Cartagena: la tragedia de una ciudad cosmopolita para el mundo y robada para sus ciudadanos

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LA Network
1 febrero, 2018 - Inclusión

La ciudad que acoge diálogos intelectuales, eventos musicales, reinados y congresos internacionales, se desmorona socialmente y nadie parece hacer nada para evitarlo. La reciente encuesta de Cartagena Cómo Vamos evidencia el pesimismo y hasta derrotismo de su ciudadanía.

Cartagena de Indias

La ciudad colombiana de Cartagena de Indias es una enorme paradoja. Es la sede permanente de eventos que le imprimen un aire cosmopolita, sofisticado y de intelectualidad; también es un destino mágico y romántico escogido por miles de turistas extranjeros que la visitan cada año; pero la realidad es que es una ciudad todos los días en franco deterioro para sus habitantes, para su ciudadanía. Es una ciudad fachada, donde la exclusión y la corrupción configuran su verdadero rostro.

Lo peor de todo es que los ciudadanos parecen ya cansados de este abandono y desatención en la ciudad, al punto que su pesimismo se ve reflejado en la más reciente encuesta de percepción ciudadana hecha por Cartagena Cómo Vamos, un programa privado que desde el 2005 hace seguimiento y monitoreo a los cambios en la calidad de vida de los habitantes de Cartagena, a partir de indicadores objetivos y de percepción ciudadana.

Para el 79 % de los cartageneros encuestado la ciudad va por mal camino, mientras que solo el 21 % piensa que la ciudad va bien, una disminución de 13 puntos porcentuales, la percepción más pesimista vista en la ciudad en los  últimos 12 años.

Así mismo se evidencia una disminución en el orgullo de los cartageneros, con solo un 50 % que se siente orgulloso de la ciudad, la proporción más baja de la historia reciente y con una disminución de 5 puntos porcentuales en relación con 2016. Esta tendencia de descenso es notoria a partir del año 2010.

Si quisiera buscarse una causa del bajonazo en el ánimo cartagenero sería simple hallarlo en la pésima gestión pública. La ciudad ha visto desfilar alcaldes –con contadísimas excepciones- que solo han pensado en la ciudad como un enorme botín que asaltar. Lo que no pudo hacer el almirante inglés Edward Vernon en 1741 con una flota de 186 buques, 27.600 hombres, 2.000 cañones, en la histórica y famosa batalla de Cartagena, lo ha podido hacer sin mayor esfuerzo su clase política: saquear la ciudad.

Y esa desconfianza de los ciudadanos hacia su clase política se evidencia en la encuesta, en la que si bien el 82 % de la ciudadanía demuestra un alto nivel de conocimiento del exalcalde Manuel Vicente Duque, tiene las más bajas evaluaciones de una administración en la ciudad en su historia reciente: solo 18 % tiene una imagen favorable del gobierno y tanto la proporción que confía en él y evalúa como buena su gestión es del 9 %. Precisamente Duque se encuentra en la cárcel desde septiembre de 2017 por hechos de corrupción y renunció al cargo el 31 de octubre con una carta firmada desde la prisión.

Pero la figura de alcalde no es la única mal valorada. En relación con el Concejo Distrital de Cartagena, el 73 % de los cartageneros consultados conoce esta corporación, sin embargo, el 80 % tiene una imagen desfavorable de ella y solo el 9 % aprueba su gestión, la más baja del histórico.

Pero además el 67 % de los cartageneros considera que los constantes cambios de alcaldes afectan su calidad de vida y los proyectos en beneficio de la comunidad que se desarrollan en la ciudad. La encuesta dejó claro también la desaprobación de los ciudadanos a la inversión de los recursos públicos. Siete de cada diez cartageneros están insatisfechos con la inversión que hace la Alcaldía.

Esta animadversión hacia la política ha llevado a que en los últimos días un grupo de jóvenes ciudadanos decidieran pintar de blanco y así tapar la publicidad de los actuales candidatos a las elecciones de congreso y presidenciales como una forma de protestar ante el desgobierno que ha tenido la ciudad.

Aumenta la percepción de inseguridad

Otro tema que hace crecer el pesimismo es la inseguridad. El 45 % de los cartageneros se siente inseguro en la ciudad, aumentando 6 puntos porcentuales en relación con el 2016. La localidad con mayor percepción de inseguridad fue la Industrial y de la Bahía con 51 %, mientras los cartageneros que viven en estratos 1 y 2 presentaron el porcentaje más alto de sensación de inseguridad.

Cuando se les preguntó a los ciudadanos por la percepción de seguridad en su barrio, el 36 % se sienten inseguros. Comparado con otras ciudades del país la sensación de inseguridad es mayor a la de ciudades como Pereira (12 %), Medellín (13 %) y Bogotá (34 %).

Los cartageneros destacan que los problemas de inseguridad más graves en sus barrios son los constantes atracos callejeros (65 %), las pandillas (35 %) y drogadicción (28 %). Además, el 23 % de los cartageneros afirma haber sido víctima de delitos en el último año, principalmente las personas en estratos 3 y 4.

Cartagena: la tragedia de una ciudad cosmopolita para el mundo y robada para sus ciudadanos
La encuesta muestra cómo el 28 % de los cartageneros se considera pobres.

Situación económica y social

La encuesta muestra cómo el 28 % de los cartageneros se considera pobres, porcentaje que se mantiene estable en el tiempo, mientras que ciudades como Medellín o Bogotá tienen porcentajes inferiores al 20 %. También, se destaca que en Cartagena, la zona rural presenta la autopercepción de pobreza más alta (58 %).

Igualmente se percibe un deterioro en la proporción de hogares que considera que la situación económica ha mejorado, llegando al 42 %, mostrando una reducción de 4 puntos porcentuales.

En cuanto a la educación, los cartageneros manifestaron sentirse satisfechos con la educación que reciben los niños, niñas y jóvenes entre los 5 y 17 años con un 78 %. Comparando con Bogotá (65 %) y Pereira (68 %), en Cartagena, la satisfacción con la educación es superior en 10 puntos porcentuales. Mientras que del 25 % de los hogares que afirman tener jóvenes que asisten a un establecimiento de educación superior, el 86 % está satisfecho con la educación recibida.

El desencanto de los cartageneros con TransCaribe

Si bien el 73 % de los cartageneros ha usado TransCaribe al menos una vez desde su inauguración, solo el 11 % afirmó utilizar TransCaribe como principal modo de transporte, 2 puntos porcentuales menos que en 2016, es decir se bajaron del sistema de transporte masivo y regresaron a los buses y busetas (40 %) y motos (26 %).

A pesar de que el 57 % de los cartageneros que han usado TransCaribe consideran que el sistema ha mejorado la movilidad, esta proporción disminuyó en 5 puntos porcentuales en relación con el 2016. Así mismo TransCaribe pasó de ser el segundo modo de transporte con mayor satisfacción en 2016 (80 %) al tercer lugar en 2017 con un 72 %.

Por último y también sintomático del clima de pesimismo de la ciudad, la encuesta deja ver cómo las Juntas de Acción Comunal, las iglesias y la policía son las instituciones de la ciudad en las que los habitantes se sienten mejor respaldados; su liderazgo ha crecido como catalizador de los organismos que se preocupan por el bienestar de la ciudadanía mientras que la alcaldía dejó de figurar como la principal institución de la ciudad en realizar acciones por mejorar la calidad de vida.

Si bien las prioridades de los cartageneros se mantienen, siendo las principales la salud, el empleo y la educación, se observa una mayor dispersión en los intereses de la ciudadanía, aumentando la preocupación por otros temas como la seguridad, la pobreza y la vivienda. Una dispersión inquietante porque empieza a hacer más compleja la gestión pública en una ciudad que de no tener un fuerte timonazo administrativo y ciudadano, podría hundirse en sus propios y graves problemas, podría terminar siendo una ciudad fallida, cosmopolita para los turistas pero ajena para sus ciudadanos.