónico, estético y formalista, sino un centro en el que urbanistas, arquitectos, artistas, pensadores de los asuntos urbanos, pueden trabajar, desarrollar, exhibir e implementar sus proyectos en beneficio de la ciudad.
Se trata de una construcción ubicada en el sector de San Francisquito, que estuvo por años abandonada luego de fungir como cancha de squash y sede de eventos sociales.
“El edificio estuvo casi en 3 años en obra y apenas desde hace unas semanas estamos abiertos al público. Y aunque estemos en un barrio de Querétaro los problemas y expresiones locales también tienen denominadores comunes en las ciudades de Colombia, Argentina, España o Inglaterra”, expresó a LA Network, la arquitecta Ximena Ocampo, una de las cofundadoras de la plataforma BEMA junto a Jesús Ocampo y Francisco Paillie.
Relató que, como integrante de una oficina de arquitectura y urbanismo, tenía además de su enfoque profesional, el propósito de impulsar la realización de talleres, proyección de películas, diálogos ciudadanos sobre aspectos de la ciudad, entre otras actividades, pero sin la intermediación de las instituciones públicas que pudieran minar su independencia o neutralidad.
“El objetivo es fungir como un punto de encuentro para profesionales, ciudadanos, personas y organizaciones interesadas en hablar o proponer temas y proyectos para la ciudad”, precisa Ocampo.
Además de ello, desde BEMA se promoverán las alianzas con entidades públicas y privadas para la creación y sostenibilidad de un “escenario cultural activo con impacto dentro y fuera de su territorio”.
Su Directora, Triana Zepeda, manifestó que el propósito inicial es mantener una amplia oferta de actividades y generar en el corto plazo una red de artistas de distintas partes del mundo que enriquezcan a BEMA como plataforma latinoamericana de cultura y pensamiento.
Uno de los primeros usuarios de BEMA fue el urbanista y galerista Feliz Fernández quien, junto a otros colegas, realizó un taller para mediciones de vida en el espacio público y ahora prepara una feria de arte contemporáneo.
“Francamente el espacio que encontramos aquí es bastante mágico. Te sientes cómodo. Me gusta que además es flexible, se va transformando, tiene mucha luz y en realidad es difícil de definirlo, conceptualizarlo. No solo se hace mágico, no logras imaginar exactamente cómo verlo, sino que se va descubriendo en cada pretexto con el que se lo utiliza”, expresó Fernández.
En BEMA, el espacio de exhibición tiene un área de 300 metros cuadrados, más un área de trabajo de dimensiones similares en planta libre, con espacios para biblioteca y salón de reuniones, una residencia para artistas, un recibidor y una terraza con vistas únicas de la ciudad.
Sin embargo, esta riqueza de espacios que se le está ofreciendo a los queretanos y latinoamericanos, está requiriendo de apoyo para mantenerse vigente y por ello se viene realizando un proceso de recaudación de fondos con tres objetivos esenciales: establecer uno horarios de atención constante a los ciudadanos; organización de eventos gratuitos para el público y activar su programa de residencias para artistas y profesionales.
La captación de donaciones se realiza a través de la Fundación Multitud y se puede realizar a través del sitio https://donadora.mx/campanas/bema/ o por contacto con el correo [email protected].