El Premio Internacional de Dubái reconoce la medición de prosperidad urbana en 153 municipios de México y los beneficios que ello trae a la planificación urbana.
Una mala planificación, la ausencia de gobernanza efectiva y de marcos legales, instituciones frágiles, escasa capacidad de las autoridades civiles y la falta de un mecanismo de monitoreo sólido son factores que disminuyen la posibilidad de fomentar el desarrollo urbanístico sostenible a largo plazo en las ciudades.
Es por ello que resulta meritorio el premio entregado por la Municipalidad de Dubái a la Iniciativa de Ciudades Prósperas aplicada en 153 municipios en México en la categoría de Transferencia de Mejores Prácticas en el Mecanismo de Monitoreo de la Nueva Agenda Urbana y que busca resolver muchas de esos factores expuestos.
El premio, que desde 1996 reconoce iniciativas en todo el mundo que sobresalen por su contribución al desarrollo urbano sostenible, ha sido otorgado en esta edición a este proceso impulsado por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), dentro del marco de actuación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), y realizado en colaboración con la oficina de ONU-Habitat en México, y el aporte de datos de los municipios.
El premio destaca la importancia de contar con evidencia para que las ciudades se desarrollen de la forma más sostenible y eficiente posible. Los municipios que cuentan con planes basados en evidencia pueden dar un gran paso hacia la mejora de la calidad de vida de las personas; priorizar y hacer más eficiente el uso de recursos; generar apoyo cívico con base en la transparencia; impulsar el crédito político a través de la rendición de cuentas; y entender las necesidades de todos los grupos para no dejar a nadie atrás.
La iniciativa tiene como antecedentes 2012, cuando ONU-Habitat creó un instrumento para medir la sostenibilidad de las ciudades conocido como el Índice de Prosperidad Urbana (CPI, de City Prosperity Index en inglés).
En 2013, ONU-Habitat recibió numerosas peticiones de autoridades locales y de gobiernos centrales para poner en marcha sus respectivos índices de prosperidad. Alcaldes y demás dirigentes querían saber cómo estaban sus ciudades en comparación con otras. Buscaban información sobre cómo mejorar la puntuación y qué medidas debían tomar sus ciudades para avanzar hacia el camino de la prosperidad, así como formas de decidir qué programas y políticas podrían funcionar y los posibles impactos derivados de ellos.
Como resultado de estas peticiones, ONU-Habitat transformó el Índice de Prosperidad Urbana en una iniciativa global conocida como la Iniciativa para la Prosperidad Urbana. Y es así como empieza a aplicarse en México, un país donde ocho de cada diez personas viven en ciudades.
Gracias al CPI, 153 municipios mexicanos cuentan con una información que es de gran utilidad a la hora de actualizar sus planes de desarrollo urbano, lo que es requerido por la nueva Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, en un plazo de dos años a partir de su entrada en vigor.
No hay duda que la adecuada elaboración y ejecución de la planificación va a permitir dar un salto en el desempeño de la ciudad y en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
También permitirá que estos municipios tomen una posición destacada en el cumplimiento de la Nueva Agenda Urbana y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, formulados para que las ciudades y asentamientos humanos sean más prósperos, inclusivos, seguros y sostenibles.
Con información de ONU Habitat México