El informe indica que el ingreso laboral anual promedio de un trabajador del sector rural en América Latina en 2015 fue de 363 dólares, menos de la mitad de los 804 dólares de los trabajadores urbanos.
La lucha contra la pobreza rural en América Latina presentó de nuevo cifras de retroceso, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO: la pobreza rural creció en dos millones de personas por primera vez en la última década, alcanzando un total de 59 millones personas.
De otro lado, pese a que solo el 18 % de la población de la región vive en zonas rurales, éstas concentran el 29 % de todas las personas pobres de América Latina –59 millones– y el 41 por ciento de todos los pobres extremos de América Latina, 27 millones de mujeres y hombres.
Según la organización adscrita a la ONU, desde 1990 hasta 2014, la pobreza rural en la región había caído casi 20 puntos porcentuales, desde el 65 al 46 %. Sin embargo, entre 2014 y 2016, tanto la pobreza como la pobreza extrema, aumentaron dos puntos porcentuales cada una, alcanzando el 48,6 y el 22,5 %, respectivamente.
“No podemos tolerar que uno de cada dos habitantes rurales sea pobre, y uno de cada cinco, indigente. Peor aún, hemos sufrido una reversión histórica, un quiebre que vuelve patente que nos estamos olvidando del campo”, destacó el Representante Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Julio Berdegué.
De otro lado, el Panorama de la FAO destaca que hay países que han sido muy exitosos en su reducción de pobreza rural en la región: entre 1990 y 2014, Brasil redujo del 71 al 29 % su pobreza rural; Bolivia del 79 en 1997 a 54 % en 2013. Chile la bajó del 39 al 7 %. Colombia redujo su pobreza rural del 61 por ciento en 1991 al 42 % en 2014. De 2000 a 2015, Ecuador la redujo del 66 al 27 %, y Paraguay del 70 al 51 %. Perú la disminuyó del 73 al 46 por ciento, desde 1997 a 2014.