De acuerdo con una investigación adelantada por la Universidad Nacional de Colombia, la ciudad de Medellín necesita instalar por lo menos 18.000 nuevas celdas de estacionamiento en cuatro comunas: Centro, El Poblado, Laureles y Belén. De no hacerlo, el déficit llegaría a 44.000 para el año 2030, por la gran cantidad de vehículos que están ingresando a la ciudad. Las autoridades estudian medidas para aumentar la regulación y así obligar a usar otros medios de transporte.
La ciudad colombiana de Medellín tiene hoy un problema enorme: el 40 por ciento de sus vías –según estimaciones del Concejo de la ciudad- está ocupado con automóviles estacionados de manera ilegal. Las zonas donde más se observa este fenómeno son las comunas de La Candelaria (Centro de la ciudad), El Poblado y Laureles. Solo en lo que va corrido de este año han sido sancionados con multa 21.886 automotores, entre vehículos y motocicletas. El año pasado fueron casi 50.000 los multados. Así que Medellín está en un nivel alarmante de infracción a las normas de tránsito.
La ciudad cuenta con celdas de parqueo oficiales, que son espacios de la vía pública demarcados y autorizados por la Secretaría de Movilidad de Medellín, la cual cobra por el aparcamiento de vehículos. Se diferencian de los estacionamientos, que según la misma dependencia son sitios permitidos por la autoridad de tránsito, y de los parqueaderos, que generalmente son cerrados y privados.
Es por ello que se ha sugerido una política de movilidad para definir la oferta límite y promover el uso de otros modos de transporte regulando la actual utilización de vehículos particulares con políticas de precios y controles en las vías.
Ante este escenario, la Secretaría de Movilidad contrató una investigación con la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, para saber en cuáles vías se estacionan más vehículos y determinar cuántas son las celdas requeridas.
Las conclusiones del estudio son claras. Iván Sarmiento Ordosgoitia, profesor del Departamento de Ingeniería Civil de la Facultad de Minas y director del Grupo de Investigación en Vías y Transporte, quien lideró el proyecto, explica que por sus dinámicas algunas zonas Medellín requieren más celdas de parqueo y son ellas: La Candelaria (Centro de la ciudad), donde faltan 7.269 celdas; Laureles, 2.122; El Poblado, 7.138 y Belén, 2.166.
Lo cierto es que en caso de no construirse ninguna celda y ante las proyecciones de crecimiento del parque automotor, en 2030 habría un déficit de 16.252 en La Candelaria, 5.500 en Laureles, 18.000 en El Poblado y 4.800 en Belén, advierte el investigador.
Para obtener estos resultados se hicieron estudios de rotación de celdas de parqueo, oferta y demanda, teniendo en cuenta datos previos de la Encuesta Origen Destino (EOD) de 2012. También se hicieron recorridos, registro de vehículos estacionados en la mañana, a mediodía y en la tarde. De igual manera se tomó nota de placas de carros y motos estacionadas en calles y algunos parqueaderos de pago que se tomaron como muestra.
Control de vías críticas
La investigación de la Universidad Nacional incluyó estudios de modelación que permitieron determinar cuánto estarían dispuestos a pagar los usuarios por el parqueo de sus vehículos. Al respecto, se establece que se podría reducir la demanda de parqueaderos pagos, por lo que la política se debe complementar con control en las vías, con el fin despejar las vías importantes.
Otra recomendación es el fortalecimiento de zonas de estacionamiento regulado (ZER) para reducir la congestión. “Para eso las calles deben ser lo suficientemente anchas, mínimo de siete metros de manera que se pueda parquear a un costado. Además, pusimos algunas limitaciones, como por ejemplo la prohibición de parquear en vías arterias, conectoras o con ciclovías”, detalla el profesor Sarmiento Ordosgoitia.
Adicional a la creación de nuevas celdas de parqueo regulado – que deberían duplicarse en los próximos 3 años según el Plan de Desarrollo 2016-2019 – ya se anunció el uso de cepos que lo agentes de tránsito pondrán a las llantas de los automóviles mal parqueados. De esta manera el vehículo queda inmovilizado hasta que le hagan el comparendo. El uso de este mecanismo está reglado por normas de las autoridades nacionales de movilidad.
“Nos encontramos en la fase de estructuración de todo el proyecto, estamos avanzando según el cronograma y cuando estemos listos lo anunciaremos oportunamente para que la ciudadanía esté enterada”, señalaron voceros de la Secretaría de Movilidad.
Otra propuesta derivada del estudio de la Universidad Nacional es la posibilidad de construir parqueaderos subterráneos en el parque de El Poblado, con capacidad de 300 celdas de parqueo por planta.
Lo cierto es que el parqueo es solo un síntoma de la precaria movilidad que tiene la ciudad de Medellín, y que de seguir con la tasa de crecimiento del parque automotor que tiene actualmente, se enfrentará a gravísimos problemas de congestión y de contaminación.
Con información de la Agencia de Noticias UN
