Foto de Vlada Karpovich: https://www.pexels.com/es-es/foto/madera-persona-manos-boligrafo-4668363
Como todos los países a nivel global, Colombia está avanzando hacia un modelo de economía circular que le permita no tener desechos a 2030, en el mejor de los casos, o a 2050 siendo más realistas. En ese camino hemos sido testigos de cómo el gobierno ha adherido y suscrito acuerdos entorno a la adaptación y mitigación del cambio climático que incluyen acciones concretas desde plantar árboles, hasta promover la generación de energías renovables y desincentivar el uso de carros o materiales contaminantes, entre otras.
En ocasiones pensamos que lo que pasa fuera de nuestras casas no nos atañe, incluso si nuestras acciones impactan negativamente al medio ambiente. Tendemos a pensar que son otros o el gobierno los que deben hacer más. Es cierto, Colombia es un país de ingresos medios-altos, biodiverso y rico en fauna, flora y recursos hídricos, una economía relativamente pequeña que no aporta mucho a las emisiones globales de gases efecto invernadero, sin embargo cuenta. A pesar de lo anterior, hay que reconocer que una gran mayoría, con los jóvenes liderando, tenemos hoy más consciencia de nuestros hábitos y de cómo, por pequeñas que parezcan, nuestras decisiones afectan nuestro entorno. ¿De qué forma podemos ayudar? Precisamente uno de los grandes aportes individuales a la sostenibilidad del planeta es separar bien los residuos. ¿Por qué? Porque hoy se generan aproximadamente 13,5 millones de toneladas de residuos en el país y se recicla solo 11,8% según el DANE.
Un poco de historia reciente: En 2015 se firmó el Decreto 1077 que estipula que es obligación de los usuarios separar los residuos en la fuente, es decir, al principio de la cadena, donde se generan, para su adecuada disposición final. Por su parte, en 2016 se aprobó el CONPES 3874 de Política Integral de Residuos Sólidos en el cual una de las acciones está encaminada a desarrollar una estrategia nacional de comunicación de separación de residuos. En 2019, el Gobierno Nacional, en cabeza del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, establece el Código Nacional de Colores mediante la Resolución 2184. En él se clasifican los desechos en tres colores; blanca para aprovechables (lo que se recicla); verde para orgánicos (comida y restos de jardinería); y negra para no aprovechables (lo que va a los rellenos). Finalmente, el Departamento Nacional de Planeación lanzó, de manera estratégica el 17 de mayo pasado, Día Mundial del Reciclaje, una Guía para la adecuada separación de residuos teniendo como base el Código Nacional de Colores. Este documento, que viene acompañado de una ficha pedagógica, nos ayuda a conocer los tipos de residuos más comunes y, sobre todo, cómo separarlos, cómo reutilizarlos si es el caso y en qué caneca echarlos. A este hecho se le suma una Ley recién aprobada para prohibir 14 tipos de plásticos que incluyen bolsas, desechables, pitillos, adhesivos y etiquetas.
No hay excusa para pasar de ignorantes en esta materia, no es capricho de unos pocos, es nuestra vida la que está en peligro y sabemos lo que hay que hacer. ¡Haz tu aporte porque tus residuos pueden convertirse en recursos, en materia prima para otros!