Poco a poco nos hemos ido acostumbrando al tráfico caótico de las ciudades. Quienes viven en los barrios más alejados reservan horas para su transporte mientras quienes vivimos en lugares más céntricos sabemos que hay momentos en los cuales es imposible salir o llegar a la casa.
Todos estos problemas tienen como raíz los errores del diseño de las ciudades, la mayoría de ellas simplemente ‘fueron ocurriendo’ así que son un montón de retazos unidos por el tiempo.
El concepto de ‘smart cities’ o ‘ciudades inteligentes’, se conoce hace ya varios años y podría definirse como el hecho de darle a la ciudad las herramientas tecnológicas para que sea más amable con el ciudadano, para que que quienes vivimos en ella sintamos que la ciudad no está en contra nuestra si no a nuestro favor.
El sistema circulatorio de una ciudad es su transporte, el cual debe ser integrado pues no debe olvidarse que la razón de ser de todos los medios de transporte es el desplazar personas, no autos. Por ello, no puede ser que sus componentes estén desarticulados.
Cuando una ciudad ‘fluye’ permite que todo en ella se ‘oxigene’. En una ciudad con ‘problemas circulatorios’ la productividad es muy baja pues no se puede hacer más de un ‘mandado’ al día, cuando las personas llegan a su casa no quieren volver a salir, afectando la economía del ocio y los sitios de esparcimiento y se eleva el nivel de estrés que vive el ciudadano, haciéndolo propenso a enfermedades y problemas de todo tipo.
Si se calcula cuánto valen las horas perdidas en embotellamientos y tiempos ‘inútiles’, las cifras de seguro reflejarán el dinero que se pierde en recursos y productividad. Ese dinero nunca regresará; al igual que cuando viaja un asiento vacío en un avión, el tiempo perdido es irrecuperable y no se puede reponer de ninguna forma.
La tecnología es la herramienta por excelencia para crear las ‘ciudades inteligentes’. En este sentido, la prioridad es tener una ciudad con buena cobertura de conectividad. La mayoría de las ciudades que comienzan este camino, implementan proyectos de ‘WiFi’ abierto en lugares públicos para luego montar servicios que le sean de utilidad al ciudadano.
Esta es la fase en la cual los emprendedores se convierten en protagonistas, son ellos quienes capitalizarán los problemas en nuevas ideas de negocio y crearán las soluciones para los nuevos ‘ciudadanos digitales’.
Debemos crear una ciudad que nos apoye como ciudadanos, usar la tecnología como aliado y de paso lograr el desarrollo del cluster de innovación y tecnología.
¿En qué cafés están reunidos los futuros empresarios digitales de la región?, ¿que ideas dibujan en sus servilletas?… ya veremos.