Decálogo para las ciudades luego del COVID-19

Decálogo para las ciudades luego del COVID-19

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LA Network

La más importante organización de líderes locales en el mundo, la red CGLU, presentó la ruta para la recuperación de las ciudades, pero buscando la transformación hacia la justicia y el desarrollo sostenible.

 

Decálogo para las ciudades luego del COVID-19
El Decálogo invita a las ciudades del mundo a incluir a la cultura como el cuarto pilar de la sostenibilidad de acuerdo con su valor en la sociedad y más todavía luego del protagonismo que ha cobrado durante todo el tiempo de confinamiento

Ratificando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como el faro para la recuperación de las ciudades del mundo, la red Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), la más potente del planeta con 140 miembros, publicó su ‘Decálogo para la era posterior a COVID-19’.

“Nosotros, los líderes de los gobiernos locales y regionales de todo el mundo, miramos hacia adelante, bien conscientes de que nuestras ciudades, pueblos y territorios nunca serán los mismos después de esta crisis”, indicó el documento que fue financiado por la Unión Europea y la Agencia sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

CGLU construyó esta guía fundamental con la perspectiva que, las ciudades y los territorios urbanos han sufrido un quiebre que las ha llevado a un camino sin retorno y son necesarios unos parámetros para la era posterior a esta pandemia que, a esta altura, ya deja cerca de 3.7 millones de contagiados, 260 mil víctimas y una economía contraída en un -5.3 % para Latinoamérica según la Cepal.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible a 2030 de la ONU son, para la red, la referencia de la implementación de cualquier iniciativa que se establezca para el restablecimiento de las condiciones ideales de la vida de la población urbana -especialmente de las comunidades más vulnerables que en Latinoamérica y tras la pandemia podría llegar a 220 millones de pobres-; con base en la cocreación, la gobernanza multilateral y la solidaridad.

Decálogo para las ciudades luego del COVID-19
Emilia Saiz, Secretaria General UCLG.

Diez caminos, un propósito: no dejar a nadie atrás

En este sentido, la red CGLU estableció que Garantizar los servicios públicos, Paquetes de apoyo financiero, Modelos de proximidad de consumo y producción a nivel global, Acuerdo verde a nivel mundial, Nuevas ciudadanías y libertades para una democracia renovada, Generación de igualdad, Territorios que cuidan a sus servidores públicos, La cultura como un antídoto para los efectos secundarios, Un Sistema interurbano y La nueva generación del multilateralismo; son los 10 pilares para una recuperación y una transformación que “no deje a nadie atrás”.

Elkin Velásquez, director de ONU-Habitat para Latinoamérica y El Caribe, expresó es sus redes sociales su beneplácito por la presentación de esta hoja de ruta resiliente. “Referencia obligada para la transformación urbana post-covid-19. Gran trabajo de @uclg_org @UCLG_Saiz. Sigue desplegar el decálogo a nivel global con método, alianzas y multiplicidad de acciones integradas”.

Sobre los servicios públicos fundamentales, el Decálogo incluye no solo los que integran los servicios básicos relacionados con las condiciones sanitarias (agua, esencialmente), sin dejar de lado otros como energía; pero haciendo un llamado muy especial por el transporte público, Internet y sobre todo la educación como “un instrumento esencial para garantizar las necesidades básicas de todos”.

De la misma manera, el documento propone la creación de un Fondo Internacional de Alivio Municipal que permita la movilización de recursos con el objetivo de sustentar la pérdida de ingresos en los gobiernos locales y claro, en las comunidades sostenibles.

Sobre los modelos de proximidad y producción local, el Decálogo coincide con lo expresado a LA Network por tres destacados urbanistas y planificadores latinoamericanos en el sentido de revaluar los elementos de las ciudades densas para promover una productividad menos descentralizada, sostenible, que justamente por su pequeño tamaño, sea inmune a crisis como la actual. “La pandemia ha arrojado luz sobre el modelo de consumo de muchas ciudades que dependen excesivamente del turismo y de unos sistemas de producción deslocalizados e insostenibles, y será esencial reequilibrar la relación entre el crecimiento económico, el medio ambiente y las prioridades públicas”.

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Para el documento, la equidad de género y la protección tanto de mujeres como de los servidores públicos son esenciales no solo para la recuperación sino como esencia de la vida urbana. “Ha llegado el momento de colocar un marco de igualdad en la planificación urbana, en la legislación y en el desarrollo. Ha llegado el momento de asegurar la plena inclusión, la plena participación de las mujeres y las niñas en la política y el tejido social de las ciudades y las regiones”.

Otro de los puntos destacados en el ‘Decálogo para la era posterior a COVID-19’, es el de la seguridad y la democracia en la que estimula ell uso de la tecnología para garantizar la seguridad ciudadana, pero sin dejar de lado el respeto por los derechos civiles y, sobre todo, pensando que las comunidades vulnerables deben ser vistas como protagonistas de otras narrativas para que esa seguridad no sea “contra ellas”.

Finalmente, el Decálogo invita a las ciudades del mundo a incluir a la cultura como el cuarto pilar de la sostenibilidad de acuerdo con su valor en la sociedad y más todavía luego del protagonismo que ha cobrado durante todo el tiempo de confinamiento de los ciudadanos del mundo. “La gente ha recurrido a la cultura para crear significado, para mostrar solidaridad y levantar la moral general”.