El ranking Tom Tom reportó a seis ciudades latinoamericanas entre los 20 primeros lugares. En el mundo, Bangalore desplazó a Bombay. Expertos insisten en uso del transporte público y los modos activos.
El ranquin de Tráfico Tom Tom publicó sus resultados para el 2019 en el que evaluó 416 ciudades en 57 países de seis continentes y en el que la ciudad india de Bangalore tomó el primer lugar como la más congestionada, desplazando a Bombay. En lo que respecta a Latinoamérica, seis grandes ciudades de la región se ubicaron en los 20 primeros lugares, dos de ellas – Bogotá y Lima-, entre las 10 con más dificultades para desplazarse.
“Bangalore, ciudad del sur de la India, ocupa el primer lugar este año con conductores que esperan pasar un promedio de 71 % de tiempo de viaje adicional atrapados en el tráfico. Las siguientes en la clasificación mundial son la capital de Filipinas, Manila (71 %); Bogotá en Colombia (68 %); la ciudad más congestionada del año pasado, Bombay (65 %); y Pune (59 %), también en India; conformando las cinco ciudades más congestionadas del mundo”, indicó el informe.
La de mayor tráfico en Europa fue Moscú (59 %) y en Estados Unidos fue Los Ángeles con (42 %), haciendo recordar la muerte del basquetbolista Kobe Bryant quien había decidido movilizarse en helicóptero debido a las grandes congestiones en esta su ciudad de residencia.
Respecto a las ciudades latinoamericanas, el tercer lugar fue, como se mencionó, para Bogotá con un 68 % pero subiendo un 5 %. Por su parte la capital peruana, Lima, obtuvo un porcentaje del 57 % que la ubicó en el séptimo lugar (bajó un 1 %).
Además, la Ciudad de México, con un 52 % de tiempo adicional de viaje, se mantuvo en el lugar 13 del ranquin y las brasileras Recife con un 50 % y Río de Janeiro con 46 %, se ubicaron en los lugares 15 y 20 respectivamente.
“Lo que mide el índice es el tiempo adicional que me tardo, sobre el tiempo ideal de viaje: si en Bogotá un viaje normal tarda 60 minutos, Tom Tom nos dice que ese 68 % representa 40,8 minutos adicionales. El viaje tardará entonces 100,8 minutos”, explicó el investigador y académico de la Universidad Nacional en Medellín, Iván Sarmiento Ordosgoitia.
Vehículo privado vs transporte público
Por su parte, Darío Hidalgo, recodó que el Índice se basa en los datos tomados de aquellos vehículos privados que usan la aplicación Tom Tom y por lo tanto “representan una pequeña proporción de los viajes en las ciudades del mundo”.
Sin embargo, reiteró que es una preocupación que varias ciudades latinoamericanas estén en un porcentaje tan alto y reiteró que la construcción de más vías no es la solución. “Es como tratar de resolver la obesidad comprando un pantalón más ancho”.
Para ambos expertos, el hecho de que muchas de las ciudades del ranquin cuentan con importantes redes de transporte masivo y público, llama a la reflexión.
Mientras Hidalgo destacó a Moscú en este sentido, Sarmiento por su parte puso de ejemplo a Tokio, “con una potente red de metro de cerca de 700 kilómetros en la que, sin embargo, se presenta con un porcentaje del 42 %. Incluso ciudades que uno considera con un transporte muy organizado como Toronto, también aparecen con un 33 % de tiempo adicional de viaje”.
El académico e investigador de la Universidad Nacional Sede Medellín, explicó que es normal este tipo de congestiones, ya que hay siempre que tener en cuenta el tráfico mixto (camiones, taxis, etc.) y que ello genera un tiempo adicional que entre el 20 y el 30 % puede ser calificado como normal. Porcentajes superiores a estos empiezan a ser extremos.
Así las cosas, Hidalgo reiteró que las ciudades tienen el reto de hacer más complejos los viajes para los vehículos particulares, privilegiar y estimular los modos activos (caminata y bicicleta) y fortalecer y mejorar los sistemas de transporte público, sin dejar de lado la planificación y transformación de los territorios.
“Para avanzar en movilidad se requiere trabajar realmente en el acceso de las personas y el desarrollo urbano. Debemos evitar viajes largos a través del desarrollo urbano compacto mixto, bien conectado, que la distancia de viaje no sea necesariamente tan larga como en estas, las principales ciudades de América Latina donde las personas realizan viajes excesivamente largos ya que son muy desconcentradas en sus actividades y las personas de ingresos bajos viven en la periferia y sus trabajos son en el centro urbano”.
Agregó que la mejoría en la calidad y frecuencia del transporte público, las redes de cicloinfraestructura, los sistemas ferroviarios, incremento del uso de la tecnología para la semaforización, la imposición de infracciones (control), son medidas positivas para disminuir las congestiones.
A ello, señaló, es necesario agregar medidas de gestión de la demanda como cobro por congestión, cobro de estacionamientos y por contaminación. “Hay que lograr hacer realmente difícil viajar en los modos menos eficientes. El Índice Tom Tom nos vuelve a decir que estamos muy mal en las ciudades de América Latina y nos lo va a seguir diciendo. Necesitamos otros indicadores distintos que midan realmente la movilidad de las personas y la accesibilidad de los destinos y no simplemente las demoras de los carros de los privilegiados que están en los vehículos privados”, sentenció Hidalgo.