Por Renata Seabra – Jason Anthony Hobbs
¿Te gustaría vivir en una ciudad donde fuera posible caminar con comodidad y seguridad? ¿Y poder desplazarte en bicicleta en vez de tener que hacerlo en coche o autobús? ¿Alguna vez imaginaste poder vivir en un barrio con bajos niveles de contaminación atmosférica y acústica? ¿Y en una ciudad que equilibre los usos de los espacios urbanos públicos y privados de una manera sostenible?
Aunque algunos centros urbanos del mundo ya cuentan con muchas de estas características, las ciudades de América Latina y el Caribe (LAC), pese a sus esfuerzos, aún no lo han conseguido. No es de extrañar que una ciudad que brinde estas facilidades nos pueda llegar a parecer un sueño lejano e incluso, inalcanzable para los que vivimos en LAC. Pero sepa que sí podríamos vivir en ciudades más compactas, conectadas y coordinadas; en otras palabras: en una ciudad más eficiente.
¿Por qué algunas ciudades pueden considerarse más eficientes que otras?
Una de las respuestas a esta pregunta se encuentra en la incorporación de estrategias de una metodología denominada: Desarrollo Orientado al Transporte (DOT).
DOT es una forma de construir ciudades más compactas y respetuosas con el medio ambiente. Un enfoque DOT conlleva adoptar un conjunto de estrategias territoriales basadas en proyectos urbanos que tienen como objetivo articular componentes urbanos junto con sistemas de movilidad. Esto se lleva a cabo fomentando la concentración de actividades residenciales y socioeconómicas cerca de los corredores y estaciones de transporte masivo.
Para lograr estos objetivos, es necesario que las políticas urbanas, en todos los niveles de gobierno, induzcan a la construcción sostenible e inclusiva de proyectos urbanos. En este sentido, la estrategia DOT tiene algunos elementos esenciales:
- Usan herramientas que optimizan el uso del suelo urbano
- Aprovechan las oportunidades para recuperar el valor del suelo
- Mejoran la articulación entre los sectores público y privado a lo largo del ciclo de vida del proyecto urbano
- Desarrollan infraestructuras de transporte público con energías limpias y renovables
- Estimulan el proceso de regeneración urbana
- Promocionan una oferta diversificada de actividades económicas en el entorno urbano
La contaminación del medio ambiente, o las horas perdidas en los desplazamientos son dos ejemplos que ilustran la pérdida de calidad de vida de las personas que dependen de transportarse mediante vehículos a motor. Las ciudades compactas y densas mejoran los viajes sostenibles y reducen significativamente los problemas causados por fallas en el sistema de movilidad.
Otro obstáculo al desarrollo, muy común en las ciudades latinoamericanas, es que el sector privado absorbe un porcentaje significativo de la revalorización del suelo urbano de las inversiones públicas. Debido a la escasez de recursos, esto impide que se realicen nuevas inversiones y que se produzca una distribución justa de las ganancias derivadas del incremento en el valor del suelo urbanizado. Los proyectos urbanos que no utilizan instrumentos capaces de equilibrar los intereses público-privados son poco inclusivos y no han sido sostenibles con el paso del tiempo.
¿Qué ventajas conllevaría adoptar estrategias del DOT en mi ciudad?
Los beneficios, tanto para el ámbito público como para el privado, son numerosos. Entre ellos se encuentran la reducción de los tiempos de desplazamiento, la optimización del uso de recursos y servicios, la contención del crecimiento horizontal y disperso en las ciudades, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la posibilidad de recuperar la valoración inmobiliaria. Sin embargo, quizá una de las principales ventajas que mejor ilustra los beneficios de utilizar un enfoque DOT es que se prioriza la concentración de actividades diversificadas alrededor de las estaciones de transporte masivo, lo que promueve la regeneración urbana en áreas que comúnmente tienen precios bajos y de baja accesibilidad para peatones y ciclistas.
Por lo tanto, aprender de las ciudades que han logrado metas para promover la calidad de vida de sus ciudadanos y adaptar las técnicas utilizadas a realidades específicas puede ser una forma de mejorar los centros urbanos en los países en desarrollo. Los aspectos institucionales, legales, del mercado del suelo y de sostenibilidad, así como los instrumentos de financiación y planificación de la movilidad, pueden ser analizados y rediseñados para aplicarse al contexto de ALC.
Desde el BID te invitamos a aprender más sobre los sistemas del DOT
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Desarrollo Regional de Brasil (MDR) están trabajando en un estudio sin precedentes que brindará respuestas y soluciones a estos problemas en el contexto brasileño, pero que puede servir como ejemplo para otros muchos países de la región más allá de Brasil.
El 29 de abril se realizó un webinar donde fue presentado el libro Desarrollo Orientado al Transporte: Cómo crear ciudades más compactas, conectadas y coordinadas. Este libro es el resultado de una investigación realizada a partir de lecciones aprendidas de casos nacionales e internacionales dirigidas a analizar y comprender los marcos legales, financieros e institucionales, así como a mapear las limitaciones y oportunidades para la implementación de sistemas DOT en el contexto de los países en desarrollo.
Columna publicada originalmente en Blog del BID