El lugar recuperado fue inaugurado en 1892.
Tres plazas de Barrancas de Belgrano, espacios verdes para los habitantes de Buenos Aires, fueron reinaugurados para el bienestar de la ciudadanía en una apuesta por una ciudad más amigable y sostenible para las personas y su entorno.
La intervención de los senderos de Barrancas de Belgrano, incluyó la reconstrucción con ladrillos fabricados especialmente para ser réplicas de los originales, y fue renovado el mobiliario urbano así como los bancos, mesas, bebederos y cestos dobles para la disposición de basuras.
Igualmente, la obra significó la restauración de los monumentos de la Glorieta, el mástil del Monumento a la Bandera, el aljibe de talante histórico y el pedestal que tiene un copón ornamental.
De otro lado, en el aspecto ambiental, la recuperación de este espacio requirió un tratamiento de las especies de árboles para establecer su condición sanitaria y fueron retirados del lugar los que estaban en mal estado para ser trasplantados.
Igualmente, el Gobierno de la capital argentina invitó a las personas a cuidar este espacio para mantenerlos en las mejores condiciones y evitar que personas con malas intenciones hagan mella en un espacio declarado como Área de Protección.