Paraisópolis es un barrio favelizado de la ciudad de São Paulo con cerca de 43 mil habitantes. El proyecto vecinal abarca tres edificios e incluye una escuela de danza, un auditorio y espacios comerciales. Lo atractivo del proyecto es que su plan de negocios redistribuye los beneficios generados por los usos minoristas para asegurar la capacidad operativa de los programas culturales y educativos.
Ubicada en una de las regiones más ricas de la ciudad paulista, la favela de Paraisópolis parece una isla, ya que limita con los lujosos condominios Jardim Vitória Regia, Paço dos Reis y Portal del Morumbi.
Las vecindades tan exclusivas no sirven de mucho. La favela presenta una alta densidad poblacional -mil habitantes por hectárea- y solo el 25 % vive en casas abastecidas por la red de alcantarillado, la mitad de las calles no son asfaltadas y el 60% utiliza medios irregulares para la obtención de energía eléctrica.
El Proyecto Integral Paraisópolis Avanza (PIPA), ganador de la medalla de plata en los Premios LafargeHolcim, pretende ayudar a cambiar esta realidad. El proyecto consiste en un núcleo urbano de usos mixtos, y forma parte de un proceso a largo plazo de mejoramiento de la zona. Alberga en tres edificios adyacentes, entre otras cosas, una escuela de danza, un auditorio, un centro de educación pre-escolar y un espacio comercial.
El diseño se llevó a cabo a través de la colaboración entre organizaciones comunitarias, una firma de arquitectura local y una empresa desarrolladora privada. El proyecto se ha ido configurando a lo largo del tiempo. La apropiación del lugar a través de eventos y estructuras temporales ha logrado que el sitio sea concebido como un espacio social aún antes del inicio de la construcción.
La arquitectura del proyecto es durable, no requiere mantenimiento intensivo y coincide con un modelo de inversión a largo plazo, denominado “capital paciente”, que ayuda a hacer sostenibles los procesos.
En una inversión interesante en los conceptos, el espacio social del proyecto precede al espacio público. Esta lógica impresionó al jurado, al igual que la correspondiente estrategia de inversión financiera a largo plazo que hace posible el necesario desarrollo sustentable.
A través de los procesos de asamblea de la tierra y participación pública desarrollados durante los últimos dos años, el PIPA ya se ha convertido en un centro de debate, transferencia de conocimiento y empoderamiento de la comunidad.
Sol Camacho Davalos y Jonathan Franklin, líderes del proyecto, se proponen con él contribuir a lograr una mejora duradera para la favela de Paraisópolis, en el área metropolitana brasileña.