El dato genera cuestionamientos en un país que produce alimentos para 450 millones de personas.
Un llamado de atención realizó en Buenos Aires la relatora especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Hilal Elver, quien advirtió que, en tiempos de crisis, el país sudamericano debe apoyar a la agricultura familiar, que agrupa a más del 80 % de los agricultores del país, y se mostró preocupada por el alto consumo de alimentos ultra procesados en Argentina, uno de los motivos por los cuales el 60 % de la población es obesa o padece sobrepeso.
Según las cifras que maneja Elver, tras una visita de diez días a la nación suramericana donde visitó las provincias de Buenos Aires y Chaco, la agricultura familiar es de vital importancia para el país ya que suministra casi la mitad de la fruta y verdura que se consume en la nación.
“Entiendo los desafíos que enfrenta la Argentina, pero soy crítica respecto a decisión del Gobierno de aprovechar la crisis económica actual para desmantelar el apoyo al sector de la agricultura familiar, mediante el despido de cerca de quinientos trabajadores y expertos del Ministerio de Agroindustria”, destacó la experta quien añadió que esta decisión aparentemente estaría encaminada a promocionar “aún más la agricultura industrial orientada a la exportación, principalmente de soja y maíz”.
La relatora remarcó que el modelo agrícola de producción comercial masiva basado en la exportación, principalmente de soja y maíz transgénicos, no benefician el derecho a la alimentación ya que produce tasas de deforestación “peligrosamente altas”, el aumento de uso de agroquímicos en las tierras contamina el agua y son perjudiciales para la salud humana.
De su lado, entre las consecuencias que pudo percibir Elver, señaló que hay “un creciente número de personas que va a comedores o se salta una comida, y que los niños se ven forzados a depender de los comedores escolares para su comida diaria”.