Cirko De Mente: la universidad mexicana del trapecio

derecho_1
LA Network
2 abril, 2020 - Cultura

El arte circense se convirtió en academia con esta creativa idea, ejemplo de cómo impactar un sector cultural y además hacerse sostenibles.

Como en cualquier ámbito académico, Cirko De Mente pone a prueba las rutinas de sus artistas en proceso de licenciatura. Foto: Arturo Díaz

Por Agustín Velasco desde Ciudad de México

Cirko De Mente surgió de la arriesgada necesidad de aprender malabares y del sueño de un lugar donde pudieran ensayarse saltos mortales con valor curricular de licenciatura. El sueño se ha materializado en un país respetado en el circo mundial.

“México a nivel internacional es reconocido como una de las potencias circenses. Por ejemplo, para dar un dato interesante, los mejores trapecistas del mundo han sido mexicanos: el primer hombre que dio un triple salto mortal fue un mexicano, el primero que hizo un cuádruple salto mortal fue un mexicano, en ese sentido es importante reconocerlo”, señala Andrea Peláez, la codirectora y fundadora del circo, ubicado al sur de la Ciudad de México.

La anécdota encierra una metáfora, pues si bien Alfredo Codona logró el triple salto en 1920 y Miguel Ángel Vázquez el cuádruple salto en 1981, ninguno de esas suertes se registró en tierra mexicana. Ambos trapecistas arriesgaron la vida bajo la carpa del circo Ringling Brothers en Estados Unidos. Nadie es profeta en su tierra.

A inicios de la década de 2000 y ante la falta de un lugar donde dar rienda suelta a sus destrezas, Peláez, egresada de la Escuela Nacional de Danza Clásica y su compañero malabarista, Leonardo Constantini, comenzaron un periplo formativo por Suramérica, el Caribe y Europa.

Pero como las odiseas son para volver a casa, en 2003 regresaron a México no solo para fundar una compañía a través de la cual expresar sus conocimientos, sino también para solventar la necesidad de fundar en la capital un espacio de formación para artistas que quisieran incursionar en el circo moderno. Así nació Cirko De Mente.

En México sólo hay dos escuelas donde se pueden aprender las artes circenses: la Escuela de Artes Circenses de Puebla compite y Cirko Demente. Foto: Arturo Díaz
En México sólo hay dos escuelas donde se pueden aprender las artes circenses: la Escuela de Artes Circenses de Puebla compite y Cirko De Mente. Foto: Arturo Díaz

“El aporte de Cirko De Mente en ese sentido a la escena contemporánea mexicana ha sido precisamente esa: abrir un espacio de formación. En la actualidad somos una licenciatura en Artes Circenses Contemporáneas, somos también un foro abierto los 365 días del año con una programación diversa cada fin de semana, que se nutre de artistas jóvenes, artistas profesionales, nacionales e internacionales que conocen este foro como espacio de referencia para dar a conocer sus propuestas escénicas”, explica.

El proyecto no solo descansó en la realización de una compañía y la apertura de una escuela donde se imparte la licenciatura de Artes Circenses Contemporáneas, también abrieron un Centro de Documentación Circense y una biblioteca móvil temática con más de mil documentos especializados.

“Es una biblioteca con el material especializado en circo, se podría decir en términos técnicos que es una biblioteca especializada (…) es la primera biblioteca de este tipo en México, hay bibliotecas en arte, en cine y así, pero en circo es la única que hay”, detalla Karla Torres, la bibliotecóloga de Cirko.

Un mapa digital de Espacios Culturales Autosugestivos elaborado por legisladores de la Ciudad de México señala un punto al sur de la capital mexicana, el indicador registra el punto donde, desde 2003, se levanta la ‘Karpa De Mente’.  “Se ha presentado de manera exitosa en festivales de danza, teatro y convenciones de circo alrededor del mundo. En su sede, la ‘Karpa’ Demente, se han presentado múltiples compañías de circo contemporáneo, así como músicos, artistas visuales, bailarines, actores y poetas, tanto mexicanos como extranjeros”, indica la reseña.

El mapa también muestra que, fiel a las adversidades, Cirko De Mente se ubica en las afueras de la capital mexicana y en las faldas del cerro del Ajusco, un lugar al que solo se llega pasando empinadas calles.

Otro mapa, el Mapa Transmedia elaborado en 2019 por el Centro de Cultura Digital de la Ciudad de México contabilizó 91 mil 388 establecimientos creativos en todo el país, de estos 27 mil 791 corresponden al rubro de Música y artes interpretativas, sector en el que se encuentra Cirko De Mente.

Según los datos oficiales obtenidos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas creado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, solo en la capital del país se registraron hasta 2018 3 146 establecimientos creativos de este rubro que en conjunto emplean a cerca de 30 mil personas.

La biblioteca de Cirko Demente cuenta con más de mil libros y documentos sobre temática circense. Foto: Arturo Díaz
La biblioteca de Cirko De Mente cuenta con más de mil libros y documentos sobre temática circense. Foto: Arturo Díaz

“En la compañía tenemos artistas, en la escuela los profesores, así como el equipo administrativo, así como en el Centro Mexicano de Documentación Circense. Estamos hablando de alrededor de 40 personas”, explica Andrea.

Aunque se han establecido en México, el proyecto guarda la tradición errante de los circos pues bajo su carpa se reúnen todos los días alumnos y maestros de diversos países del mundo.

Rusia, Francia, Cuba, Costa Rica, Guatemala, Chile, El Salvador y España, se cuentan entre los países de los que han llegado sus integrantes, así como los estados de la república mexicana desde donde llegan jóvenes interesados en formarse en el arte de los malabares y saltos mortales.

“Fueron los primeros en llegar y abrir puertas de un circo nuevo, dejar a un lado el circo tradicional, el circo que era de familias, porque a la gente que tal vez le interesaba este tipo de arte, difícilmente podía incursionar en un ámbito exclusivamente familiar”, asegura Fany Guzmán, joven artista originaria de Zacatecas quien recientemente creó su propio número y lo presentó ante el público.

Cirko De Mente –cuyos principales ingresos corresponden a las colegiaturas y los espectáculos que ofrecen los fines de semana– se ha presentado en colaboración con otras compañías en Canadá, el Polo Norte, Francia, Estados Unidos, Chile e Italia.

Por el momento, solo la Escuela de Artes Circenses de Puebla compite con Cirko De Mente, que tiene entre sus objetivos a futuro, consolidar su licenciatura. “Queremos fortalecer los programas de formación, así como el foro que es un espacio vital donde estamos dando espacio y voz a artistas jóvenes”, finaliza.

En 2014, una ley prohibió a los circos usar animales en sus espectáculos en la Ciudad de México, proyectos como el de Andrea Peláez y Leonardo Constantini se abrieron paso en esa coyuntura, impusieron una nueva forma de entretener a un público que delira con trapecistas dementes y construyeron una estructura sostenible y autogestionada.