Con ocasión de su octava asamblea, la Corporación Empresarial ProSUR invitó a expertos para aportar en la reflexión de los territorios sostenibles.
El ordenamiento, la transformación del territorio y la importancia de la reincorporación de la biodiversidad en esos procesos de desarrollo de las ciudades, en este caso para las cinco que integran el sur del valle de Aburrá en Medellín (Colombia), fueron los temas que promovió la Corporación Empresarial ProSUR, en un diálogo público realizado posteriormente a su Asamblea anual este miércoles.
Expertos locales e internacionales expusieron sus conceptos, experiencias y proyectos en torno a diversos temas que integran el objetivo de promover territorios sostenibles.
“Nos inspiran esos tres elementos claves del territorio y estamos interesados en compartir estos planteamientos, esta semilla sobre la reincorporación de la biodiversidad en el espacio urbano”, expresó Carlos Viviescaz, director ejecutivo de ProSUR.
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Viviescaz agregó que la entidad que dirige, además de promover la competitividad empresarial sostenible del sur del valle de Aburrá -territorio que reúne a cerca de 700.000 habitantes-, trabaja en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 11 y 12 que se refieren a Ciudades y Comunidades Sostenibles; y Producción y Consumo Responsable y por ello la pertinencia del espacio en el que, precisamente, el alcalde de Curridabat (Costa Rica), Édgar Mora, compartió sus conceptos sobre el protagonismo que tiene la biodiversidad en el desarrollo del territorio que gobierna.
“La mejor manera de romper el súper antagonismo entre naturaleza y ciudad, es reintroducir biodiversidad”, afirmó el mandatario costarricense cuyo proyecto ‘Espacios de Dulzura’, fue premiado por ONU Hábitat el año anterior como Buena Práctica de la Nueva Agenda Urbana.
Para Mora, las especies polinizadoras como las abejas, colibríes y mariposas, prestan un servicio superior que las ciudades deben apreciar como elementos inspiradores para reintegrar la biodiversidad a las ciudades tras siglos de urbes creadas para darle la espalda a la naturaleza. “La Ley de Indias de Felipe V fue el primer Plan de Ordenamiento Territorial de Latinoamérica y el único efectivo (desafortunadamente)”, apuntó el alcalde de la ciudad de 75.000 habitantes y solo 16 km2 de territorio.
Enfatizó que desde entonces el modelo de ciudad es uno que pone barreras a la naturaleza y la biodiversidad, esquema que hoy debe cambiar para generar calidad de vida a sus ciudadanos y construir un territorio en equilibrio. De hecho, Mora afirma que una ciudad debe considerar a los árboles, abejas y demás especies, en la categoría de ciudadanos para erigirse como protagonistas de la ciudad. “En Curridabat cada árbol tiene una cédula con la que identificamos de qué familia es, de qué especie, es considerado un individuo”, recalcó el mandatario quien lleva 11 años al frente del gobierno de esa ciudad.
Recalcó que las ciudades del mundo actualmente no le agregan valor al planeta y lo que hacen es que consumen agua, energía, suelo y alimentos, una ciudad que consume. “Una ciudad inteligente es la que aporta valor al planeta y produce ella misma estos recursos”.
Otro de los invitados internacionales fue el mexicano Manuel Redondo, Consejero de la Alianza Smart Latam para desarrollar ciudades inteligentes.
Dentro de los conceptos que Redondo compartió, se destacó su mensaje de que las ciudades inteligentes no son aquellas que adquieren e implementan novedosas tecnologías, aquellas que se tecnifican sino “las que permiten la vida y no solo la vida humana”, para hacer referencia a la reincorporación de la biodiversidad en las ciudades, especialmente las medianas o intermedias.
Otro de los consejos que compartió el experto mexicano fue sobre la figura del ‘city manager’ o gerente de ciudad, una figura que permite que las ciudades le den prioridad a las decisiones técnicas antes que a las políticas. “Nuestras ciudades en Latinoamérica tienen este reto de incorporarlos en una dinámica nueva de construir las ciudades, incluso que no dependa del alcalde y se mantenga en sus decisiones técnicas en aspectos como movilidad, manejo de residuos, medio ambiente, etcétera y sería un ideal para dejar de depender de los cambios políticos, para que las políticas públicas sean permanentes”, advirtió Redondo.
Por su parte, como invitado a nivel local, el ingeniero Esteban Salazar Ramírez, director del Departamento Administrativo de Planeación de la ciudad de Envigado en el sur del valle de Aburrá y con 232.000 habitantes aproximadamente; expuso el Modelo de Gestión con el que hace cerca de un año su municipio va ordenando el territorio.
“Es un Modelo de Gestión que viene implementando el municipio de Envigado en los procesos de desarrollo en suelos urbanos y suelo de renovación urbana”, señaló el experto quien además explicó que se trata de un modelo de gestión que permite la participación financiera de privados, que no le resta recursos al municipio y por el contrario el genera recursos adicionales para generar más desarrollo al territorio.
Finalmente, al cierre del diálogo público, el Director Ejecutivo de ProSUR, Carlos Viviescaz, advirtió que para el territorio integrado por cinco municipios, es necesario abordar problemas conjuntos como la movilidad, el desarrollo urbanístico y en especial el tema de la calidad del aire que “es el asunto más humano que toca hoy la calidad de vida”.