Gracias a su compromiso con políticas públicas de largo plazo en materia ambiental, Montería (Colombia), ingresó este año al selecto grupo de las 10 ciudades más sostenibles del planeta, reconocido por la organización internacional Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), y exaltado en la pasada cumbre de Hábitat III en Quito. LA Network conversó con su alcalde Marcos Daniel Pineda para conocer detalles de este enorme avance.
Montería es hoy una ciudad ejemplar para el mundo. La mezcla de varios buenos gobiernos sucesivos y sintonizados, políticas públicas de largo plazo y énfasis en la recuperación de elementos identitarios como el Río Sinú, la han llevado a una suerte de renacimiento, que la ha puesto en los reflectores del escenario urbano global. Sus dos últimos alcaldes Carlos Eduardo Correa y Marcos Daniel Pineda han demostrado preparación, seriedad, pero sobre todo compromiso con una visión de largo plazo y coherente para la ciudad. Justamente LA Network dialogó con Marcos Daniel Pineda, quien cumple con un segundo periodo como mandatario, para conocer la fórmula de éxito de esta ciudad, que la pone como la ciudad colombiana más sobresaliente.
¿Cuáles son los proyectos en materia de sostenibilidad que le permitieron a Montería recibir este reconocimiento como ciudad sostenible?
Montería es una ciudad de 320 mil hectáreas fértiles al lado del valle del río Sinú, la cual visionó desde hace algunos años convertirse en la ciudad verde de Colombia. Tenemos un plan de acción ambicioso a largo plazo, firmamos en el año 2010 el Pacto Mundial de Ciudades por el Cambio Climático, venimos trazando varios ejes estratégicos como verde urbano, movilidad sostenible, energía renovable, y Agrópolis, que es la estrategia del desarrollo del campo. En cada una de ellas hemos venido adelantando diferentes acciones que van desde reverdecer la zona urbana con un plan maestro de parques, darle la cara al río con la construcción de más de siete kilómetros de longitud de nuestro parque Ronda del Sinú; proyecto de movilidad sostenible como la implementación de un sistema estratégico de transporte público; promover el uso de la bicicleta con más de 30 kilómetros de ciclorutas que están construidos en la ciudad. Hemos avanzado también en proyectos de energía renovable en colegios, semáforos, alumbrado público y reitero la estrategia Agrópolis, que busca dinamizar el desarrollo productivo del campo.
Cuéntenos un poco más sobre Agrópolis, que seguro va en la dirección de reconciliar el campo con lo urbano.
Un gran reto que tenemos en las ciudades en Latinoamérica es reducir la brecha social entre la ciudad y el campo; de allí nace esta estrategia de Agrópolis del Sinú que busca un poco promover diferentes estrategias en aras de dinamizar la economía del campo, llevando inversión social, asistencia técnica, productividad, infraestructura, promoción comercial de los productos que sacamos a través del campo monteriano, de tal manera que podamos generar oportunidades de empleo no solamente a los dueños de la tierra, sino también dándole importancia a todo el eslabón de la cadena productiva que nos permite generar mayores oportunidades de empleo.
Cuando uno habla de ciudad sostenible siempre se refiere a temas medioambientales, pero quizás Montería también ha logrado en estos últimos años un asunto clave y es la reducción de la pobreza que es justamente la materialización de la equidad, ¿cómo lo ha logrado?
La sostenibilidad tiene que ir mucho más allá del tema ambiental. La sostenibilidad es un tema integral que pasa transversalmente por todas las acciones que se viven en una ciudad, especialmente en el campo productivo y en la inversión social. Montería era hace nueve años una ciudad gris, deprimida en el anonimato del horizonte nacional e internacional, con altos indicadores de pobreza extrema y deficiencia en la prestación de los servicios públicos. En estos nueve años, Montería ha reducido en más de 20 puntos la pobreza, ha aumentado del 30% al 90% la cobertura de alcantarillado, 100% del agua potable en la zona urbana, generando oportunidades de empleo, convirtiéndose también en capital región donde confluyen 73 municipios a la redonda que suman más de dos millones de habitantes y que hoy sin dudas Montería se ha convertido en un imán de la región, donde pudimos ampliar nuestra oferta de servicios dinamizando la economía de la ciudad. Somos conscientes de que el camino por recorrer es bastante largo, que tenemos muchos retos y dificultades como cualquier ciudad de Latinoamérica, pero que estamos avanzando por el camino correcto y así nos lo confirma este reconocimiento que recibimos con mucho orgullo, pero que nos debe motivar a conservar un norte de defender un modelo de ciudad.
Habla usted de un asunto que es clave y es la continuidad de políticas, ¿cómo logró la ciudad esa continuidad de gobiernos sucesivos y sintonizados y qué viene en adelante en esa perspectiva, para no romper el buen momento que lleva la ciudad?
El éxito de las ciudades es mantener políticas públicas exitosas en el tiempo y no ponerse cada periodo de un alcalde a cambiar de norte, porque eso dificulta la defensa de un modelo de ciudad que se debe conservar en el tiempo independientemente de las coyunturas políticas. Montería siempre elegía el antídoto del alcalde de turno tal vez por falta de resultados. Durante las últimas tres elecciones hemos podido ganar el mismo equipo político y eso nos ha permitido mantener una línea de defensa de ciudad en el tiempo y yo creo que los resultados políticos han sido favorables por nada distinto al buen gobierno, a los buenos resultados, a la transformación de la ciudad que hoy la ciudadanía reconoce, enaltece y que valora a través de las urnas.
En ese camino de la ciudad sostenible donde la ciudad ha mejorado en lo público, ha generado una conexión con el río, también ha trabajado en movilidad sostenible, hay un asunto que es un problema de su ciudad pero también de muchas ciudades colombianas y del mundo y es el fenómeno del mototaxismo, ¿qué ha pensado usted desde la Alcaldía para combatir, paliar, o por lo menos armonizar este fenómeno en esa misma ruta de ciudad sostenible?
El mototaxismo es uno de los flagelos que hoy tienen las ciudades intermedias, es una actividad de economía informal que nos agobia y que amenaza con el transporte público formal. Estamos trabajado en varias acciones: primero por supuesto policivas, donde los martes y los jueves hemos eliminado el parrillero en las motos, de tal manera que los martes y los jueves en la ciudad solo pueden circular las motocicletas con una persona: la que la conduce. Eso ha eliminado el mototaxismo dos veces a la semana aumentando el número de pasajeros al transporte público. Hemos eliminado también el parrillero en toda la zona céntrica de la ciudad y algunas otras acciones de promoción económica, donde venimos trabajando con ellos en brindarles alternativas económicas como un programa que se llama “Montería te Impulsa”, en donde estamos brindando capital semilla, asistencia en formación para que ellos puedan emprender una actividad económica distinta a la motocicleta. Y tercero, soy un convencido de que el mototaxismo también se debe combatir con el fortalecimiento del transporte público. En la medida en la que el transporte público sea atractivo, desestimamos el uso de la moto y allí el gran reto que tiene también la ciudad en la implementación del sistema estratégico de transporte público con buses cómodos, con vías exclusivas de transporte público, infraestructura en los corredores viales que permitan fortalecer el transporte público y disminuir el transporte informal.