EIA


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La EIA, una universidad animada por la excelencia educativa

La Universidad EIA fue fundada en 1978 por un grupo de 27 ingenieros que estaban en empresas, en entidades públicas y en el propio ambiente universitario. Su objetivo fundamental era la creación de una institución que formara a los mejores profesionales de ingeniería del país. Han transcurrido 40 años desde ese sueño y hoy la universidad es líder en su especialidad y sus estudiantes son ejemplo de excelencia en Colombia. Un dato evidencia esa realidad: 11 de los 44 colombianos galardonados hasta ahora por el MIT (Massachusetts Institute of Technology de Estados Unidos), como jóvenes innovadores menores de 35 años, han sido de la EIA.
Hoy sus casi dos mil alumnos provienen de 29 de los 32 departamentos del país. No todos tienen el dinero para financiar la totalidad de semestres. De hecho, la universidad cuenta con un programa de becas y de estímulos para que jóvenes de escasos recursos puedan hacer las carreras de pregrado. Para el último año (2017), 569 estudiantes se vieron beneficiados gracias a alguno de estos programas.
Los principios de solidaridad también están en el ámbito colectivo. Desde este año la universidad se vinculó a la iniciativa mundial de Pacto Global, que pretende transformar el sector privado sobre la base de 10 principios en áreas relacionadas con los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente, la eliminación de la discriminación y la corrupción. Por dentro y por fuera, la universidad quiere ser modelo de educación de calidad y conectada con las nuevas realidades sociales.


Educación más allá de las fronteras

De una manera accidental, casi fortuita, pero que fue leída de forma inteligente por los profesores de la universidad, nació la educación abierta en la EIA. Gloria Isabel Villegas Gómez, Jefe de Nuevas Tecnologías en Educación, recuerda cómo un alumno de Biomédica que tenía un torneo deportivo en el exterior, les pidió el favor que le grabaran las clases para no atrasarse en el semestre. El método fue un éxito, se corrió la voz y otros profesores empezaron a grabar cursos.
Los nuevos y positivos resultados de esa práctica no se hicieron esperar. Lo cierto es que hoy 67 asignaturas han sido digitalizadas y usadas por miles de personas en el mundo bajo el esquema de libre acceso, al mejor estilo de universidades internacionales como Harvard o MIT.
Para Gloria el reto ahora es que la universidad fortalezca este plataforma de conocimiento abierto que le ha generado una enorme e inusitada visibilidad nacional e internacional, al punto de ser líderes en la democratización de este conocimiento. Así las cosas, las nuevas tecnologías facilitaron el intercambio de información en el ambiente académico y la institución halló una manera de contribuir a una educación global de calidad, donde las fronteras ya no existen.

https://www.youtube.com/watch?v=CPK9RL8Yq28

Los retos de la educación a 2030

Son muchos los propósitos que los países y que la sociedad civil se han trazado para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de una educación de calidad e inclusiva a 2030.

Para 2030, por ejemplo, es imperativo que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para el siguiente ciclo.

Luego, es clave velar por que todos estos mismos niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad.

De igual manera se debe asegurar el acceso en condiciones de igualdad para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria y aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento

Otro asunto clave es eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar el acceso en condiciones de igualdad de las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad, a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional.

Investigación de clase mundial nutrida de la educación

Los bosques alto-andinos, los páramos y los nevados están ubicados en altitudes por encima de los 3.000 metros sobre el nivel del mar, representan cerca del 1,5 % de toda la extensión del territorio colombiano y aportan agua al 70 % de la población del país. Son imprescindibles para el equilibrio ambiental en Colombia, pero a la vez han sido considerados uno de los ambientes más frágiles a cambios o alteraciones climáticas.

Este es el lugar de trabajo del Grupo de Investigación Poleka Kasue (nombre indígena que significa Doncella de las Nieves) de la EIA. Desde finales del año 2008, el grupo recorre la cuenca hidrográfica del Río Claro, en el macizo volcánico Ruiz-Tolima, instalando sensores, monitoreando vegetación, estudiando los suelos e interactuando con la población.

El propósito de este proyecto de investigación de largo plazo, es profundizar la comprensión en torno a la función e importancia de los ecosistemas de alta montaña tropicales, así como evaluar las mejores estrategias de adaptación para su conservación, amenazada cada vez más por el cambio climático. Justamente el líder del grupo de investigación, el profesor Enrique Ángel Sanint, nos cuenta en el siguiente audio cuáles han sido las principales investigaciones adelantadas y cómo uno de sus integrantes, el profesor Daniel Ruiz Carrascal, pertenece al prestigioso Panel Intergubernamental de Cambio Climático.

¿Qué podemos hacer entre todos para promover el ODS 4?

Para promover el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 podemos pedir a nuestros gobiernos que den prioridad a la educación en las políticas y las prácticas. De igual forma, podemos presionar a nuestros gobiernos para que asuman el firme compromiso de proporcionar enseñanza primaria gratuita para todos, especialmente para los grupos vulnerables o marginados.

También podemos llamar, motivar, involucrar al sector privado para que invierta recursos en el desarrollo de centros educativos y en la elaboración de herramientas pedagógicas.

Y podemos instar a las organizaciones de la sociedad civil o participar desde ellas,en el trabajo con los jóvenes y otros grupos para promover la importancia de la educación en las comunidades locales.