El Proyecto de Huella de Ciudades tiene como objetivo fortalecer iniciativas municipales relacionadas con la mitigación y adaptación al cambio climático, a través de la evaluación de las huellas de carbono y de agua de los gobiernos municipales como organizaciones y de las ciudades como espacios geográficos.
El Proyecto, surgido en 2012 como respuesta a la demanda de los alcaldes de La Paz, Quito y Lima, y también como un compromiso para promover el desarrollo urbano compatible con el clima. Las tres ciudades fueron seleccionadas para participar en el proyecto debido a su alta vulnerabilidad al cambio climático en términos de disponibilidad de agua, principalmente debido al retroceso de los glaciares andinos y el cambio en los regímenes de precipitación. Al mismo tiempo, el proyecto a partir de evidencia empírica mostró que los espacios urbanos presentan innumerables oportunidades para promover el desarrollo con bajas emisiones de carbono.
Esta iniciativa de CAF, en coordinación con los respectivos Gobiernos Municipales, tuvo como socio estratégico a la Fundación Futuro Latinoamericano (FLA) y fue cofinanciada por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN por sus siglas en inglés) AFD y Avina.
Las huellas anuales de carbono y agua de ciudades se evaluaron utilizando metodologías internacionalmente reconocidas; así para las Emisiones de Gases de Efecto Invernadero se siguió el Protocolo Mundial a Escala de Comunidades y para la Evaluación de la Huella de Agua, el Manual de The Water Footprint Network, creadores del concepto de huella hídrica.
Las huellas de carbono y agua de las ciudades fueron proyectadas en horizontes futuros, con datos oficiales de crecimiento demográfico, crecimiento del PIB y otras variables, así los resultados fueron escenarios BAU (Business As Usual) y de crecimiento bajo en carbono y de reducción de la huella hídrica con inclusión de las acciones e inversiones identificadas en los planes de acción.
Con base en las evaluaciones de las huellas de carbono y de agua, se preparó para cada ciudad planes de acción de reducción de dichas huellas incluyendo portafolios de inversión priorizados. Estos planes incluyen, además: i) una cartera de proyectos dividida en sectores; ii) Proyecciones de huellas en los horizontes de planificación a corto, mediano y largo plazo definidos por los planes de desarrollo municipal; iii) análisis costo-beneficio y costo-efectividad de cada proyecto de reducción de huella en la cartera; y iv) la identificación de fuentes financieras y proveedores de tecnología para proporcionar una base para el diseño y la ejecución de proyectos. Las proyecciones basadas en escenarios de BAU y de reducción de huellas, permitieron la fijación de metas que se incorporaron a las metas de mitigación y adaptación que las ciudades están considerando hacia el futuro.
Uno de los factores de éxito del Proyecto es la actitud proactiva que los gobiernos municipales de las ciudades involucradas comparten hacia un desarrollo compatible con el clima y resiliente al cambio climático. Todos los municipios participantes cuentan en la actualidad con políticas, planes, programas y proyectos relacionados con el cambio climático orientados hacia la mitigación y la adaptación, que se han visto robustecidos por el accionar del Proyecto.
Otro factor importante es la creación de mecanismos de intercambio de experiencias a través del Proyecto, que mediante eventos y talleres presenciales y el uso de redes sociales, plataformas, y otros, ha permitido una comunicación fluida entre los distintos actores del Proyecto y con organizaciones que comparten el mismo interés común, logrando así el aprendizaje Sur – Sur.
El Proyecto es un ejemplo concreto de que las iniciativas locales para enfrentar el cambio climático son un elemento central para el logro de los compromisos internacionales. El proceso de diálogo permanente con autoridades, sector privado y sociedad civil sistematizado por el Proyecto para el cálculo de las huellas y la formulación de acciones de reducción en las ciudades es un aporte con mirada local al cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de Paris y se constituye en un modelo con gran potencial de réplica regional y global.
En seis años de implementación, el Proyecto Huella de Ciudades en cuatro fases, apoyó a la formulación de políticas, planes de acción y proyectos de mitigación y adaptación en 14 ciudades en cinco países de Latinoamérica, y contribuyó a fortalecer procesos de toma de decisiones en la planificación y gestión urbana incluyendo la variable de cambio climático.
El Proyecto ha sido reconocido por la Cities Alliance, en el Foro Político de Alto Nivel de la ONU sobre Desarrollo Sostenible de 2018, como una de las cinco mejores iniciativas de sostenibilidad en el mundo, por su contribución por su contribución a la integración y monitoreo de las agendas globales de sostenibilidad (Agenda 2030, Acuerdo de París, Nueva Agenda Urbana) desde las ciudades.
La Serie Huella de Ciudades publicada en el Espacio de Conocimiento Abierto de CAF, resume la metodología empleada, los resultados alcanzados y los planes de acción identificados para 11 ciudades de 5 países, que conforman las tres primeras fases del Proyecto.
Este artículo fue escrito por Edgar Salas Rada y Sandra Mendoza Amatller y publicado originalmente en el blog Visiones de CAF