Crisis del aire en Medellín: las industrias en la encrucijada del valle

derecho_1
LA Network
29 marzo, 2017 - Ecología Urbana

Responsable del 21% de la contaminación, este sector afirma que hace esfuerzos. Expertos en salud piden mayores compromisos.

El periodista colombiano especializado en turismo, Juan Gonzalo Benítez, en medio de la crisis ambiental por la que pasa la ciudad de Medellín y el Valle de Aburrá, recordó en un breve artículo de Destinos Verdes.com algo que suena lapidario en este momento histórico: hace 72 años nos advirtieron dónde debían estar ubicadas nuestras industrias.

“…y no hicimos caso”, tituló Benítez.

Cuando esta ciudad y su área metropolitana (nueve municipios más) viven uno de los impactos más fuertes por la mala calidad del aire, decretando en días pasados la alerta roja ambiental  y las autoridades tuvieron que detener durante tres días a cerca del 60% del parque automotor de la región por ser los responsables del 79% de la contaminación; también la industria ha sido objeto de escrutinio sobre su participación en el 21% de aporte en la contaminación del aire.

“Wiener y Sert, después de un estudio juicioso, advirtieron que en el Valle de Aburrá los vientos soplan de norte a sur, por lo que recomendaron ubicar las industrias en el sur. La idea era que la mayor contaminación se produjera en esa zona para que el dióxido de carbono no circulara por todo el Valle y fuera expulsado por los vientos. Así de simple”, escribió Benítez para recordar la presentación del Plan Piloto para Medellín en 1945.

Tal recomendación no fue contemplada. Esas industrias están ubicadas desde el norte del valle, pasando por el centro junto al eje que forma el río Medellín y claro, en el sur.

En esa condición, las emisiones de las industrias se pasean por todo el valle, sumándose a ese letal 79% de las fuentes móviles para completar un cóctel que se cobra la vida de 3.000 personas al año por enfermedades respiratorias; según expertos como el profesor Elkin Martínez de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia.

En ese orden de ideas, es claro que las condiciones geográficas juegan en contra de la reputación ambiental de las industrias asentadas en el valle y que según el director de la Escuela Nacional Sindical, Carlos Julio Díaz, generan el 19% del trabajo en la región: emplean a 340.000 personas aproximadamente.

En las multitudinarias pero cuestionables redes sociales, se emiten videos y fotos de grandes chimeneas de la ciudad -otrora símbolos del progreso de la industria-; arrojando grandes bocanadas de humo y exacerbando a las voces que por estos días señalan y reparten culpabilidades por la crisis.

“Es injusto”, dice Juan Camilo Quintero, gerente de Innovación y Emprendimiento de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), cuya oficina se asienta en Medellín. Cita un estudio de la firma Indisa realizado entre 2012 y 2015 en el que, comparando a la capital de Antioquia frente a otras 24 ciudades en el mundo, se demuestra que esas condiciones sí son determinantes para que lo que en otro contexto fueran emisiones lógicas de material particulado (PM), en este valle sean una maldición.

Para el dirigente antioqueño, si las condiciones geográficas y atmosféricas fueran otras, además de lo que suman los buses, camiones, volquetas, vehículos y motos, las industrias antioqueñas ocuparían un lugar justo en un mundo que exige sostenibilidad.

“Argos está catalogada como la empresa número uno en el mundo como ejemplo a seguir en sostenibilidad en temas de fabricación de cemento. En el índice Dow Jones Sustainability, está por encima de empresas suizas”, argumenta.

“Colcafé lo que expulsa en sus chimeneas no es material particulado son vapores de agua. Esta empresa genera hoy su propia energía, casi en un 100%, con biomasa. Enka tiene termoeléctrica. Ellos cumplen con sus calderas, no con la normatividad metropolitana, ni la nacional, cumplen es la norma mundial: solo emiten el 10 de la norma mundial, es una empresa ejemplo en el mundo en emisiones”, agregó.

Y mencionó a una empresa, protagonista de un video viralizado en la redes por sus emisiones, la vidriera Peldar. Afirmó que esta industria solo emite el 50% de lo que la norma le exige y “la gente ha sido muy injusta con ella, es un modelo de empresa que se debería aplaudir”.

Quintero puntualizó que según datos en su poder suministrados por la autoridad ambiental, en el valle hay cerca de 1200 chimeneas de las que el 95% cumplirían con las normas.

El vocero de los industriales aceptó que por la manera desordenada en la que la ciudad avanzó en sus procesos de ocupación del territorio, sin un ordenamiento claro de hacia dónde ir, las industrias tomaron los lugares actuales.

“Lo primero es que esto es el resultado de las acciones de todos los medellinenses y habitantes de la región. Segundo, que es un tema donde no ha jugado su papel la disciplina individual y tercero, que tenemos que hacer una apuesta conjunta por mejorar el aire pero no podemos poner a todos al mismo nivel de los contaminadores, si hay industrias que contaminan, pues que la autoridad actúe”.

Sin embargo, para el profesor Martínez, quien ha realizado numerosos estudios sobre el tema de la calidad del aire, las normas a las que se acogen los industriales no guardan la rigurosidad que requiere la calidad del aire.

“Una norma que se negocie entre los infractores y el gobierno va a estar tocada por otros intereses de orden económico y político. Los de orden económico quieren mayor permisividad y los políticos harán arreglos para que así sea permisiva para beneficio de los primeros y a espaldas del interés general”, expresó el académico e investigador, Magister en Salud Pública.

Martínez explicó que la Organización Mundial de la Salud estableció el límite crítico del aire en 10 microgramos por metro cúbico de partículas PM2.5, en ese punto se produce un aumento del 4 al 6% en mortalidad general;  del 6% en enfermedades cardiorespiratorias;   del 8% en enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y un 14% en por cáncer de pulmón.

El profesor Martínez reconoció que las industrias no son el mayor contaminador o aportante en la situación actual con ese 21%, pero llamó la atención de prácticas que afectan y suman a la crisis y el riesgo de salud.

“Ese 21% a veces es poco perceptible en la mañana pero algunas industrias que en forma un poco maliciosa hacen sus emisiones principalmente por la noche, esa podría ser muy importante pues en la noche no se ven tan claramente y no tendrían un control riguroso”, señaló.

Esta práctica, señaló Martínez sería mucho más perjudicial que emitir en el día, ya que en la noche las bajas temperaturas del aire hacen que esas capas se sedimenten y la contaminación permanezca flotando sin dispersarse por efecto del calor (como sucede cuando hay temperaturas altas) y aumentando la exposición de los habitantes del valle a las partículas.

Para Martínez, es necesario que las industrias inviertan en tecnologías más limpias, reconoce que son costosas pero “es lo que debemos hacer”. Agregó que lo ideal sería que las industrias estuvieran por fuera del valle, lo más alejadas posible, todo ello en procura de proteger la vida, dice.

Sin embargo, Quintero explica que ese tipo de medidas, trasladar las industrias, sería impracticable: “trasladar una planta de 400 personas, una industria mediana, valdría 60.000 millones de pesos. Posiblemente sus dueños preferirían vender y estar tranquilos pero, ¿cuál sería el impacto social?”.

¿Pero hay algo en lo que estén de acuerdo investigador y el dirigente gremial?

Coinciden en poner el mayor énfasis del control en ese 79% que más contamina. Exigir un mayor control sobre el parque automotor, especialmente los de combustible diesel; promover el uso de combustibles limpios en el transporte: electricidad, gas o al menos combustibles Euro IV y V.

Exigen chatarrizar las denominadas ‘chimeneas’ rodantes y también piden un mayor aporte de la sociedad en su conjunto, en las acciones individuales para conjurar lo que se advirtió hace 72 años, que hoy cuesta tanto remediar y sobre lo que Benítez preguntó al cierre de su artículo recordatorio: “¿Todavía estamos a tiempo de revertir las acciones equivocadas y seguir los consejos de Wiener y Sert? ¿Tienen nuestros dirigentes la suficiente voluntad política para tomar esas decisiones difíciles que hay que tomar? Ojalá”.