El desafío más importante es la reducción de la Mortalidad Neonatal, ya que representa el 62% de las muertes infantiles y que no se ha reducido en 20 años.
La política de Reducción Acelerada de la Mortalidad Materna Infantil (RAMNI), en Honduras, recibió recursos por 69 millones de dólares de parte del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, con los cuales buscan mejorar los servicios de salud, con el objetivo de reducir la morbi-mortalidad materna y neonatal en los municipios más pobres del país, mediante la mejora de la calidad, gestión y capacidad de respuesta de los servicios médicos.
El proyecto se centrará en fortalecer los servicios de salud reproductiva con enfoque de género e interculturalidad, buscando optimizar la oferta y la utilización informada de métodos modernos de planificación familiar, que pueden reducir las muertes maternas hasta en un 32 %.
Igualmente, permitirá aumentar la cobertura de la atención del parto institucional frente al parto comunitario y mejorar la calidad de la atención de las complicaciones obstétricas-neonatales. Además, para mejorar la capacidad resolutiva de los hospitales, será financiado la construcción y equipamiento de Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales en tres hospitales generales, entre otras intervenciones.
A su vez, los recursos otorgados permitirán financiar tecnologías como la telesonografia móvil, que permite realizar un diagnóstico adecuado de la madurez y salud del niño en el vientre de la madre durante el embarazo y reducir en un 32 % las muertes por condiciones prematuras. Por último, posibilitará el empoderamiento de la mujer en la toma de decisiones para la búsqueda de atención en el caso de señales de peligro, la elaboración de un plan de parto para cada embarazada y la organización comunitaria para el transporte de emergencias.
En Honduras, la razón de mortalidad materna ha disminuido de 182 a 60 muertes por cada 100 mil nacidos vivos entre 1990 y 2015, frente a un promedio regional para América Latina y el Caribe de 67 muertes por 100 mil nacidos vivos. La mortalidad infantil también se redujo en un 38 % al pasar de 39 a 24 muertes por mil nacidos vivos entre 1990 y 2012. Sin embargo, la reducción de la mortalidad infantil en el período 2006-2012 solo disminuyó un 4 %.