Si bien no hay recetas mágicas para alcanzar el desarrollo económico de un país, sí hay estrategias y políticas que, bien implementadas, generan los resultados deseados. Recientemente salieron datos del Índice Departamental de Competitividad, empleo y pobreza. Las cifras no son muy alentadoras a pesar del leve repunte debido a la reactivación económica post Covid19. Lo importante es reconocer que todas estas variables macroeconómicas están relacionadas y son una mezcla que pueden conjurar un coctel milagroso o mortal, como es el caso del departamento de Sucre que está en la cola a nivel nacional.
En cuanto al Índice Departamental de Competitividad, Sucre se encuentra en una muy baja posición al ubicarse de 23 entre 33 departamentos analizados, incluyendo Bogotá ciudad capital. Si hay algo por rescatar de esta situación, por decirlo de alguna forma, es que por lo menos se mantuvo en la misma posición en comparación con el año 2020. De manera general, cayó en la mayoría de los 14 temas evaluados; su peor categoría es la de mercado laboral (posición 32); y su mejor posición la alcanza en materia de salud (posición 15). El tema que más variación negativa obtuvo fue el de instituciones que incluye sectores como seguridad y justicia, gestión fiscal, transparencia y gestión administrativa; en este rubro pasó de ocupar la séptima posición a nivel nacional a ser el 20.
En materia de pobreza multidimensional, el Departamento de Sucre presenta los peores números también. A 2021, se ubicaba en la posición #8 de los peores departamentos con cifras de pobreza, pasando de 33,3% en 2019, a 38,1% en 2020 y 30,3% en 2021; muy por encima del promedio nacional que en el último año alcanzó el 16% de personas en situación de pobreza. Sucre se ubica, lamentablemente, muy cerca de los departamentos de la Región Amazónica y los Llanos Orientales, los más pobres y retrasados del país.
En lo que respecta al empleo local, entre enero y marzo 2022, Sincelejo alcanzó un 12,7% de desempleados, por debajo de la media nacional que estuvo en 13,4%. Sin embargo, preocupa como siempre su cifra de informalidad que se encuentra en un 66,8% de su fuerza laboral, lo que le da el deshonroso lugar de ser la ciudad más informal del país. En cuanto al desempleo juvenil, se estima que el 24,4% de los jóvenes de la capital están sin empleo.
Finalmente, está claro que lo que hay son retos por delante. Una vez más tenemos las cifras y el diagnóstico pero no avanzamos en la implementación de soluciones efectivas para mitigarlas. Seguimos en un país centralista, donde Bogotá lidera los distintos rankings, por eso se necesita invertir en formulación e implementación de políticas locales y territoriales que permitan una mayor autonomía de las ciudades para avanzar en su desarrollo. Ahora que se está hablando de un Área Metropolitana de la Sabana conformada potencialmente por Sincelejo, Toluviejo, Sampués y Corozal, ésta sería una buena estrategia para impulsar la economía regional. El Pacto del Golfo de Morrosquillo, el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico de Sincelejo y la constitución y puesta en marca de la Zona Franca de Sincelejo son otros instrumentos importantes que permitirán avanzar en la dirección correcta.