Foto de Min An: https://www.pexels.com/es-es/foto/persona-sosteniendo-granos-verdes-1230157/
Una vez más dedicamos este espacio a hablar sobre el medio ambiente. En esta ocasión la gran noticia es que la ONU declaró el pasado 28 de julio como derecho humano el tener un medio ambiente sano, limpio y sostenible, y esto, a su vez, nos hace pasar de las exigencias a la acción. Dicha resolución implica reconocer un nuevo derecho humano esencial para la vida y “obliga” a los gobiernos a actuar y adoptar políticas encaminadas a la mitigación del cambio climático. Sin duda, esto marca un precedente en la lucha contra esta triste y preocupante realidad que nos afecta a todos sin excepción.
Así como todos tenemos derecho a gozar de agua limpia, ahora tenemos el derecho a disfrutar de un medio ambiente sano y biodiverso que sostenga y garantice la vida humana. Esto se traduce en mejores condiciones para poder desarrollarnos como seres humanos. Aunque este tipo de documentos y resoluciones de la ONU no son vinculantes para los 193 países que hacen parte de la ONU, sí se ejerce una presión mundial y se genera una obligación moral para tratar estos temas. Además, estas decisiones brindan mejores herramientas para los ciudadanos y hacedores de leyes, lo que facilita la implementación de las respectivas acciones. Eso fue lo que ocurrió en 2010 con la resolución que reconoció por primera vez que todo el mundo tiene derecho al agua y al saneamiento. A partir de ahí hemos visto cómo estas medidas se vuelven catalizadores para avanzar en pro de este tipo de causas.
Lo que sigue es que los países voten a favor de dicha resolución para avanzar en el camino propuesto. Esto parece obvio pero hay países conservadores y productores y exportadores de combustibles fósiles que podrían dificultar este tipo de decisiones. Es difícil comprender que algunos no entiendan el momento en el que vivimos actualmente, una triple crisis planetaria que incluye problemas de cambio climático con efectos como las sequías y las inundaciones que vemos con más frecuencia y fuerza; problemas en la naturaleza y pérdida de biodiversidad que han conllevado a una crisis alimentaria y efectos negativos en el recurso más importante, el agua; y la contaminación y el gran volumen de desechos que ha aumentado el número de enfermedades y muertes prematuras relacionadas con la polución. De hecho, según cifras de la Organización Mundial de la Salud, 24% (13,7 millones de decesos) de las muertes a nivel mundial están relacionadas con el medio ambiente de una u otra forma, especialmente, debido a factores contaminantes y exposición a químicos y otros elementos. Sin embargo, pase lo que pase al final, esta decisión es histórica y sienta un precedente en la lucha contra el cambio climático.
P.D.: “Esta resolución envía el mensaje de que nadie puede quitarnos la naturaleza, el aire y el agua limpios o un clima estable, al menos no sin luchar”, Inger Andersen – PNUD.
Columna publicada originalmente en elmeridiano.co
