Gracias a una iniciativa pública–privada, se ha desarrollado en São Paulo una herramienta que identifica un patrón de conducta y establece el perfil del conductor con una precisión superior al 90 %. Una buena noticia para mejorar la seguridad vial en las calles y la gestión de vehículos.
Mejorar la seguridad vial en el continente es un imperativo. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud OMS, los traumatismos causados por el tránsito en América se cobran la vida de unas 155 000 personas al año y representan un 12 % de las muertes mundiales.
La tasa de mortalidad debida al tránsito en toda la región es de 15,9 por 100.000 habitantes, cifra inferior a la tasa mundial de 17,4. No obstante, “tras este promedio regional se ocultan marcadas diferencias de un país a otro”, como lo advierte la OMS, “ya que las tasas nacionales varían mucho, desde una cifra baja (6,0) en el Canadá a una muy alta (29,3) en la República Dominicana.”
Por eso, el esfuerzo de la startup brasileña Cobli en disminuir los riesgos al volante merece ser visibilizado. Esta empresa ha venido especializándose en soluciones tecnológicas para el monitoreo y la gestión del parque automotor. Al concentrar los esfuerzos en la seguridad, la empresa ha perfeccionado una herramienta capaz de detectar el patrón de comportamiento de los conductores de vehículos mediante el análisis de datos recabados por rastreadores alimentados con energía solar.
Este proyecto se desarrolla con el apoyo del Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP y se basa en la tecnología de machine learning (aprendizaje de máquinas), un área de la Inteligencia Artificial. «Con base en los datos recabados, el algoritmo establece un perfil de quien va al volante con una precisión de más del 90 %», afirma el ingeniero Rodrigo Mourad, uno de los fundadores y socios de Cobli.
De acuerdo con Mourad, al cabo de una o dos semanas de uso el sistema puede reunir una cantidad de datos -velocidades, aceleraciones, frenadas y ángulos de curvas- suficiente como para trazar un perfil del conductor que va al volante del vehículo. Dichos datos, directamente vinculados a la seguridad en el tránsito, también tienen impacto sobre la economía de la empresa, pues una forma de manejar más agresiva aumenta el consumo de combustible y los gastos de mantenimiento del vehículo.
El sistema también recaba datos sobre localización (vía GPS) y desempeño del vehículo, generando información a la cual se puede acceder a través de un teléfono inteligente o de una Tablet. En caso de accidente, el dispositivo envía automáticamente un mensaje de emergencia vía SMS con la localización del vehículo a los contactos registrados de la familia o de la empresa del chofer.
Este sistema que la empresa ha desarrollado reemplaza al convencional «pin identificador» insertado en llaveros o tarjetas y leído por un sensor instalado en el vehículo, un recurso bastante utilizado actualmente en el segmento de logística. Mourad argumenta que este sistema puede ser fácilmente objeto de fraudes: basta con que un conductor le preste su tarjeta de identificación a otro. «El hardware es una solución estática, mientras que la logística es dinámica», complementa.
Energía solar
La estrategia de esta empresa brasileña ha consistido en destinar recursos materiales y humanos a la ciencia de datos y a IoT (Internet de las Cosas) aplicados a la logística.
Lucas Brunialti, experto en sistemas de información y director de tecnología de la empresa, explica que actualmente Cobli recolecta datos mediante un dispositivo electrónico que se conecta al OBD (del inglés On-Board Diagnostic), que es la entrada del sistema de control del automóvil. Este dispositivo es importado y lo utilizan también otras empresas que actúan en el área de logística. «La diferencia nuestra reside en el procesamiento de los datos recabados, que nos permite ofrecer informes útiles para la planificación de las rutas y la gestión de las flotas», dice.
Con el apoyo del PIPE en la Etapa 2 del proyecto, Cobli está desarrollando un nuevo dispositivo que no depende del conector OBD o de energía eléctrica: está equipado con una placa solar de 30 x 15 cm, y puede fijárselo en cualquier lugar del vehículo que reciba luz solar. Según Brunialti, el funcionamiento con energía solar ampliará las posibilidades de utilización de este aparato: «Podrá instalárselo incluso en la carrocería de un camión para efectuar el rastreo de la carga», dice el investigador. Dotado de una batería interna, este dispositivo capta energía solar durante algunas horas, por eso puede utilizárselo también por las noches. La empresa ya posee un prototipo del nuevo dispositivo y espera finalizarlo este mismo año.
Desvíos al conducir
El otro aspecto del proyecto desarrollado con el apoyo de la FAPESP es la propia evolución del software. En la actualidad el sistema logra detectar diversas características del comportamiento al frente del volante, lo cual les permite a los clientes de la empresa identificar a sus conductores y orientar en forma personalizada a los que manejan en forma peligrosa. Gracias a este sistema, la empresa descubrió que los choferes que conducen por la ciudad de São Paulo tienen el hábito de disminuir alrededor de un 25% la velocidad de los vehículos al acercarse a un radar y volver a la velocidad anterior inmediatamente después de pasar por el mismo, por ejemplo. Además del riesgo que revisten las frenadas bruscas, este comportamiento también trae aparejados un mayor consumo de combustible y un mayor desgaste de elementos tales como neumáticos y componentes de los frenos.
El desafío ahora consiste en desarrollar un algoritmo que detecte desvíos en el patrón de comportamiento de los conductores. Con base en un conductor que el sistema ya reconoce, el objetivo es detectar rápidamente anomalías que puedan estar relacionadas con el consumo de estupefacientes, el sueño o el uso del celular mientras se conduce. Para arribar a un resultado eficiente, la colaboración con las empresas ha de ser fundamental en la etapa de alimentación de datos del sistema, dice Mourad. «Cuando se detecte una alteración en el patrón de manejo del vehículo, entraremos en contacto con la empresa para que verifique qué está sucediendo.»
Ahora, desarrollada esta tecnología, el reto es poder llevarla a los vehículos particulares. Aunque no se ha contemplado todavía ese paso, lo cierto es que una herramienta tecnológica tan útil para aumentar la seguridad al conducir, debería contemplarse rápidamente para ser masificada. Lo cierto es que ya el hecho de aplicarse en la gestión de flotas y logística ayuda a mejorar la seguridad vial en ese segmento de conductores.