El proceso se inició el 25 de febrero con la operación de la brasileña Tembici y al culminar la primera fase de renovación, ya rompió el récord de viajes diarios comparados con la capacidad anterior, llegando a 21 000.
El ciclismo urbano latinoamericano debe estar de fiesta.
O al menos eso considera la ingeniera industrial Mariel Figueroa, aspirante a Magíster en Planificación y Gestión del Transporte, excoordinadora del sistema público de bicicletas de la ciudad argentina de Rosario y hoy Gerente general en este país de la empresa brasilera Tembici.
Por ello, desde ese cargo privado en el que, junto a la ciudad, lidera la transformación del sistema público de Buenos Aires, Ecobici, que pasará nada menos que de 2 000 a 4 000 bicicletas y de 200 a 400 estaciones, ella cree que es momento de celebrar.
“A mí me llena de alegría esta oportunidad y este proyecto porque los sistemas de bicicletas públicas ayudan y promueven la equidad de género, alientan a que cada vez más mujeres rodemos en las calles y de esta manera también andamos calles más equitativas y ciudades a escala humana. Además, siendo Buenos Aires una ciudad pionera y referente en Latinoamérica, le estamos entregando la mejor tecnología”, dijo Figueroa a LA Network desde Buenos Aires.
Y en realidad este objetivo de implementar, literalmente, dos sistemas en tres meses es un importante precedente para las ciudades latinoamericanas que están incluyendo a la bicicleta dentro de sus aspiraciones en movilidad sostenible.
¿Y cómo se hace?
Esta fiesta de la bici tiene distintos ingredientes que valen la pena destacarse. El primero de ellos es la ‘esponsorización’ del sistema a través de las marcas Itaú y MasterCard, lo que en articulación con la Alcaldía de la ciudad y del operador Tembici, generó una estructura financiera que llevó a que esta versión 2019 de Ecobici, en sus casi 10 años de operación, cueste el 50 % de lo que costaba comparativamente, el sistema anterior.
Con este importante logro, el siguiente componente es la ampliación del sistema con el doble de capacidad. Para ello el diseño de las estaciones tiene como principal característica el ser modulares, no requieren obras civiles para los 400 puntos y por lo tanto su instalación ha sido muy dinámica, tanto que a esta fecha ya se logró instalar 200 estaciones y poner en operación 2 000 bicicletas.
Han sido casi tres meses frenéticos en los que la ciudad ha respondido rompiendo la marca anterior de 14 000 viajes diarios (con 2 000 bicis y 200 estaciones) y poniendo un nuevo registro de 21 000 viajes diarios con las estaciones y bicis nuevas.
“Gracias a esa tecnología estamos pudiendo hacer el cambio de tecnología, la implementación de un sistema grande como es este, con unos tiempos realmente insólitos”, indicó la Gerente de Tembici, firma que además está operando sistemas de bicis pública en Brasil (Río de Janeiro, São Paulo, Porto Alegre, Salvador y Recife, entre otras) y en Chile (Santiago).
A esto se suma que, de estar presentes en 22 barrios, ahora Ecobici llegará a 33 zonas de la capital argentina.
Pero las estaciones presentan en esta ocasión otros dos valores agregados y son la implementación del uso de energías limpias para su operación y su capacidad de conectividad. El sistema Ecobici, que se automatizó en 2015 y tuvo su última expansión en 2017, ahora tendrá estaciones alimentadas por energía solar lo que aporta a la disminución de los costos y el consumo de energía. A esto se suma el mejoramiento de la conectividad que impedirá que la estación quede sin señal y se afecte el servicio.
Las bicis se calientan: de amarillo a naranja
Las bicicletas de la renovación dejan atrás el color amarillo de la primera ‘era’ y ahora se pintan del color naranja que es solo uno de los nuevos rasgos de las bicis que Figueroa destaca como “diseñadas y concebidas para el uso intensivo de un sistema público que está disponible las 24 horas”.
Su estructura o marco es de aluminio reforzado, varios componentes son antivandálicos, sus llantas son anti-pinchaduras, la silla o sillón puede graduarse mediante una escala de números lo que la hace más cómoda y ergonómica, cuenta con luces LED que se encienden automáticamente –para mejorar la visual tanto de día como de noche- y tres velocidades; son la mayor parte de las características de esta flota de 4 000 bicis que operarán en esta concesión de 10 años.
Por otra parte, la flota anterior de bicicletas –las amarillas- y gracias a una ley, pasan de la propiedad de la ciudad de Buenas Aires a la del Ministerio de Educación, a través de una donación.
Para la Subsecretaria de Movilidad Sustentable y Segura de Buenos Aires, Paula Bisiau, la expansión del sistema Ecobici es una potente decisión de la capital argentina por avanzar en el uso de la bici, un camino más que positivo. De hecho, las cifras son impactantes: entre 2009 y 2018, el número de viajes pasó de un 0,4 % a un 3,5 %; en decir un aumento del 850 % en menos de una década.
“Cuando lanzamos Ecobici hace 10 años, soñamos una ciudad llena de bicicletas. Hoy vemos cómo los viajes se multiplicaron 10 veces y los vecinos eligen a la bici como una alternativa real de movilidad. Esto no sólo demuestra que vamos por buen camino, sino que estamos cada vez más cerca de una ciudad a escala humana que pone en el centro a las personas”, señaló la funcionaria.
Por su parte, Figueroa considera esta expansión como un importante precedente para las ciudades latinoamericanas mezclando el modelo con sponsors, estaciones modulares y bicicletas de alto desempeño que suma en tan solo tres meses más de 500 000 viajes con un total de 167 000 usuarios registrados, todo ello bajo la oferta de cicloinfraestructura, ciclovías o ciclorrutas que ya alcanza los 230 kilómetros de extensión.
“Me parece muy importante que se siente un precedente de cómo deben ser operados e instalados los sistemas de bicicletas públicas y de la manera en que le estamos dando la mejor tecnología que hay a los ciudadanos de Latinoamérica, me parece muy importante porque estamos jerarquizando la bicicleta como modo de transporte en las ciudades”, concluyó.