Con la reducción del límite máximo de velocidad a 50 km/h en cinco corredores estratégicos de la ciudad, la actual administración de Bogotá se propone el cumplimiento de los objetivos enmarcados en la “Visión Cero”.
Perder así sea una sola vida en un incidente vial, es inaceptable. Bajo este imperativo ético y social, el Gobierno y el sector privado de Suecia se levantaron a una sola voz en el año 1994 para decir, debemos y podemos evitar que las personas mueran por errores humanos al momento de movernos e interactuar en las vías. Fue así como nació la iniciativa “Visión Cero” (Vision Zero).
Esta política considera que los seres humanos cometen errores y que esos errores no pueden tener como consecuencia la pérdida de la vida y por ello promueve la educación de los conductores y demás actores de la movilidad. También, la implementación de una infraestructura que los expertos denominan ‘perdonadora’, es decir, diseñada y planeada para asumir los errores de las personas y que esos yerros no necesariamente terminen en la muerte o graves daños a la integridad. Y por supuesto, la aplicación de nuevas tecnologías para mejorar la movilidad de manera inteligente. En resumen, se promueven vías verdaderamente seguras para las personas.
En Latinoamérica, la ciudad de Bogotá capacita desde 2016 a sus funcionarios de movilidad en esta perspectiva para ser, en 2038, la primera megaciudad con cero fatalidades, por encima de Ciudad de México y São Paulo, las otras metrópolis que en la región han implementado hasta ahora la “Visión Cero”.
En un nuevo paso en este propósito, la administración del alcalde Enrique Peñalosa anunció hace un mes la reducción del límite máximo de velocidad a 50 km/h en cinco corredores estratégicos de la ciudad: la Avenida Boyacá, Avenida de Las Américas, Avenida Ciudad de Cali, Avenida Calle 80 y Avenida Carrera 68, que son aquellas vías donde más muertes se han presentado por incidentes viales.
Es importante precisar que el aumento de la velocidad promedio guarda relación directa con la probabilidad de que ocurra un incidente de tránsito y con la gravedad de sus consecuencias. Por ejemplo, un incremento de 1 km/h de la velocidad media del vehículo se traduce en un aumento del 3 % en la incidencia de accidentes con lesiones, y un 4 % a 5 % en la incidencia de accidentes mortales.
En este sentido, el riesgo de defunción de un peatón adulto atropellado por un automóvil a una velocidad de 50 km/h es inferior al 20 %, pero es casi del 60 % si el atropello se produce a 80 km/h.
Durante un mes, la medida en los cinco corredores viales de Bogotá tendrá un carácter pedagógico. Y quienes a partir del 15 de diciembre excedan la velocidad permitida recibirán una sanción con una multa equivalente a quince (15) salarios mínimos diarios legales vigentes, es decir, 390 mil 600 pesos. (121 dólares aproximadamente)
La aplicación de la medida inició con el reemplazo de la totalidad de las señales anteriores (60 km/h), por las que muestran el nuevo límite de velocidad (50 km/h). Actualmente la Secretaría Distrital de Movilidad identifica los puntos de estos cinco corredores en los cuales se debe reforzar el trabajo con el incremento del número de señales.
Vale señalar que en este lapso se registró una disminución de 83 % en las muertes por siniestros viales en las cinco avenidas (10 vidas salvadas) en octubre de 2018, en relación con el número de fallecimientos en el mismo mes de 2017, lo que supone un buen augurio para las medidas definitivas. Durante los 12 meses de ese año, en estos mismos cinco corredores se presentaron 140 muertes en las vías concentrando el 25 % del número total de muertes por siniestros viales en la ciudad (1 de cada 4 en Bogotá).
“En el primer mes después de anunciada la medida hemos logrado resultados positivos, 10 vidas salvadas en estos corredores. Esperamos salvar muchas más con controles estrictos de exceso de velocidad por parte de la Policía de Tránsito y próximamente complementar con cámaras salvavidas”, explico Juan Pablo Bocarejo, secretario de Movilidad de Bogotá.
Ya en materia tecnológica, se espera justamente que para marzo de 2019 estén operando estas cámaras ‘salvavidas’ que se instalarán en los puntos más críticos de los corredores viales.
El primer día de operación de la medida fueron sancionadas 50 personas con comparendos pedagógicos y se espera que cada día sean menos para que llegado el momento de operación plena se pueda cumplir con el objetivo.
En lo que va de 2018 los datos son alentadores, ya que entre enero y octubre de este año se han presentado 200 peatones fallecidos en accidentes, el menor número en la última década. La Visión Cero empieza a rendir frutos, pero áun falta mucho camino por recorrer…lentamente como en las vías.
